Para enfrentar la situación de iliquidez del sistema, el gremio propuso un plan de estabilización con el fin de atender un ‘hueco’ de financiamiento que a junio ascendía a $6,9 billones.

En nuevo pronunciamiento, las cinco cámaras de la salud de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia – ANDI, que representan a toda la cadena del sistema, hicieron un llamado al Gobierno Nacional para que se atienda la insuficiencia en el flujo de recursos de las entidades del sector que ya está afectando las capacidades de los prestadores de servicios de salud y todos los eslabones de la cadena. 

“Más que ponernos a buscar culpables lo que proponemos es hacer un trabajo conjunto conciente y responsable que evite que haya problemas en prestaciones de servicios a pacientes”, dijo el presidente del gremio, Bruce Mac Master. “Hay momentos en los cuales tenemos que poner por encima de los intereses y la ideología el interés general, este es uno de esos momentos”.

Para enfrentar los problema de liquidez del sistema, la Andi propuso un Plan de Estabilización del Sector Salud que tiene tres acciones fundamentales:

1. Un mecanismo de ajuste ex post por una única vez para atender el represamiento y desequilibrio post pandemia.

2. Un incremento relevante por una única vez de la UPC para el año 2024, que atienda los desequilibrios del 2022 y 2023, y proyecte los incrementos del 2024.

3. Un ajuste transitorio de UPC para las EPS que recibieron población de EPS liquidadas.

Mac Master explicó que el deterioro de cartera vencida alcanzó su nivel más alto de los últimos tres años, llegando al 67,5%. En el segundo trimestre del 2023, el porcentaje de esta tuvo un aumento anual de 7,5 puntos porcentuales frente al mismo período del año anterior. 

Adicionalmente, dijo que existe un hueco de financiamiento que a junio ascendía a los $6,9 billones; explicado por recursos pendientes por girar de ‘presupuestos máximos’ que sumaban alrededor de $1,1 billones; giros del ‘acuerdo de punto final’ de alrededor de $1,2 billones y una diferencia entre los ingresos y los gastos del sistema de salud de más de $4,6 billones.

A juicio del directivo, la sostenibilidad del sistema se ha visto afectada por tres razones: el efecto del denominado ‘Covid prolongado’, por servicios que tuvieron que ser postergados para que el sistema se concentrara en atender la pandemia; el desequilibrio de la UPC, pues este rubro se considera insuficiente por razones como: envejecimiento de la población, inclusión de nuevas tecnologías y tratamientos de alto costo que desbordan la UPC, inflación e incluso devaluación del peso; y además, concentración de riesgo en algunas EPS, las cuales han recibido traslados de otras entidades que han sido liquidadas, desequilibro en la prevalencia de enfermedades crónicas, entre otros aspectos. 

Mac Master también destacó que, de acuerdo con un estudio realizado la Universidad de Medellín, existe un rezago en el cálculo de la UPC, cuyo ajuste en 2022 debió haber sido de entre el 25,34% y el 28,45%, y fue del 14% en promedio. 

“Si la tendencia se mantiene tendremos un déficit en el país por este rubro de alrededor de 3 puntos del PIB en 20 años. Pero, además, reiteramos la urgencia de resolver el problema de la insuficiencia que está sucediendo hoy en día y que puede repercutir en un eventual apagón de servicios para los pacientes”, explicó.