El Emisor estima que 2024 cerrará un punto por encima de la meta de 3%.
El Banco de la República presentó hoy su Informe de Política Monetaria de octubre, destacando que el indicador de inflación podría terminar el año en 9,8% para 2023 y 4% para 2024.
Dicho dato se da teniendo en cuenta que la reducción en la inflación ha sido más lenta de lo proyectado por el Banco y los analistas del mercado principalmente por aumentos de precios más persistentes en las canastas de servicios y regulados que son afectadas por la indexación a la inflación pasada y al salario mínimo, así como en algunos alimentos perecederos.
Las proyecciones para 2024 incorporan un fenómeno de El Niño con efectos moderados sobre los precios de los alimentos y la energía, la entrada en vigor de los impuestos saludables, y los ajustes requeridos en los precios de los combustibles, agregó la información.
Por su parte, el Emisor recalcó que la actividad económica y el empleo continúan creciendo y se proyecta que en todo 2023 el PIB crezca 1,2 %. La desaceleración de la economía este año permite que la actividad económica y el gasto de consumo e inversión se sitúen en niveles más compatibles con la capacidad productiva de largo plazo de la economía y contribuyan a la reducción de la inflación.
Para el tercer trimestre, se espera que los indicadores económicos disponibles sugieren un crecimiento anual del PIB del 0,4 %. A pesar de la baja tasa de crecimiento, el producto mantendría los niveles altos de actividad económica alcanzados en la primera mitad del año, de acuerdo con los datos del informe revelado hoy.
Para 2024 la economía mantendría un ritmo de crecimiento lento, cercano al 0,8 %, siguiendo una senda de ajuste que debería contribuir a la convergencia de la inflación hacia la meta. El consumo privado se ajustaría mientras la inversión seguiría en niveles bajos e inferiores a los registrados antes de la pandemia. En cuanto a 2025, la economía retomaría tasas de crecimiento cercanas a las sostenibles en el largo plazo.