En una apuesta audaz por la diferenciación, Inter Rapidísimo ha tomado una decisión que marca un antes y un después en la industria: integrar un equipo de arquitectos dentro de su dinámico laboratorio creativo.

Esta innovadora movida de Inter Rapidísimo no es un capricho estético, sino una estrategia profundamente arraigada en la convicción de que cada interacción física con la marca debe ser una experiencia distintiva y de muy alta calidad.

La decisión de traer arquitectos al corazón creativo de la compañía surge de un deseo de elevar todos los espacios asociados a la marca; desde los puntos de servicio hasta las oficinas y los mobiliarios, transformándolos en puntos de encuentro que no solo faciliten las operaciones logísticas, sino que también representen los valores y la identidad de la marca.

La compañía entiende que, en este nuevo mundo hiperconectado, la competencia es feroz y la diferenciación no puede ser solo un asunto de logística o servicio; debe darse desde un conjunto de experiencias que hagan de lo tangible un ítem muy relevante; “hagamos que la marca se viva y se sienta”, asegura Ana María Güiza, gerente de Arquitectura.

Con la integración de este equipo no solo se diversificará el espectro de habilidades dentro del laboratorio creativo, sino que también se infundirá una rica visión artística en el corazón de la empresa. Estos profesionales aportan una comprensión profunda del espacio, la forma y la función, transformando la manera en que Inter Rapidísimo se presenta al mundo. A través de la reinvención de los puntos de servicio y el diseño de mobiliario único, cada proyecto se convierte en un lienzo para expresar la identidad y los valores de la marca de manera creativa y visualmente impactante.

En este audaz cruce de caminos entre la arquitectura y la visión empresarial, Inter Rapidísimo se reinventa, no solo como pionera en el sector logístico, sino como fuente de innovación y arte, transformado la empresa en un lienzo en movimiento, donde cada entrega se convierte en una narrativa más amplia, cada espacio en un homenaje a la estética, y cada diseño en una posible fuente de inspiración. En las manos de estos visionarios, Inter Rapidísimo sigue demostrando que la verdadera magia surge cuando se desdibujan los límites entre lo cotidiano y lo extraordinario.