La entidad reveló que el unicornio violó normas relativas al régimen de Autocontrol y Gestión del Riesgo Integral y al reporte de Reporte de Operaciones Sospechosas.

Después de adelantar dos investigaciones administrativas, la Superintendencia de Sociedades estableció que Rappi SAS vulneró las disposiciones relativas al régimen de Autocontrol y Gestión del Riesgo Integral de LA/FT/FPADM y Reporte de Operaciones Sospechosas (SAGRILAFT), así como la obligación de la implementación de un Programa de Transparencia y Ética Empresarial (PTEE).

La entidad encontró que la sociedad operó un tiempo sin oficial de cumplimiento principal ni suplente para el SAGRILAFT, conforme lo dispuesto en la Circular Básica Jurídica, no contaba con una matriz de riesgos u otro mecanismo que identificara, midiera o evaluara los riesgos de LA/FT/FPADM ni estableciera las condiciones para su control y monitoreo, y no adoptó medidas que le permitieran identificar y controlar riesgos asociados al Soborno Transnacional en los términos establecidos en el Capítulo XIII de la Circular Básica Jurídica.

Billy Escobar, titular de la Supersociedades, dijo que “es importante recordar a los Sujetos Obligados a SAGRILAFT y PTEE la importancia que reviste contar con un oficial de cumplimiento, es el líder de la implementación y seguimiento de los sistemas de gestión de riesgos. Su ausencia, así sea temporal, impide una adecuada administración de los sistemas”.