Los analistas siguen proyectando un crecimiento que oscilaría entre 1,4% y 1,8% este año y advierten que aunque la economía tocó fondo, el débil desempeño de la inversión sigue siendo preocupante.

El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, en reacción a la cifra de crecimiento revelada por el Dane de 0,7% entre enero y marzo, dijo que por tercer trimestre consecutivo el país tiene una senda positiva de crecimiento. 

“Se alejó el fantasma de la recesión”, dijo Bonilla. “Crecimos al 0,7% sin desestacionalizar y al 0,9% desestacionalizado. En el primer trimestre de 2024 crecimos al 1,1%. Los sectores que más han dinamizado la economía en el último año son agricultura, electricidad, administración pública y actividades culturales”. 

El funcionario destacó la incipiente recuperación de la industria y el sector de la construcción, cuyos crecimientos (desestacionalizados) fueron 0,7% y 1,1%. 

“Aun más importante, dijo Bonilla, la inversión creció 2,5% en el trimestre impulsada por maquinaria y construcción de vivienda”. 

Daniel Velandia, managing director de Research y chief economist de Credicorp Capital, explicó que, aunque el dato del ISE de marzo fue negativo (-1,5%), eso estaba incorporado en las proyecciones ya que dicho mes tuvo cuatro días hábiles menos que el mismo mes del año pasado, por cuenta de Semana Santa. 

“Cada día hábil menos por cuenta de efectos calendarios como Semana Santa le resta más de un punto del PIB a la actividad económica en un mes particular y en esta ocasión fueron cuatro días menos, así que era previsible que marzo fuera negativo”.

Velandia destacó que la importancia de mirar los datos desestacionalizados para aislar los ‘ruidos’ que generan este tipo de eventos, como Semana Santa.

“Cuando se miran los datos desestacionalizados, los números vinieron más arriba, con un crecimiento del 1% anual. Inclusive, por arriba de lo que tenía el Banco de la República (0,3%) y por arriba de lo que teníamos nosotros. Así que como el efecto estadístico de marzo se va a revertir en abril, elevamos la proyección de crecimiento nuestra de 1,1% a 1,8%, por un mejor comportamiento de agricultura y servicios públicos”.

Sergio Olarte, economista principal Scotiabank Colpatria, dijo por su parte que la buena noticia es que la economía mostró una leve recuperación y creció 1.1% con respecto al último trimestre del 2023.

“Se observa que los servicios siguen siendo muy importantes para la economía, aunque algunos de ellos se comienzan a deteriorar. Por ejemplo, la parte de comercio al por menor, los servicios financieros, especialmente por un tema de seguros. Y, por supuesto, la manufactura fue la que menos dinámica tuvo con una caída cercana al 5.9%”.

Olarte explicó que el crecimiento del 0,6% del consumo de los hogares es muy bajo y tiene que ver con el consumo de servicios, especialmente de alojamiento, mientras que la compra de bienes durables como carros, celulares y ese tipo de cosas, siguió mostrando un deterioro durante el primer trimestre del año.

Adicionalmente, destacó que las importaciones en términos reales siguen cayendo. “Eso muestra que, si bien se piensa que tocamos fondo, la recuperación está siendo bastante gradual y hace pensar que, junto con una inversión que no se ha recuperado y una dinámica de comercio exterior bastante débil, la economía sólo podría crecer este año alrededor de 1.4% y el próximo año 2.2%”.

Por su parte, Mauricio Hernández-Monsalve, de BBVA Research, dijo que el crecimiento del primer trimestre se ubicó en el 0,7% anual y completó cuatro trimestres consecutivos con variaciones anuales cercanas a cero. “De hecho, cuando se revisa el nivel del PIB ajustado por estacionalidad, su valor prácticamente es el mismo desde mediados de 2022. Esto es, la economía tiene casi 18 meses sin crecer, si bien mostró un ligero impulso al inicio del año”.

Hernández señaló que la inversión sigue siendo el componente del PIB que más preocupa, no solo por sus efectos negativos en el corto plazo, arrastrando a la baja el PIB del país, sino también, porque condiciona la capacidad de crecimiento a largo plazo. “Sin inversión es difícil pensar en que el crecimiento potencial del país se puede expandir en los próximos años”.

A pesar de ello, dijo que en BBVA Research siguen proyectando un crecimiento de 1,5% en 2024. “Se mantiene el pronóstico de dos velocidades en la expansión durante el año, yendo de menos a más la actividad.

“Durante el primer semestre, el consumo privado tendrá una recuperación tímida en el componente de los bienes que será limitada por la desaceleración que mantendrá el gasto en servicios. Además, la inversión empresarial todavía será baja, limitada por la baja demanda interna y las todavía elevadas tasas de interés. El único componente que se mantendrá dinámico será el de las obras civiles”.