Hay más de tres millones de emigrantes colombianos en el mundo. Muchos de ellos no tienen acceso a un banco, lo cual los pone en desventaja.
No tener acceso a los servicios bancarios puede representar un dolor de cabeza para los miles de colombianos que emigran cada año hacia el extranjero. Migrar se trata de buscar nuevas oportunidades, pero las posibilidades se pueden reducir al no tener una cuenta bancaria o acceso a un crédito. Es por eso que se vuelve fundamental tener alternativas a la hora de residir en otro país donde se requiere más que un pasaporte para acceder a un banco.
Los más de tres millones migrantes colombianos en el mundo deben enfrentarse a varias regulaciones para tener acceso formal a un banco. Es el caso, por ejemplo, de los casi 800.000 migrantes colombianos en Estados Unidos, el segundo país con mayor población de colombianos después de Venezuela, quienes deben contar con un certificado de residencia para poder acceder a los servicios bancarios. Un certificado de residencia puede ser difícil de conseguir, y no basta con tener un pasaporte o la visa correspondiente.
Lo mismo sucede en Europa, donde los migrantes también deben contar con un certificado de residencia, no por que la ley lo dicte sino porque es la política de prácticamente todos los bancos. Así lo afirma Harold Correa, un barranquillero que vive en Europa y que trabajó en un banco en España y que ahora quiere proponer una fintech, Ikualo, un neobanco especializado para brindar servicios financieros a los migrantes en Europa.
“Toqué la puerta en 62 bancos investigando quienes me podían ayudar a abrir una cuenta sólo con mi pasaporte”, afirma Correa. “Todos me dijeron que no”.
El fundador de Ikualo llegó al viejo continente sin papeles, dedicándose a trabajos como la construcción y como repartidor, mientras estudiaba una maestría en digitalización bancaria y financiera. Su historia se asemeja a la de miles de migrantes colombianos en España, país donde se lanzará esta plataforma por primera vez en noviembre y que ya tiene 37.000 usuarios en lista de espera.
Nuevas iniciativas como esta podrían alivianar los efectos negativos que puede tener la falta de bancarización en la población migrante. Correa espera que en su primer año, Ikualo logre tener 50.000 clientes, iniciando su funcionamiento en España y extendiéndose a otras partes de Europa.