Según el Marco Fiscal del Ministerio de Hacienda, la economía crecería 3% en 2025, mientras que el costo de vida caería a 3,2% y la tasa de cambio llegaría a $4.179.

“Estamos en una coyuntura en la que seguimos haciendo el proceso de ajuste, tres años después de la pandemia, una coyuntura en la cual la deuda pública aumentó del 49% al 61% del PIB, casi 12 puntos del PIB”, explicó el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, al presentar el Marco Fiscal de Mediano Plazo.

Bonilla señaló que el Gobierno busca estabilizar la deuda en 55% del PIB, es decir, comenzar a bajarla, aunque sin llegar a los niveles previos a la pandemia, lo cual significa que el gran reto de estos años es cumplir con los compromisos nacionales e internacionales en materia de deuda, entre ellas, la del FMI que no estaba incluida en el cupo de endeudamiento.

Diego Guevara, viceministro de Hacienda, señaló en la presentación del Marco Fiscal que tras crecer 0,6% el año pasado, la economía se recuperaría en 2024 con una expansión del 1,7% y que hacia el mediano plazo el crecimiento llegaría al 3%. 

Por su parte, la inflación continuaría reduciéndose y este año cerraría en 5,3% (dato de fin de período) y a partir del 2025 convergiría hacia la meta del Banco de la República, que oscila en un rango entre 2% y 4%.

Para este año, el déficit fiscal alcanzaría el 5,6% del PIB “en pleno cumplimiento de las metas establecidas por la Regla Fiscal”.

Guevara explicó que el mayor déficit resulta de una caída en los ingresos del Gobierno y un incremento en el pago de los intereses del 3,9% al 4,7% del PIB ($80 billones). Sin embargo, dijo que para preservar la sostenibilidad de las finanzas públicas, el Gobierno reducirá el gasto primario de 19,2% del PIB al 18% en 2024, en línea con la menor disponibilidad de ingresos. 

Según el Marco Fiscal, la economía crecería 3% en 2025, mientras que el costo de vida caería a 3,2% (fin de período) y la tasa de cambio llegaría a $4.179. 

El documento prevé una reducción en la producción diaria de petróleo de 745.000 en 2024 (menor a la proyectada en el Plan Financiero de este año), con precio promedio del crudo Brent de US$ 83 para 2024.

Para 2025, la producción aumentaría a 793.000 barriles diarios con un precio promedio de US$ 80, aunque sería inferior a la producción prevista en el Marco Fiscal presentado en 2023.

El Marco prevé en 2025 un repunte en los ingresos tributarios del Gobierno hasta niveles cercanos a los de 2023 (16,3% del PIB).

En el mismo evento, el director de Crédito Publico, José Roberto Acosta, reveló que las necesidades de financiamiento del Gobierno se estiman en $143,2 billones, que equivalen a 8,5% del PIB.

De dichos recursos, 4,7 puntos porcentuales se destinarán al pago de intereses ($80 billones).

Acosta reconoció que hay un incremento en el financiamiento interno de este año, teniendo en cuenta que en el Plan Financiero presentado en febrero se habló de captaciones de recursos por $53,4 billones y se pasó a $63,7 billones.

“La diferencia, que equivale a $10,2 billones, proviene de $3 billones adicionales en las subastas de este año y a un pago que se hará al Fpec por $7,2 billones, confirmando la importancia que tiene la salud financiera de Ecopetrol para este gobierno”.

¿Recorte insuficiente?

El pasado 7 de junio, Bonilla anunció un recorte de $20 billones en el Presupuesto General de la Nación (PGN) para sincerar las cuentas fiscales y garantizar la estabilidad de las finanzas públicas.

La medida se produjo un día después de que la cartera de Hacienda anunciara un bloqueo parcial de algunas apropiaciones de gasto a todas las entidades que se financian con recursos del PGN, a raíz de la caída del recaudo de impuestos y para hacerle frente a los problemas de caja del Gobierno.

“Tenemos que hacer ese recorte, pero la idea no es recortar programas sociales ni recortar los programas de Gobierno. Es buscarlo en aquello que siempre existe, otro tipo de programas a los cuales uno puede decir que no son las prioridades del momento”, dijo.

Esta semana, Moody’s Ratings señaló que la perspectiva económica estable de Colombia podría rebajarse debido a un escenario macroeconómico débil.

Renzo Merino, analista senior de la calificadora, señaló las expectativas de una desaceleración económica más leve para la economía sudamericana en 2023 y 2024, además de presiones fiscales persistentes.

También destacó la tasa de inflación persistentemente alta de Colombia, que señaló es más alta en comparación con sus pares regionales.

Colombia tiene una calificación soberana de Baa2, según Moody’s, similar a la de Hungría, Filipinas e Indonesia.

Según un análisis de Investigaciones Económicas (IE) del Banco de Bogotá, el faltante de ingresos del Gobierno, frente a lo aprobado en el PGN de $503.2 billones, sería de alrededor de $60 billones al finalizar el año, por lo cual los recortes deberían ser mayores.

“Si bien el Gobierno se comprometió en el Plan Financiero a reducir su gasto en $20 billones para cumplir la Regla Fiscal, ahora el ajuste necesario es de $48 billones”, señala el análisis.

Cuando el Congreso aprobó el PGN, en octubre de 2023, el Gobierno esperaba obtener ingresos por $352.4 billones en 2024.

No obstante, IE proyecta que los ingresos rondarían $292.3 billones, lo que significaría un hueco cercano a los $60 billones. Esto haría necesaria una estrategia de recorte en el gasto público para asegurar el cumplimiento de la Regla Fiscal y la sostenibilidad de las finanzas públicas, dice el citado análisis.

Según Corficolombiana, para cumplir el déficit permitido por la Regla Fiscal en 2024, de 5,3% del PIB, estimamos que el MFMP debe hacer explícito un recorte del gasto mayor a los $20 billones (1,0% del PIB) que anunció recientemente el Ministro de Hacienda.

“El recaudo tributario hasta mayo acumulaba una caída anual de 4,4%, alejándose de la meta oficial de crecimiento de 10,3%, a lo cual se suma la no materialización de los ingresos esperados por arbitramento de litigios. El gobierno reconoció que, en los primeros cinco meses del año, el faltante fiscal era de $15 billones”.