Según el Marco Fiscal de Mediano Plazo, se proyecta una reducción del déficit fiscal de 1 punto porcentual de 5,3% del PIB en 2022 a 4,3% este año.

El director del Departamento Nacional de Planeación, Jorge Iván González, reveló que el Gobierno está estudiando la flexibilización de la regla fiscal.

Durante el Congreso de Enercol, que realiza Aciem en Bogotá, el funcionario dijo que la propuesta que se estudia excluiría de la regla los recursos que se destinen al salvamento de activos ambientales, lo que facilitaría el proceso de transición energética.

En palabras de González, la transición energética se ha visto obstaculizada por cuestiones financieras, por lo cual una “regla fiscal verde” permitiría asignar fondos que no se contabilizarían dentro de las categorías tradicionales de inversión o administración, evitando un impacto negativo en el balance fiscal del Gobierno.

A mediados de junio, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, presentó el Marco Fiscal de Mediano Plazo para la vigencia 2023 que contempla el Plan Financiero actualizado para 2023 y 2024 y la estrategia macroeconómica y fiscal de mediano plazo, con las metas de superávit primario que la administración se propone alcanzar en línea con el objetivo de sostenibilidad de la deuda pública.

Así, se proyecta una reducción del déficit fiscal en 2023 de 1 puntos porcentuales del PIB (4,3% frente al 5,3% del 2022). Este ajuste permitiría un equilibrio primario por primera vez desde 2019, apalancado en el mayor recaudo tributario de las reformas tributarias de los últimos dos años y de los altos precios del petróleo, que llevarían a ingresos históricamente altos.

En 2024 se espera un ligero aumento del déficit fiscal a 4,5% del PIB. Según el documento, si bien se espera un aumento del déficit frente a 2023, ello se debe a los pagos de servicio de deuda vigente y a un mayor gasto en intereses que resultaría de las mayores necesidades de financiamiento de 2023 y 2024 y de las condiciones de mercado proyectadas, manteniendo así el equilibrio primario.

“Colombia está muy endeudada y relajar la regla fiscal se traducirá en más deuda. Lo anterior provocaría un mayor deterioro de nuestra calificación crediticia, desincentivar la compra de TES por parte de extranjeros, aumentar la prima de riesgo, elevar las tasas y el dólar”, señaló Juan David Ballén, Director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa.

“La revisión de la senda de déficit fiscal en junio ya fue un retroceso en el ajuste que comenzó en 2022 y prácticamente eliminó la posibilidad de recuperar el grado de inversión en los próximos años”, dijo por su parte Andrés Pardo, Estratega Jefe LatAm, XP Investments.

A juicio suyo, relajar la Regla Fiscal en estos momentos abriría las puertas a una menor calificación crediticia, y un aumento permanente de la prima de riesgo y de las tasas de interés, lo cual deterioraría las perspectivas macroeconómicas del país y la capacidad del gobierno para responder a choques y para gasto en programas sociales.