María Lorena Gutiérrez, líder de la corporación financiera más grande del país, dice que si no hay oportunidades en Colombia ‘nos tocará buscar afuera’ y advierte que el sector de infraestructura registrará una contracción del 13% ó 14% este año.

Aunque la presidente de Corficolombiana dice que este será un buen año para la filial del Grupo Aval, sostiene que el país enfrenta retos económicos, financieros y una creciente inseguridad jurídica que ya está afectando la inversión privada y golpeará el crecimiento.

“Seguimos creyendo en Colombia, lo único que queremos son proyectos, pero si no hay proyectos en el país nos tocará buscar por fuera”, explica María Lorena Gutiérrez en diálogo con Forbes. “Seguimos en los sectores de infraestructura, gas, agro, turismo, financiero y también podemos explorar otros nuevos”, pero, según explica, “el gobierno está en el dilema entre la infraestructura ejecutada por el sector público y los privados”.

En una coyuntura en la que los proyectos 2G, 3G y 4G en marcha ya tienen una ejecución del 76% en capex (inversión), Gutiérrez explica que en este momento no hay proyectos estructurados que el sector privado pueda acometer, lo cual tendrá un impacto sobre el crecimiento económico. 

Este año vamos a ver una desaceleración del PIB de infraestructura de un 13% ó 14%. Eso tendrá un impacto y también significa menos inversión. El Invías, que es el que invierte en infraestructura pública, tiene la menor ejecución promedio de los últimos 18 años”, señala. 

Peajes a inseguridad jurídica 

Y aunque el Plan de Desarrollo contempla inverciones por $100 billones durante el cuatrienio, los proyectos deben ser estructurados, adjudicados, obtener las licencias ambientales y la financiación, en un contexto desfavorable por el congelamiento de los peajes y anuncios como el de la eventual nacionalización de la Vía al Llano.

“El congelamiento de los peajes, además de un subsidio regresivo, es un incumplimiento contractual. Las APP y los privados construyen una carretera y el Estado paga con peajes y unas vigencias futuras; el capital lo pone el sector privado pero eso no lo entiende la mayoría de los colombianos. Si al Gobierno no le gusta, hay que inventarse otra forma de pagar los contratos, pero los contratos quedaron establecidos así”, señala.

A juicio de Gutiérrez, más allá de las concesiones que maneja Corficolombiana, en el país hay 50 contratos de este tipo vigentes y nadie sabe qué va a suceder con el incremento de los peajes el próximo año. “Nadie sabe lo que le van a costar al país 50 tribunales de arbitramento, porque eso es lo que va a pasar con el incumpliento de los contratos, los tribunales van a estar contentos porque van a tener mucho trabajo”.

En cuanto al turismo, un sector en el que Corficolombiana ya es un jugador importante, Gutiérrez ve oportunidades para nuevos inversionistas, pero según explica el problema es que el país carece de la infraestructura para aprovechar su potencial.

“Sin vías, aeropuertos, el capital humano, los restaurantes y, en general, un ecosistema, montar un hotel no tiene sentido porque la gente no tiene cómo llegar”, dice la directiva que antes de asumir el actual cargo fue ministra de Comercio, Industria y Turismo. “Este un sector con mucho potencial, pero los mejores sitios para el turismo no tienen alcantarillado ni acueducto…hay que proveer los servicios públicos”. 

A ello se añade el creciente desafío de la inseguridad en las carreteras y algunos departamentos. “Sin seguridad, el turismo se va al piso. Colombia no puede caer otra vez en la situación de que la gente le dé miedo viajar, tanto a los colombianos dentro del país como a los extranjeros que lleguen”, concluye.

Así se ve el 2024

En cuanto al mediano y largo plazo, la presidenta de Corficolombiana confía en una reducción de la inflación y en una mejora en la liquidez de la economía. 

“Hay estrés en el costo de fondeo y en la estructura de deuda de las empresas, particularmente en ciertos sectores como el de construcción, que al tener costos de insumos y de deuda altos y no tener proyectos, eso lo lleva a un punto de crisis”, explica Gutiérrez.

Y aunque la mayoría de los analistas prevé una reducción en la tasa de intervención del Banco de la República antes de finalizar el año, Gutiérrez sostiene que una disminución de 25 puntos básicos (0,25%) no tendrá un impacto inmediato.

“El país necesita que toda la plata del Fonpet y la Tesorería General de la Nación que está depositada en el Banco de la República comience a fluir, ya que le restan liquidez a la economía”, explica.

Por otra parte, se muestra preocupada por las reformas estructurales que discute el Congreso en temas críticos como la salud, pensiones y por eventuales cambios en la Ley de Servicios Públicos. 

“No podemos poner una presión financiera sobre las comercializadoras y las tarifas con cambios en la Ley de Servicios Públicos, en un momento de escasez del gas y con un Fenómeno de El Niño cuya duración e intensidad desconocemos”, concluye Gutiérrez. “No hay un gerente público que pueda manejar tantas reformas a la vez en temas tan delicados. Hay que tener un orden para no generar caos e incertidumbre. Hay que priorizar y ejecutar, como le enseñan a uno en estrategia”.