La compañía productora de espumas reabrió su planta con la llegada de una moderna máquina que les permitirá recuperar el ritmo de producción que perdieron cuando un incendio quemó la totalidad de su fábrica, en 2023.

En enero de 2023 la fábrica de Espumas Santafé, ubicada en el kilómetro 1 de la vía Bogotá-Cota, quedó consumida por completo por cuenta de un incendio. Ramón Guisao, fundador de la compañía, estaba en su finca en Antioquia cuando recibió la llamada que le daba la noticia. En ese momento 450 trabajadores dependían de su negocio y tenían compromisos con una red de 1.800 clientes que habían construido por más de 30 años de trayectoria empresarial.

“Si un día empezamos con la uñas, volvemos nuevamente a empezar”, fue el mensaje de Guisao en ese momento. Por eso, solo cinco días después del incendio, trasladaron a sus empleados a las instalaciones de empresas de la competencia, que les abrieron las puertas para que pudieran continuar despachando sus pedidos. “Fue increíble, recibimos mucho apoyo. La competencia empezó a dejarnos uno de sus turnos, en la noche, para que nuestros empleados trabajaran desde allá. Obviamente con un costo, pero eso nos permitió cumplir con los compromisos que teníamos y seguir con nuestra operación”, comentó Guisao a Forbes.

El pasado 20 de mayo, poco más de un año después de la tragedia, la compañía pudo finalmente reabrir las puertas de su fábrica con la inauguración de una nueva máquina espumadora, equipada con la tecnología más avanzada en fabricación de espuma flexible de poliuretano en el mundo.

Esta tecnología le permitirá a la compañía fortalecer su posición en el mercado y expandir su oferta de productos, gracias a que la espuma de poliuretano es la materia prima esencial en la fabricación de productos como colchones y muebles, además de ser un componente crucial en diversas industrias.

“Nuestras espumas ahora cuentan con un sistema de fabricación continuo que incorpora la última tecnología desarrollada en el mundo y tenemos el privilegio de ser los primeros en tenerla en Colombia. Esta adquisición nos permite desarrollar espumas con aplicativos y aditivos especiales, generando altos niveles de desempeño y confort que generan valor a diversos sectores industriales, como muebles, colchones, automotriz e insonorización, entre muchos otros”, explicó Andrés Hernández, gerente General de Espumas Santafé.

La inauguración de la nueva máquina contó con la presencia del reconocido ciclista Rigoberto Urán, que ha sido uno de los aliados de la compañía dentro de su proceso de recuperación. El sector financiero, explicó Ramón Guisao, también jugó un papel clave, “prestándonos el dinero para hacer realidad estos proyectos y teniendo como respaldo no nuestra situación actual, sino la que veníamos construyendo por 32 años”.

La meta es recuperar el ritmo exportador de la compañía, que antes del incendio llegaba a 12 países incluidos España y Holanda. “Esta no es la primera vez que tenemos un desafío y hemos aprendido a levantarnos de todo. Los aliados, proveedores, amigos, y hasta la competencia nos han ayudado mucho en este camino y por eso hemos logrado mantener a todas las familias que dependen de nosotros”.

La empresa productora de espuma de poliuretano también tuvo que salir adelante en la pandemia, que fue una época complicada para ellos, pero atendieron emergencias en las cárceles y hospitales. Diseñaron colchones para que la gente contagiada con covid-19 se pudiera acostar boca abajo. En ese momento, llegaron a facturar hasta 130 millones de pesos diarios.

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