La empresa planea realizar nuevas aperturas en el país que operen como zona franca.

En 2024, el conglomerado danés Maersk cumplirá 30 años en el país, tiempo en el que ha consolidado un equipo que actualmente llega a 1.000 personas y con el que tienen la ambición de seguir creciendo. Tanto así, que la empresa anunció una inversión de US$200 millones en Colombia durante los próximos dos años.

Actualmente, la empresa cuenta con centros logísticos en Cartagena y Bogotá, además de un recién inaugurado complejo en Funza de 14.000 m2. Otro proyecto importante que arrancará este mes apunta al manejo de los vacíos, que se resume en tomar la carga de los principales puertos para posicionarla en zonas con dispnibilidad cercana para que después se facilite la exportación.

Hay otro brazo de la organización en Colombia, específicamente en Buenaventura, que es la Terminal de Contenedores. La empresa trabaja muy de la mano con ellos también y los proyectos de expansión van, además de extensión de cadena de frío y almacenes en Bogotá y en Pereira, a almacenes de seco en Medellín y Cali. Todo eso para conectar la carga marítima con todo lo que pasa en la logística.

Uno de los temas que llama mucho la atención de Maersk es el tema de zonas francas en Colombia. Al respecto, el encargado del área logística para Maersk en Latinoamérica, Ricardo Rocha, detalló que el equipo que van a aperturar en Tocancipá está planeado en un futuro para operar como tal, pero no en un primer momento por temas de licencia. “Esto es como un valor añadido a nuestros clientes en el momento de poder hacer sus diferentes trabajos de importaciones y exportaciones”.

El ejecutivo también consideró importante mencionar tema de aduanas, porque la empresa hace muy poco tiempo tenía que tercerizar el trabajo, pero actualmente son agente de aduana en el país. No obstante, reconoció que aún les está faltando un último permiso para poder actuar como agente de aduanas, pero ya cuentan con las licencias necesarias para que todo esté correcto. “Somos una agencia de nivel A donde podemos trabajar con los clientes más grandes en el mercado”, dijo Rocha.

Colombia también es un tema “relativamente fácil de hablar” para Maersk en Latinoamérica. Actualmente, cuando se habla de la región dentro del conglomerado danés, hay que arrancar desde Guatemala hacia Tierra del Fuego. En el pasado tenían México también, pero desde enero de este año hubo un cambio en nuestra organización y ahora dicha nación reporta a la regional que está en Nueva York, y de Guatemala a Argentina reporta la regional que está en Panamá.

La importancia de Colombia, con todos los problemas en Argentina, lo convierte en segundo país más importante desde el punto de vista macroeconómico después de Brasil. De tamaño destacan el hecho de ser un país con una población de 50 millones de personas, así como una economía donde se produce mucho, se exporta mucho, se importa mucho, lo que les posibilita hacer diferentes tipos de negocio.

Desde el punto de vista de legislación, Colombia es un mercado muy grande y todo lo que viene al país ya se absorbe para el escenario nacional. Sin embargo, Rocha destacó que Cartagena, punto donde Maersk opera principalmente, funciona relativamente bien el derecho de traer mercadería, almacenar y tener un stock avanzado para distribuir a más países. Eso era algo casi exclusivo de Panamá, pero Colombia “corrió, trabajo y ahora tiene eso también”.

Hablar de competitividad es difícil, pues al igual que los demás países de Latinoamérica, Colombia todavía tiene debilidades. Y es que, en muchos casos, un contenedor de Cartagena a Bogotá, o de Buenaventura a Bogotá, cuesta igual o más que el flete marítimo desde lejano oriente hacia la costa colombiana.

De ahí que Rocha considere que el rol de Maersk como operador logístico es “sentarnos con las autoridades, discutir cuáles son los temas para ver dónde podemos invertir, cómo podemos colaborar y sacar adelante el tema de la eficiencia”.

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