Este empresario está detrás de negociaciones como la llegada de Juan Guillermo Cuadrado al Inter o de Yerry Mina al fútbol italiano, solo estos dos jugadores han movido más de $35 millones euros en los últimos cinco años y a esto se suman otras millonarias transferencias. Ahora, va a llevar sus negocios fuera del terreno de juego y duplicar sus cifras
Desde siempre Andrei Martínez respiró fútbol, practicó el deporte desde muy jóven y su sueño era llevar la camiseta en la cancha representando a su amada Colombia. Sin embargo, ese es el sueño de miles de niños y sólo 11 llegan a ser titulares. Aún así, esto no fue un impedimento para dedicar su vida a este deporte.
Aunque no era su pasión de infancia, Andrei siempre tuvo una habilidad especial para los números, y cuando llegó ese momento en la vida de todo adolescente en el que se deben tomar decisiones adultas, este joven de 19 años dejó la ambición de ser futbolista profesional para estudiar Administración de Empresas en Medellín.
Tuvo un emprendimiento fallido, “no estaba haciendo lo que me gustaba”, confiesa en entrevista con Forbes. Mientras tanto, seguía en contacto con sus compañeros de equipo, entrenó muy cerca de las grandes ligas con Juan Guillermo Cuadrado a su lado.
Cuando las cosas se dieron para Cuadrado y su carrera profesional se disparó, buscó entre su círculo de confianza a alguien que se pudiera concentrar en la burocracia mientras él lo dejaba todo en la cancha. Al principio, el acercamiento fue solo para algunos consejos entre amigos, pero Andrei se dio cuenta de que esa era su oportunidad para combinar su más grande pasión con su verdadera destreza.
En 2015 se fue a vivir un tiempo a Italia donde conoció a algunos jugadores y empresarios. Para 2016 pasó del consultorio de consejos a su primera empresa, identificó que el problema más grande de los futbolistas era cómo manejar su dinero y esa fue su puerta de entrada. Aún así, Andrei quería estar más cerca de la cancha.
Siguió creciendo, aprendiendo y ampliando su red de contactos -su teléfono guarda una agenda envidiable-, y unos años después creó Noss Football Agency, su joya de la corona, para representar futbolistas con servicios que incluyen negociación de contratos, relacionamiento con clubes y agentes y asesoramiento estratégico.
Andrei se dio cuenta de que los deportistas tenían varias necesidades y creó una empresa para cada una de ellas. Actualmente su portafolio incluye Noss, para representar, Trece50, servicios legales y tributarios, ForSeven, agencia de marketing, y ProInvestments, para la gestión de inversiones y donde realmente se está el dinero en juego. Hoy tiene activos bajo administración que superan los US$100 millones y con los negocios que está cerca de cerrar espera terminar el año duplicando esa cifra. “Es un año muy importante”.
Martínez conversó con Forbes a través de una videollamada que tomó desde Dubai, donde estaba porque tiene una apuesta: conquistar Medio Oriente, especialmente los Emiratos Árabes Unidos, Arabia y Qatar. El negocio creció tanto que este año amplió su red para administrar las fortunas no solo de jugadores, ahora trabajará con empresarios de otras industrias. Todo se verá reflejado en unos US$200 millones de activos bajo administración para 2025.
La oficina en Dubai, que estará disponible a partir de noviembre, acompañará la que tiene en Londres -donde reside-, Dallas, Estados Unidos -desde dónde gestiona la mayoría de las inversiones- y Medellín -donde está una gran parte de su equipo de trabajo-.
Dios y familia
Con humildad le atribuye su éxito a dos factores: su fe en Dios que lo empodera a creerse el cuento y soñar en grande; y su crianza. Andrei es el menor de tres hermanos de una familia paisa “llena de disciplina y muchos principios”, y si algo agradece es que su padre -y más grande referente- le enseñara el don de la palabra, pues ha sido su base en los negocios.
Figuras como Cuadrado y Yerry Mina confiaron en él desde el primer momento, sin necesidad de mucho papeleo, solo con un cruce de palabras. “Estoy muy agradecido con él por todo lo que ha hecho por mí, es gracias a él que hoy soy un futbolista y empresario firme”, dijo Mina en medio de un evento en el que él y Cuadrado anunciaron una inversión de US$17 millones en un complejo comercial en Guatapé, Antioquia. El agente asegura que el agradecimiento es mutuo. “Andrei es mi representante de fútbol, pero más que eso es un amigo, un hermano y para mí es un privilegio poder trabajar con él”, expresó Cuadrado.
El negocio de Andrei cruzó fronteras internacionales hace algunos años, sin embargo, el cariño que tiene el empresario por su tierra es enorme, habla de generar empleo en su país, volver a invertir, encontrar nuevos talentos deportivos y empresariales y por supuesto venir a disfrutar de la gastronomía y los paisajes paisas.
Aunque pasa gran parte de su tiempo fuera de Colombia, ya sea en Londres donde vive, en Nueva York cenando con quienes administran dinero para apellidos como Musk o Zuckerberg, en España almorzando con su gran amigo Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, en Italia en algún evento benéfico con Giuseppe Lavazza y Darío Tossetti o en Dubai cerrando negocios; volver a Medellín para hablar de pádel y negocios que están en la puerta del horno con Alejandro Falla o reencontrarse con su equipo y almorzar fríjoles paisas siempre será el mejor plan para este empresario.
CÓMO JUGARLO
Por José Caparroso
Con los talentos colombianos que llegan a las canchas del mundo también se expande el negocio de la representación deportiva, ahora más sofisticado. El antioqueño Lucas Jaramillo, con su agencia Alinea Sports, intermedió el fichaje de David Ospina en el Arsenal de Inglaterra por un contrato de 3,5 millones de euros y maneja un total de 34 talentos colombianos y uno panameño. Con su agencia Elite Player, Carolina Ardila tiene cinco talentos, entre ellos Kevin Mier que llegó al Cruz Azul de México en un negocio 4,5 millones de euros y Nelson Palacio que llegó al Realt Salt Lake con una negociación de 1,8 millones. Son apenas algunos de los casos en este mercado.
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