Juan Carlos Mora empezó como analista de crédito en Bancolombia y siguió ascendiendo hasta llegar a la presidencia. Usó el conocimiento profundo que tiene de la entidad para llevarse el 73% de las utilidades de los bancos en 2023, un año retador para el sistema financiero. Ahora va por mucho más.

Hace 10 años, Juan Carlos Mora vio una foto de un vendedor de piñas en Brasil, su puesto callejero tenía un aviso: “se aceptan pagos digitales”. En ese momento, pensó: “yo quiero esto en Colombia” y lo logró.

Sentado en una sala de un elegante hotel de Medellín, donde al siguiente día dirigiría la asamblea de accionistas del banco con mayores utilidades del sistema financiero, no puede evitar que se le escape una sonrisa cuando afirma que el hito por el que más ‘saca pecho’ en Bancolombia es Nequi.

“En su momento fue una apuesta muy arriesgada, algunas personas del banco no confiaban, fue duro empujarlo”, dijo en entrevista con Forbes. Aún con las dificultades que acarrea un proyecto así, luchó por sacarlo adelante y cuando llegó la pandemia y los pagos digitales se convirtieron en una necesidad, ellos estaban listos.

Nequi ha sido la puerta de entrada al sistema financiero de muchas personas que habían sido invisibilizadas por la banca tradicional. La inclusión financiera pasó del 60% al 93% en los últimos años. “Hoy cualquier colombiano que quiera tener acceso al sistema financiero lo puede tener, fácil, a través de su celular y a cero costo”, destaca Mora.

“Juan Carlos siempre, en cada decisión, le ha dado prioridad al propósito que tiene Bancolombia y Nequi, en su contribución al país”, le dijo a Forbes Andrés Vásquez, CEO Nequi. “Nos ha mantenido conectados con nuestro trabajo por mejorar la relación de las personas con la plata”, añadió.

Y si fue un proyecto tan importante, ¿por qué dejarlo ir? El líder de Bancolombia ve a Nequi como ese hijo que cuidó, vio crecer y que ahora ya tiene la independencia suficiente para “salir de la casa de los papás” y, aunque “siempre tendrá las puertas abiertas para ir a cenar”, tiene casa propia y puede tomar decisiones autónomas.

Fuera de la zona de confort

Para Juan Carlos tal vez fue fácil impulsar un proyecto en el que no muchos creían porque desde siempre se acostumbró a estar fuera de la zona de confort. Estudió Administración de Empresas en la Universidad Eafit porque no sabía muy bien qué hacer con su vida y esa profesión le daba un márgen de maniobra amplio.

Al terminar los estudios, sus padres decidieron que sería el encargado de liderar el negocio familiar, después de un año de ser el gerente de una pequeña empresa del sector automotor, decidió que quería empezar en la base de la pirámide y entró como analista de crédito en la Corporación Financiera Nacional, hoy Bancolombia.

En ese cargo conoció a su esposa, quien tenía una jerarquía más alta en la Tesorería. Para conquistarla, usó su habilidad con los computadores para ayudarla a ejecutar procesos en Excel, “de nuevo la tecnología ayudándome”, recuerda con picardía. Dos años más tarde estaban casados.

Después pasó al área comercial. Recuerda con cariño algunos proyectos que pasaron por sus manos y también afirma haber aprendido mucho de trabajar con empresas en quiebra. Allí vivió la fusión de Bancolombia con Conavi y Corfinsura. En ese momento -2005-, Jorge Londoño, presidente del banco, le pidió ser el vicepresidente de Riesgos. “Yo no sabía de riesgos”.

“Mis jefes han visto en mí potencial, me pusieron en puestos para los que yo creía no estar preparado, me forzaron a estar incómodo. Hoy lo agradezco”.

En 2011 el banco experimentaba problemas tecnológicos y Carlos Raúl Yepes, presidente en ese momento, le dijo: “El riesgo más grande que tenemos es la tecnología”. Así se convirtió en el vicepresidente de Tecnología. Después, en 2014, asumió la vicepresidencia de Innovación.

Bancolombia es parte importante de la vida de Juan Carlos. Allí se enamoró de su esposa, pero también de la banca de personas, la tecnología y el liderazgo; hizo muchos amigos, como Mauricio Rosillo Rojas, actual vicepresidente de Negocios, con quien planea montar un bar cuando se pensione y María Cristina Arrastía, quien lo califica como “inteligente, le gusta innovar. Un jefe con la mente abierta y la mira al futuro permite crear, avanzar y atreverte a hacer cosas diferentes”.

De la presidencia dice que “no lo esperaba”. Un lunes de febrero de 2016 a las 8.00 a.m. estaba en la sede principal del banco cuando lo llamó Carlos Raúl, y lo citó en su oficina, “algo pasó”, pensó. Sin titubeos su jefe le dijo “hoy voy a renunciar al banco. La junta me pregunta si puede considerar tu nombre para la presidencia”. Automáticamente una voz en su cabeza dijo “no”. De no haber sido por una llamada con su esposa, habría rechazado el cargo.

Desde ese momento, Mora trabajó por reforzar la cultura organizacional, la digitalización, el análisis de riesgo, las oportunidades y más. Uno de los frutos de su trabajo se dio en 2023 cuando la entidad obtuvo ganancias por $6,1 billones, lo que representa 73% del total de utilidades de los bancos del sistema.
“Ha sabido llevar a la gente a unirse al propósito de convertir al banco en un espacio de inclusión, innovación y productividad”, dijo Sylvia Escovar, miembro de la junta directiva .

El futuro

La revolución silenciosa de la que habla Juan Carlos es la inclusión financiera, ahora esa revolución continúa y se enfocará en el crédito. Su curiosidad por la tecnología lo ha llevado a explorar blockchain, IA, contratos inteligentes, Open Finance y muchas más innovaciones que se verán reflejadas en un crecimiento de préstamos a la misma población a la que ya le dio una primera oportunidad.

Lea también Cementos Argos y Bancolombia: las acciones más atractivas para inversionistas