Desde 1999 a la fecha, el total acumulado de las sucesivas autorizaciones conferidas por el Congreso ascienden a US$70.000 millones.
Según el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, el límite de endeudamiento seguirá funcionando como un cupo rotativo y los nuevos desembolsos van ocupando el espacio disponible en el monto autorizado por el Congreso, mientras las amortizaciones liberan espacio para nuevo endeudamiento.
Durante la emergencia económica y social, mediante el Decreto 519 de 2020, se autorizó a que el Gobierno Nacional pudiera efectuar operaciones de crédito público sin que se afectara el cupo de endeudamiento vigente en ese momento.
Bajo esta excepción, se firmaron varios créditos con organismos multilaterales y gobiernos, entre los que se destaca el crédito de línea flexible del FMI por US$5.300 millones.
Lo anterior implica que los pagos de las amortizaciones de las vigencias 2024 y 2025, no liberen cupo para la contratación de la deuda programada en el Plan Financiero, acelerando la presentación de este nuevo proyecto de ley, explicó Bonilla.
Desde 1999 a la fecha, el total acumulado de las sucesivas autorizaciones conferidas por el Congreso ascienden a US$70.000 millones.
“La ampliación de cupo de endeudamiento toma en cuenta las proyecciones de servicio de la deuda, el plan financiero de la presente vigencia, los supuestos de déficit del balance fiscal presentados en el Marco Fiscal de Mediano Plazo y las leyes y actos legislativos presentadas y aprobadas por el Congreso como lo son: la Ley Regla Fiscal y el criterio constitucional de Sostenibilidad Fiscal”, señaló Bonilla.
El funcionario señaló que: “este trámite se ha realizado desde el año 1999, cada tres años en promedio, y constituye una autorización por parte del Congreso para acceder a diferentes fuentes de financiamiento externo que permitan promover los programas y proyectos del Plan Nacional de Desarrollo y seguir manteniendo el buen historial crediticio del país”.