La empresa 'Tomaticos’, de Ibagué, empezó con cinco máquinas de coser y ya tiene casi mil empleados. Avanzan en un plan con el que esperan llegar a 8 millones de prendas vendidas y 300 locales en todo el país.
“Si usted quiere emprender en moda en Colombia, el segmento infantil es poco explorado y tiene mucho potencial”, explica Pablo Emilio Artunduaga, gerente y fundador de la marca de moda infantil ‘Tomaticos’.
Hace 43 años, cuando se lanzó al negocio, tenía clara esta misma premisa y se propuso darle vida a una marca que factura 70 mil millones de pesos (2023) y emplea a casi mil personas.
El problema de quienes han querido construir empresa en esa categoría, dice, es que, a pesar de tener excelentes diseños, calidad y productos, las compañías que se lanzan han sido en su mayoría familiares y quiebran al poco tiempo. Él, en cambio, cuando estaba por graduarse como economista, decidió usar la tradición familiar de la confección para desarrollar su proyecto de grado, que terminó convirtiéndose en esta marca y mantener el foco de escalarla.
Su socia fue Consuelo María Avella, en ese momento compañera de universidad y novia. Empezaron con cinco máquinas de coser y cinco empleados y se dedicaron a maquilar. “Montamos lavandería de prendas, crecimos mucho, siempre enfocados en la proyección nacional, enfocados en el tipo de público al que queríamos llegar”, recuerda.
El modelo de negocio cambió en el año 2000, cuando incursionaron en el negocio textil y esto los llevó a una crisis financiera que los obligó a acogerse a Ley 550 de reestructuración empresarial. “En 2010 logramos salir de ese acuerdo de pago y con eso pudimos seguir avanzando. Cambiamos la forma de manejar la organización, esto nos ayudó a llevarla desde una perspectiva más profesional y menos familiar”. Artunduaga reconoce que en este tipo de transiciones es donde ha visto desaparecer a grandes empresas del segmento infantil.

Hoy, ‘Tomaticos’ comercializa 4 millones de prendas y su meta es llegar a los 8 millones en el 2025, gracias a la consolidación de más almacenes en el país y a una estrategia que contempla conquistar las grandes ciudades. Actualmente tiene 138 almacenes, pero su plan es llegar a los 300 en tres años.
Bogotá está en el centro de esa estrategia. Por años ‘Tomaticos’ apostó por conquistar a estratos 4 y 5 de ciudades intermedias, pero ahora irá por las grandes urbes. La capital es una prioridad en ese proceso, hasta ahora la marca solo contaba con tres tiendas allí y este año esperan abrir nuevos puntos de venta. Sin embargo, lo harán desde los barrios y los pequeños centros comerciales, en donde su propuesta resulte más competitiva.
Además del panorama económico, el directivo dice que estos cambios también están siendo impulsados por la situación de seguridad que hoy se vive en los municipios y que los ha obligado a crecer fuera de ellos. “Ya hemos invertido en el desarrollo de nuevas telas, más acordes a los climas de Bogotá, tenemos todo listo para empezar”, detalla.
El plan de expansión de la marca también va acompañado de millonarias inversiones para consolidar una nueva planta de producción en Ibagué. Se trata de un espacio de 20.000 metros cuadrados en donde esperan unificar su gigantesca operación: una tintorería con capacidad para 200 toneladas de tela, una tejeduría para 300 toneladas de tejido y una estampadora que hace 20.000 prendas al día.
La nueva planta también va a mejorar los índices de productividad, pues, explica el directivo, actualmente las diferentes dependencias están en pisos y ubicaciones distintas, lo que les representa una falta de competitividad del 10%. Finalmente, el proyecto cerrará con la consolidación, en asocio con Cormoda, de una hilatura para el Tolima, con la que esperan aprovechar la creciente industria algodonera de esa región.
El poder de la internacionalización
Para el directivo otro de los errores importantes que cometen quienes crean empresa en Colombia es que se fijan la internacionalización sólo como un objetivo para vender prendas fuera del mercado nacional. Ignoran, dice, que internacionalizar también puede significar traer mejores materiales, mejorar el producto según la experiencia de sus competidores externos, y crear nuevas narrativas de marca, entre otros.
“La logística, el diseño, la mejora operativa son cosas que se pueden aprender de la experiencia internacional, y es un factor que muchos olvidan”, comenta. Enfocados en esa visión, la marca decidió reducir sus exportaciones al mínimo y hoy están convencidos de que el mercado nacional puede seguir creciendo. “El país necesita sustituir importaciones, que por un lado le quitan trabajo a la gente y por el otro le saca muchas divisas”.
En su caso, por ejemplo, importan materia prima de la India, de donde llegan hilos, algodones, químicos y colorantes; de Brasil, que es famoso por sus índigos y telas y algunos insumos adicionales de México. La mano de obra es 100% colombiana, lo que los pone en desventaja frente a las empresas chinas que ofrecen sus productos en el país.
Los diseños también son creatividad colombiana. Al año lanzan siete colecciones, una de ellas basada en el uso de productos hechos sobrantes de tela de productos anteriores. Esta colección se destaca por los precios bajos con los que sale al mercado y por la función ambiental que cumple en el aprovechamiento de insumos.
En materia ambiental, dice, los retos siguen presentes. Actualmente los residuos de tela también son usados para el funcionamiento de las calderas de la operación, y han implementado la tecnología de tejido para poder bajar el consumo de agua en un 50%.
Para seguir creciendo apuestan por tecnificar su talento y diversificar su portafolio de servicios. Además de su marca propia, la compañía es uno de los principales maquiladores de Grupo Éxito, que anualmente vende 30 millones de prendas al año. ‘Tomaticos’ fabrica al menos 2 millones. Para hacerlo tiene una red de más de 75 maquiladoras, que genera unos 1.500 empleos indirectos.
La internacionalización la mantendrán con una compañía que están estructurando en Panamá y que atenderá al mercado de Centroamérica. Esto, pensando en que la deuda en dólares para construir la nueva planta tendrá que poderse pagar en la misma moneda, generando ingresos en divisas en otros mercados.
Este 2024 esperan crecer con 40 nuevos puntos de venta y mantenerse en su facturación como lo han hecho durante los últimos dos años. En materia de productividad esperan implementar los módulos de confección de pie, que han comprobado que resulta mejor para los empleados y los tiempos de entrega. “Será un proyecto nuevo, con máquinas nuevas, que estará enmarcado en el cambio generacional que hoy está viviendo la compañía”.
Y es que Artunduaga está listo para dejar su cargo, después de más de 40 años liderando la compañía, aprovechando que sus hijos entraron a formarse como empleados desde los 14 años y han pasado por todas las áreas de la empresa. Por eso confía en que, al contrario de sus pares, la transición se dé sin problemas y conservando el ADN de la marca.
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