RBD vuelve a Colombia después de casi 20 años y el sentimiento de los fans sigue intacto. Forbes habló en exclusiva con Dulce María sobre el reencuentro, su vida como madre y su momento más rebelde.
“Tengo aquí los mejores recuerdos”, expresó con emoción Dulce María el jueves 2 de noviembre horas después de aterrizar en territorio colombiano, lista para darlo todo en las cuatro fechas en las que RBD hizo sold out en el estadio Atanasio Girardot de Medellín. Su emoción era palpable a través del teléfono durante su entrevista exclusiva con Forbes Colombia.
A la artista mexicana se le nota un fuerte amor por Colombia. Recuerda con cariño el concierto del 2005 en Bogotá, cuando a pesar de la fuerte lluvia los más de 50.000 fanáticos de la ‘Generación Rebelde’ cantaban a todo pulmón las canciones de la banda, recuerda que tampoco el agua fue un impedimento para ella y terminó la presentación empapada pero muy feliz. Para Dulce María, este fue un momento de inflexión, fue hasta entonces que se dio cuenta que esta no era una novela más sino un fenómeno mundial que había cruzado las fronteras de su país y su idioma para extenderse por el mundo entero.
Nunca fue extraño para ella memorizar guiones, pararse frente a una cámara o tener pruebas de vestuario o maquillaje, antes de Rebelde había participado en Plaza Sésamo, algunas cápsulas de Discovery Kids y más de 10 novelas mexicanas entre ellas Clase 406 que también tuvo algunos seguidores en nuestro país. Pero sí fue extraño cuando tuvo que salir del Zócalo de México en ambulancia para despistar a una fanaticada enardecida que buscaba desesperadamente los miembros de la banda, más extraño fue cuando se dio cuenta que ese mismo sentimiento se replicaba en varios países de América y Europa.
“Estábamos grabando todo el tiempo, no nos dábamos cuenta de lo que pasaba afuera”, dice al reconocer su asombro por el fenómeno que fue RBD en los 2000.
La sorpresa fue aún mayor cuando después de casi 20 años la fanaticada seguía ahí, intacta, dispuesta a arrasar con todos los boletos disponibles no en uno ni dos sino cuatro fechas en una misma ciudad. La venta de boletería en Estados Unidos, México, Colombia y Brasil fue un éxito rotundo. La banda sigue más viva que nunca.

En el caso de Colombia el fenómeno fue ‘cosa de locos’. Las reservas a Medellín el fin de semana del evento aumentaron 72%, según Viajes Falabella; Mercado Libre evidenció un aumento de 140% en las visitas a los productos relacionados con la banda mexicana; a la capital antioqueña no le cabe un tinto hoy y mucho se debe a la banda mexicana. Éxito para RBD, los comerciantes paisas, los airbnb y los transportadores aéreos y terrestres.
Y soy Rebelde
Tanto tiempo y tantas cosas que permanecen intactas, y al mismo tiempo todo tan diferente. Hoy Dulce, Anahí y Maite son madres, viajan de gira como rockstars de nuevo, esta vez acompañadas de sus familias. Por su parte, Dulce vuelve después de una etapa de solista, donde quiso salirse del molde con ‘Origen’, un álbum independiente con el que quiso dar a conocer un poco más de ella, también vuelve después de ‘Dulce Amargo’, su libro y un sinfín de experiencias más que la convierten en una mujer más madura y con los pies en la tierra.

La pregunta de muchos es qué tanto hay de Roberta, su personaje contestatario e insolente, en Dulce María, la madre amorosa, la estrella que irradia humildad y la mujer empoderada. La respuesta está en su definición de rebeldía.
La artista admite que cuando se ganó el papel, recién cumplidos sus 18 años, estaba en ese momento de la vida en el que se sale de la burbuja de la infancia, “me dí cuenta que no todo era color de rosa”. Y aunque nunca fue la típica adolescente alocada si reconoce que su forma de expresar su rebeldía era a través de sus perforaciones, en lugares como la nariz y las orejas.
Aún así ese no fue su momento más rebelde. Para Dulce, su verdadera rebeldía fue gritarle al mundo quién era, a través de sus redes, sus canciones y su libro; decirle a la gente que no era la dura piedra que parecía ser Roberta y que por lo contrario es una mujer sensible, bondadosa y llena de buenas vibras. Aún así, Roberta sigue en ella, especialmente en esa parte justiciera, de alzar la voz por causas que valen la pena y de ayudar al más débil.
“No tienes que ser perfecto para ser valioso. Vale la pena vivir la vida. No importa que renuncies. Ser fuerte no es no caerse sino levantarse, no es no tener miedo sino hacerlo con todo y miedo”.
Dulce María Espinosa
Dulce habla de sentirse muy conectada con su público al cantar ‘No Pares’, una canción en la que convergen a la perfección las personalidades de Dulce y Roberta. El personaje seguirá en ella y en el corazón de los fanáticos y aunque admitió que este “no es un regreso sino un reencuentro y una despedida” -cuando se le preguntó por proyectos futuros de RBD- el sentimiento de lo que fue ese fenómeno mundial, no morirá.
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