El giro hacia el activismo en detrimento de la experiencia y los conocimientos técnicos ha sido criticado incluso por ex funcionarios del propio gobierno como Jorge Iván González y Cecilia López, quienes lo han calificado de destructivo.
El debate está abierto. En medio de la controversia por la desaceleración de la economía y el estancamiento de las reformas que el gobierno impulsa en el Congreso, el presidente Gustavo Petro ha venido rondeándose cada vez más de activistas leales que carecen de experiencia y conocimientos técnicos.
De hecho, Petro no ha disimulado en las redes sociales su fobia por la tecnocracia, que durante décadas ha manejado con más aciertos que errores la economía colombiana.
“La tecnocracia es tener a supuestos técnicos en el poder. Democracia es tener gente en el poder”, escribió Petro en la red social X (antes Twitter). “En la primera, la gente sirve a los supuestos técnicos. En la segunda, los técnicos sirven al pueblo”.
Un ejemplo de ese giro es la designación del Alexander López como nuevo director del Departamento Nacional de Planeación, DNP, en reemplazo de un economista de los quilates de Jorge Iván González, autor del Plan de Desarrollo del gobierno.
López, abogado de profesión y quien durante 12 años lideró el sindicato de las Empresas Municipales de Cali, Emcali, antes de llegar al Congreso donde estuvo durante 22 años, hasta que el Consejo de Estado le quitó su curul del Senado por doble militancia, encarna ese giro hacia los activistas en detrimento de los técnicos y especialistas.
“No soy economista porque las matemáticas me dieron duro, es la verdad, pero conozco abajo, a donde se tiene que dirigir la política pública”, dijo López en un debate en el Congreso luego de su nombramiento.
“Quiero ver solo a uno de esos cuadros que reposan en Planeación Nacional, que conozca este país como yo lo conozco, que conozca las tragedias del pueblo colombiano, el dolor y el sufrimiento como yo los conozco”, agregó López quien a los 19 años entró a Sintraemcali y a los 23 llegó a su presidencia.
Según López, el presidente tomó la decisión de entregarle “esa maravillosa y hermosa responsabilidad de estar al frente de Planeación Nacional, donde se definen las politicas públicas para impartir justicia social”, por sus raíces populares.
En el mismo debate, López señaló que en su primer encuentro con los profesionales y técnicos del DNP, le dijo que “llegó la hora de dejar de mirar para arriba. Ahora hay que mirar hacia abajo, hacia donde pocas veces se ha mirado en nuestro país, y hacia donde tenemos la obligación de dirigir la política, los recursos y el esfuerzo institucional”.
Los peligros del activismo
El giro hacia el activismo en detrimento de la experiencia y los conocimientos técnicos ha sido criticado por el ex director del DNP, Jorge Iván González, y la ex ministra de Agricultura, Cecilia López, quienes hicieron parte del actual gobierno.
“Es muy duro lo que ha pasado. El tono del consejo de ministros cambió de manera sustantiva: es increíble ver cómo se pasa de pasa de un consejo de gobernantes a uno que cada vez es más de activistas, y eso es brutal”, dijo González en un homenaje que le rindió la Academia colombiana de Ciencias Económicas.
González admitió que su salida del DNP se debió a que el presidente no estuvo contento “con nosotros y yo digo: no entiendo. Es un drama. Lo decía en un artículo: ¿qué es más importante, la palabra del presidente o los artículos que hay en el Plan de Desarrollo? ¿Por qué la palabra del presidente es tan potente frente a una arquitectura legal que es el Plan que está proponiendo otro tipo de sociedad?”.
El ex funcionario fue más allá y dijo que el gobierno corre el riesgo de caer en un activismo que destruya lo que potencia una transformación.
Por su parte, Cecilia López subrayó su frustración por el giro hacia el activismo del gobierno.
“La vapuleada que le ha pegado este gobierno a la tecnocracia es una verguenza, lo que está predominando en este momento son el activismo y los contratos. Dónde está el servicio civil? Los Ministerios están desocupados”, dijo López, en el mismo homenaje.
Agregó que su preocupación es que el cambio, que debe seguir siendo una prioridad, muera porque se va asociar a lo que está pasando en el gobierno.
“¿Cómo recuperamos el cambio, cómo hacemos para que no muera? Para el gobierno, los únicos economistas que no son neoliberales son los de la Universidad Nacional. Todos los demás tenemos el sello de que somos neoiberales”, dijo López, formada en la Universidad de los Andes.
Además de López, al gobierno llegó el escritor, libretista y bachiller, Gustavo Bolívar, quien al frente de Prosperidad Social tendrá el reto de ejecutar un presupuesto de $10,7 billones este año, un aumento del 62% frente al 2023.
“Soy un bachiller que ha escrito 10 libros, muchos ensayos, más de 150 columnas de opinión, que ha escrito más de 3.500 guiones para televisión y cine y que tiene los estantes llenos de premios, medallas y condecoraciones. Un Bachiller que ha sido 2 veces senador de la República y presidente de la Comisión Económica del Senado”, dijo Bolívar en respuesta a los críticos de su nombramiento.