Actualmente, la DIAN tiene la tradición de medir la brecha tributaria desde un enfoque descendente, mirando lo que potencialmente pueden pagar con lo que realmente entra.
La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) reveló hoy el reporte ‘¿Por qué no es conveniente para Colombia hacer una nueva normalización tributaria?’ en el que reveló cinco razones por las que no es conveniente una nueva normalización tributaria, luego de procesos similares realizados en 2019, 2020 y 2022.
En primer lugar, este tipo de procesos premian a evasores reincidentes: Y es que, en 2019, hasta 20,4% de los contribuyentes que normalizaron sus activos ya lo habían hecho previamente, mientras que en 2020 fue 21,6% y 2022 fue en 31,5%. “Más que normalizar activos, se normaliza la evasión y se premia un comportamiento reincidente. Los evasores aprenden en la medida en que se repiten estos mecanismos”, explicó el subdirector de Estudios Económicos de la DIAN, David Suárez.
Un segundo aspecto apunta a que las normalizaciones tributarias “generan incentivos perversos”, pues oueden promover el incumplimiento adicional de personas que perciban que el costo de omitir información no es tan alto y las consecuencias no son tan graves, lo que escala poco a poco y genera red de posibilidades para que la gente se aproveche estratégicamente de las normalizaciones.
“Lo que se puede percibir es que la administración tributaria no es fuerte y que se requieren estos perdones para conocer al contribuyente, minando el recaudo y el componente colaborativo, afectando el respeto y la confianza en la administración”, añadió Suárez.
Con respecto a la tercera razón, el ejecutivo resaltó que los premios que otorgan estas normalizaciones “benefician a los más ricos”. Esto teniendo en cuenta que el 0,5% de las personas más ricas declaró haber ocultado 91% del dinero normalizado por personas naturales en 2019 y 2020. Ese porcentaje puede llegar a tener una riqueza o patrimonio líquido superior a $1.049 millones.
Al mismo tiempo, la probabilidad de normalizar si se hace parte del 0,01% más rico es 96 veces más que el promedio de un declarante. Cerca del 90% de ese dinero corresponde a activos omitidos fuera del país. “En la normalización de 2019, el 1% más rico normalizó 97% de todo el dinero revelado por personas naturales”, explicó Suárez.
El cuarto motivo es que cada una de estas normalizaciones fue menos efectiva que la anterior. Para 2022 solo normalizaron 1.688 personas naturales y 213 jurídicas. Lo que se reportó en la primera normalización, que fue $10,8 billones en 2019, se reduce a la mitad sistemáticamente, pues en 2020 hubo normalización de $4,9 billones y en 2022 la cifra cayó a $2,4 billones.
El último aspecto radica en que no se necesita otra normalización porque ahora el país tiene más información de la que tenía antes sobre el contribuyente para ver cómo se ve el panorama de activos financieros que tienen los colombianos en otras partes del mundo. Hoy hay 100 países que acordaron intercambio automático de información sobre cuentas financieras de residentes fiscales de otros países.
En 2019, 42,1% de personas que normalizó estaban reportadas en esas fuentes de información, mientras que en 2020 fue de 69,5% y en 2022 llegó a 70,4%. “Todo crece en la medida que llegan nuevas normalizaciones. Ya hay un panorama interesante e información que debemos seguir explorando para evitar nuevas normalizaciones”, concluyó Suárez.