El presidente Gustavo Petro destacó que el ‘Plan Marshall por la vida’ implica adaptar y restructurar las economías del mundo.

Durante la Cumbre sobre Ambición Climática, actividad oficial de Asamblea General de la ONU, el presidente Gustavo Petro propuso que los países del mundo deben llevar a cero la producción y demanda de petróleo, carbón y gas en el corto plazo, lo que significa acelerar las metas de reducción de emisiones para salvar la vida y enfrentar la crisis climática.

“El objetivo real que todos los países deberíamos tener es tender a cero en el corto plazo la producción y la demanda de petróleo, de carbón y de gas. Si no, no se salva la vida (…) Ni Colombia ni el mundo pueden seguir sosteniendo sus economías con la producción de petróleo, carbón y gas, porque con estos elementos en la atmósfera nadie puede vivir en el planeta”, añadió.

El presidente subrayó la necesidad de disminuir cada año el consumo de petróleo, carbón y gas, y por tanto su extracción y reiteró que para reducir la afectación y por ende enfrentar la crisis climática hay que apagar las grandes chimeneas. Aquí apuntó específicamente a Estados Unidos, Europa y China y la India.

Petro también recordó que América del Sur es la principal esponja del planeta al absorbe la mayor parte del carbono que producen esas chimeneas, pero enfatizó en la necesidad de “apagar las chimeneas en el norte y revitalizar las esponjas del sur”.

Al mismo tiempo, sostuvo que financiar la adaptación al cambio climático y a las grandes esponjas no vendrá de un mercado privado de capitales sino que se logrará solo con la restructuración del sistema financiero mundial y si el Fondo Monetario Internacional (FMI) hacer la primera gran emisión de dinero en el mundo.

Con esto en mente, Petro insistió en el Plan Marshall que consiste en cambiar deuda por acción climática y que pretende “adaptar y restructurar las economías” del mundo mediante la mitigación y la adaptación al cambio climático, hasta llegar a cero emisiones de gas carbónico. Asimismo, detalló que lograr la financiación del mismo implica la destinación de “más de US$100.000 millones, recursos que según el mandatario no provienen de los fondos privados de inversiones.

“Esos grandes fondos tienen que ser públicos, no surgen de una caja que no existe, tienen que surgir de nuestros propios países”, aseguró el jefe de Estado tras insistir en que esto solo se logrará si disminuye el pago de la deuda pública, como ya hizo el FMI en tiempos del Covid al autorizar derechos especiales de giro.

“Nosotros –los países afectados por las grandes chimeneas- hemos puesto US$150 millones cada año durante 22 años. Esperamos que el mundo ponga otro tanto para salvar las esponjas”, afirmó, al comparar las cumbres anuales sobre el cambio climático que realiza Naciones Unidas.

Siga a Forbes Colombia desde Google News