El cierre de compañías no solo es un golpe para el tejido empresarial, sino que además afecta la generación de empleo.
A diario se conocen nuevos proyectos empresariales que toman forma en la capital y que se sobreponen a los desafíos de emprender en el país. Uno de los retos a los que se enfrentan quienes deciden hacer empresa en Colombia es superar los primeros años, en los que apenas se está consolidando el negocio.
Un informe presentado por el Observatorio de Desarrollo Económico de Bogotá muestra que las microempresas son las vulnerables ante este riesgo y, estiman, nueve de cada diez empresas que cierran solo en la capital colombiana son de menor tamaño.
De acuerdo con el reporte del ente, que forma parte de la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, cada año cierran alrededor de 21 mil empresas; todavía más preocupante, con corte a agosto de 2023, 41.892 empresas habían cancelado su matrícula mercantil (aunque precisan que la cancelación no implica necesariamente un cierre, también puede significar una transición a la informalidad).
En detalle, el informe señala que las personas naturales son las más propensas a ponerle fin a sus proyectos empresariales, con un 69,7% del total de los cierres. Lo anterior supone que existe una vulnerabilidad alta en los pequeños empresarios o proyectos nacientes.
Por sectores, el reporte menciona que el sector de servicios es el más volátil, acumulando un 55,6% de las cancelaciones de matrícula mercantil.
Dicha problemática se traduce en un golpe para el tejido empresarial, pero además tiene efectos sobre la generación de empleo.
Sobre los factores que inciden en la supervivencia de una empresa, el Observatorio cita una investigación de Confecámaras en la que se mencionan principalmente siete factores claves: i) el tamaño de la empresa, ii) la capacidad de acceder a mercados internacionales y de atraer capital, iii) su organización jurídica, iv) el entorno para hacer negocios, v) el dinamismo de su sector, vi) el acceso al crédito, y vii) la pertenencia a un clúster.
“La Administración debe mejorar la articulación de las estrategias y los esfuerzos destinados a la reactivación económica, lo que implica resultados más visibles que aporten al avance del desarrollo económico de la ciudad y al fortalecimiento del tejido empresarial bogotano”, Viviana Barberena, veedora Distrital.