Después de un año retador por el alza en las tasas de interés, el CEO de Visum Capital, Anuar Pérez, sostiene que este tipo de instrumentos financieros alternativos están recuperando su atractivo para los inversionistas.

En el universo de los fondos de inversión colectiva, la especialización comienza a ganar fuerza y participación en un sector que se vio afectado por el aumento de la inflación y las elevadas tasas de interés de los últimos dos años. 

Tal es el caso de Visum Capital SAS, el gestor externo del fondo de inversión colectiva inmobiliario Visum Rentas Inmobiliarias, que fue creado en 2020 como resultado de una alianza entre BTG Pactual e Inverlink.

Con un portafolio de $1,8 billones en activos, de los cuales el 64% son logísticos e industriales, a finales de febrero este fondo finalizó la construcción de un centro de distribución (CEDI) de 90.000 metros cuadrados en el que invirtió $375.000 millones. 

El CEDI, construido en un plazo de 18 meses en la Sabana de Bogotá, será operado por Falabella durante los próximos 15 ó 20 años, que a cambio pagará un canon de arrendamiento con el que el fondo recuperará la inversión.

“Es un momento coyuntural por la situación macro de los últimos años que ha sido retadora para los fondos inmobiliarios”, explicó Anuar Pérez, CEO de Visum Capital, en diálogo con Forbes.

En una coyuntura de altas tasas de interés, estos fondos que tienen una vocación de largo plazo han tenido que competir con las rentabilidades de otros instrumentos (como los CDTs, los bonos privados  y la deuda del gobierno) para atraer a los inversionistas. 

Pero, con la reducción de la inflación y el relajamiento de la política monetaria por parte del Banco de la República, Pérez sostiene productos como los del fondo que lidera comienzan a generar un apetito mayor “porque las tasas empiezan a disminuir y las inversiones alternativas se vuelven más atractivas”.

Con 1.300 inversionistas, los títulos del fondo de  inversión colectiva de Visum se negocian en el mercado secundario y cualquiera puede entrar o salir. De hecho, Pérez explicó que, aprovechando la coyuntura, planean abrir el fondo para recibir nuevas inversiones y poder seguir haciendo proyectos como el CEDI de Falabella. 

La ejecución del proyecto fue financiada con créditos de Bancolombia y la IFC, el brazo financiero del Banco Mundial, con el que Visum espera estrechar su relación.

“IFC nos agrega un valor adicional que es su estrategia de sostenibilidad. Lo que buscan es limpiar los portafolios inmobiliarios, que son los que más producen huella de carbono en el mundo, el 40%, por la construcción y operación de los edificios”, explica Pérez.

Como parte de su estrategia de sostenibilidad, el fondo está apostando por la descarbonización de sus activos, mediante inversiones para la reducción del consumo de agua, la siembra de árboles y el uso de paneles solares.

A pesar del entorno desafiante, por la desaceleración de la economía y el ruido de la política, el CEO de Visum es optimista.  

“Nuestra estrategia de enfocarnos en activos logísticos empezó hace 3 años, porque sentimos que el mercado colombiano inmobiliario ya está suficientemente maduro como para empezar a especializarnos en ciertos segmentos”, dice Pérez. “Nosotros queremos ser los mejores en hacer bodegas y activos logísticos”.