Se estima que la inflación cierre en 5,9% para 2024 y que alcance la meta de 3% a mediados de 2025.
El más reciente informe de política monetaria del Banco de la República proyectó un crecimiento económico de 1% para 2023, cifra que cayó 0,2 puntos frente a la estimación del informe anterior. A su vez, el crecimiento del cuarto trimestre de 2023 también fue revisado a la baja, pasando de 1,2% a 0,9%.
El gerente técnico del Emisor, Hernando Vargas, comentó que algunas de las causas apuntan a una caída en inversión de maquinaria y equipo y bajos niveles de inversión en obras civiles, ademas de una reducción moderada en consumo privado, caída en inversión y consumo durable, que se traduce en menores importaciones y, con un buen desempeño de las exportaciones, en disminución del déficit comercial. Otros aspectos apuntan a una tasa creciente del desempleo y deterioro en el indicador de ocupación.
Por su parte, la inflación total terminaría en 5,9% a finales de 2024 y no en 4%, como se estimaba en el informe anterior. Para 2025, se estima que el indicador cierre en 2,8%, logrando la meta de 3% hacia mediados de año. Esto implica que se mantenga una política contractiva desde el banco central.
En esa misma línea, la inflación básica cae mas lento de lo previsto por la tendencia al alza en el sector servicios. Con eso en mente, 2024 cerraría en 5,4% y 2025 en 3,3%. Ese descenso continua debido a la política contractiva que se mantendría este año, además de las presiones desinflacionarias de la tasa de cambio y menores presiones de los precios de los alimentos, sobre todo en las comidas fuera del hogar.
Los precios de los alimentos en general apuntan a la baja, aunque existen riesgos al alza por los efectos derivados del Fenómeno de El Niño. No obstante, las reducciones en precios y costos internacionales, bajas presiones cambiarias en insumos y alimentos procesados, así como la dilución de efectos de ‘El Niño’ a finales de 2024 serían los factores dominantes en esta ecuación.
Para 2024, el pronostico económico se mantiene en 0,8% con una desaceleración del consumo privado, que tiene que ver con condiciones financieras internas más apretadas por una política restrictiva y un crecimiento moderado del crédito para los hogares. Asimismo, la inversión se mantendría en niveles bajos, pero contaría con recuperaciones a lo largo del año, motivadas principalmente por la recuperación de obras civiles.
Vargas también explicó que la política monetaria empieza a enfrentar una disyuntiva entre inflación y producto, pues ya se tienen excesos de capacidad productiva y una demanda débil. Adicionalmente, destacó que las implicaciones sobre la tasa de interés son diferentes. Según la encuesta de analistas realizada por el Emisor, la estimación promedio para 2024 apunta a una tasa de política monetaria de 9,2%, mientras que 2025 tiene una proyección de 5,8%
En el panorama internacional, el precio del petróleo cayó en el cuatro trimestre por aumento de oferta de países no miembros de OPEP+, pese a los conflictos geopolíticos. Para 2024, el valor del crudo se revisó a la baja a US$79.
En cuanto al crecimiento económico de los socios comerciales, el Banrep estima que la cifra pasaría de 2% a 2,2% en 2023, y en 2024 se espera que continúe desaceleración en actividad económica. Por su parte, el crecimiento de demanda externa estaría en 1,7%, previendo una política contractiva en dichos países y la alta incertidumbre a nivel global.
La proyección de la tasa de interés de la FED se ubicó entre 4,5% y 4,75% en 2024, mientras que en 2025 se espera un umbral entre 3,5% y 3,75% con una mejoría de condiciones financieras internacionales, reducción de tasas de interés de largo plazo y repunte de las bolsas, permitiendo que el país tenga mayor acceso al financiamiento externo a un menor costo. Esto implica un dólar mas barato que en el pronóstico anterior.
Al mismo tiempo, este panorama redujo la proyección de la prima de riesgo, tanto por condiciones holgadas internacionales y, en el caso de política interna, la reducción del déficit externo y fiscal durante 2023. Sin embargo, el gerente técnico del Banrep sostuvo que se mantiene por encima del promedio histórico.
El déficit de cuenta corriente llegaría a 2,8% en 2023 y 2,9% en 2024. La reducción del indicador de 2022, que cerró en 6,2%, se debe a la disminución en precios de importaciones, moderación de precios de fletes e insumos importados, mayores rendimientos de reservas internacionales, mayores ingresos en remesas de trabajadores y el ajuste fiscal de 2023.