Con un crecimiento anual del 6% en el último trimestre del 2023, el sector agropecuario sobrepasó a los demás y la tendencia se mantuvo en el primero de este año, con una variación del 5,5%. Rentabilidad, el clima y la inseguridad, los retos.

Con más de 10 millones de hectáreas de tierra cultivable no utilizadas y agua en abundancia, el sector agropecuario ha sido visto desde siempre como la promesa no realizada de convertirse en el motor del crecimiento de la economía.

En un mundo que año tras año aumenta la demanda de alimentos, esa visión se ha visto frustrada por diversas razones, lo que ha generado acalorados debates sobre la competitividad del sector.

Desde el lado de los productores y la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, se alegan factores históricos como la violencia, la carencia de bienes públicos y la falta de una política rural con visión de largo plazo y su articulación con la institucionalidad agropecuaria. Sin embargo, en el gremio de los economistas y académicos se habla de un excesivo proteccionismo y de malas políticas.

Juan José Echavarría, el ex gerente del Banco de la República e investigador de Fedesarrollo, ha sostenido que el arancel en la agricultura es mucho mayor en Colombia que en los países de la región cuya agricultura ha crecido más rápido como Perú, Chile, Argentina e incluso Brasil, que, aunque cuenta con una enorme protección a la manufactura, ha reducido los aranceles y para aranceles en la agricultura y cuenta un centro de investigación –Embrapa– de excelencia a nivel internacional.

Como resultado de ello, Brasil se encuentra hoy entre los mayores productores y exportadores de soya, maíz, azúcar, café, jugo de naranja, carne de res, pollo, cerdo, y frutas y verduras, entre otros.

A pesar de los factores que han lastrado su desarrollo, las exportaciones del sector agropecuario colombiano alcanzaron máximos históricos entre 2015 y 2022, tanto en dólares como en cantidades, un factor en el que la tasa de cambio desempeñó un papel clave.

De hecho, las cantidades exportadas, medidas en toneladas métricas crecieron y se acercaron a las 6 millones de toneladas. El 84% del crecimiento en los montos exportados en ese lapso se dio por un aumento en las cantidades, y el restante 16% a mayores precios pagados por dichos productos, según un análisis de Corficolombiana.

Jorge Enrique Bedoya, presidende la SAC

Los productos que protagonizaron el ‘boom’ exportador fueron: café, con una participación en el área sembrada del 18% y del 32% en las ventas externas; flores con 10% y 17; aceite de palma con 11% y 15% y banano con 1% y 15%, respectivamente, en los mismos indicadores.

Sin embargo, las exportaciones en cantidades cayeron 4,3% y en millones de dólares 3,6% en 2023. Esta situación se produjo a raíz de las fuertes contracciones anuales en las ventas al exterior de carne y preparados de carne (-27,2%), café (-7,3%), y legumbres y frutas (- 19,6%), las cuales representan cerca del 40% del total de exportaciones que realiza el sector.

A pesar de ello, el PIB del sector agropecuario marcó un cambio de tendencia en 2023 y creció 1,4%, tras contraerse 0,8% en 2022. Para este año, Corficolombiana prevé un crecimiento de 2,5% con expansiones en la producción agrícola (2,0% año/año), cafetera (8,1%) y ganadera (1,4%).

Clave en el cambio de tendencia ha sido la recuperación de la producción de café, que llegó a tocar un mínimo de 11,1 millones de sacos en 2023 y en el último año aumentó a 11,6 millones de sacos.

“Si vemos año calendario, en el año cafetero – que es de octubre a abril- la producción ha crecido en un 16% y las exportaciones 10%, y las ventas externas de la Federación aumentaron 31% en el mismo periodo”, explicó Germán Bahamón, gerente de la Federación de Cafeteros.

Germán Bahamón, gerente de la Federación de Cafeteros.

En diálogo con Forbes Colombia, Bahamón confirmó el cierre de un acuerdo con Green Coffee Company Holdings LLC para el desarrollo y distribución de café tostado Juan Valdez en las grandes superficies y el canal institucional en Estados Unidos y Canadá, lo que le permitirá al gremio multiplicar casi por 10 los ingresos de ese segmento hasta US$100 millones al 2030.

Además de esta buena noticia, un análisis de Bancolombia destaca el comportamiento de los cultivos diferentes al café. Se trata de un universo grande y diverso de actividades, que incluye la producción de cereales, frutas, oleaginosas, caña, raíces, tubérculos, hortalizas, y creció 7,2% en el cuarto trimestre de 2023, para un año completo con aumento del 2,4%, después de haber crecido 1,1% en 2022.

Con estos resultados, tres de los cinco subsectores (agricultura, ganadería, pesca y silvicultura) se encuentran por encima de los niveles de 2019 y su comportamiento durante el último trimestre de 2023 exhibió expansiones.

Una recuperación agridulce

Pese a la aceleración observada, que se tradujo en un crecimiento del 5,5% en el primer trimestre de 2024, Jorge Enrique Bedoya, presidente de la SAC, se muestra preocupado por la caída de la rentabilidad y el flojo comportamiento de la economía que, en el primer trimestre de 2024, creció 0,7%.

“Una cifra del 5,5% que pareciera ser muy positiva, hay que mirarla también en el contexto de lo que está pasando en dos frentes: uno, el del desempleo, que viene aumentando, y dos lo que está sucediendo con el comercio, la industria y el alojamiento, que son sectores que jalonan el consumo de alimentos”, señaló Bedoya.

Y aunque el PIB del sector se encuentra 9% por encima de los niveles que registraba antes de la pandemia, el empleo no ha logrado retomar los mismos registros del 2019: 3,4 millones de ocupados versus los 3,3 millones promedio de 2023, a lo que se suma la pérdida de 200.000 puestos de trabajo en marzo como consecuencia del verano, según la SAC.

“Y ahora eso nos empata con las lluvias que en Urabá se han traducido en la pérdida de un millón de plantas”, insiste Bedoya a lo cual hay que agregar problemas de rentabilidad que enfrenta el sector lechero. “En La Mojana se perdieron 6.000 hectáreas de arroz y 2.000 de banano están en riesgo por el rompimiento de Cara de Gato”.

A los productores del campo también los trasnocha el aumento de la inseguridad física y la jurídica. En el primer frente denuncian un aumento en la extorsión y el secuestro, el bloqueo de las carreteras, las ocupaciones ilícitas de predios y el hurto.

En cuanto a la inseguridad jurídica, Bedoya dice que va de la mano con las relaciones con el Gobierno y el proyecto de Ley de la Jurisdicción Agraria, la Reforma Laboral y muchos temas de regulación por decreto, así como el catastro rural.

Y señala que aunque la SAC y los 21 sectores que representa el gremio tienen propuestas ‘para todo’, la interlocución con los ministerios y las entidades oficiales están lejos de ser las mejores.

“Como le hemos dicho a la ministra de Agricultura deberían aprovechar el conocimiento y la experiencia de décadas que tienen los gremios y cada sector. Es gente que ha tenido la experiencia de quebrarse, ser rentable, saber qué es lo que se necesita, pero el Gobierno desaprovecha esa oportunidad”.

En medio de ese panorama retador, Bedoya dice que la buena noticia sigue siendo el comportamiento de las exportaciones en sectores tradicionales como el café y las flores y en otros emergentes, como el aguacate Hass, la panela pulverizada y el cacao.

Según el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, entre enero y marzo las exportaciones de bienes no minero energéticos aumentaron 2,5% hasta US$4.970 millones. Entre los productos que ayudaron a impulsar el crecimiento están los filetes de tilapia, que registraron un aumento del 115 %; el banano, con un crecimiento del 84,9 %; y el limón Tahití, con una variación positiva de 60,3 %.

El papel de la palma de aceite

“El año pasado fue muy positivo para la palmicultura”, explica Nicolás Pérez Marulanda, presidente de Fedepalma. Luego de varios años de producciones récord, el sector alcanzó un máximo de 1,8 millones de toneladas de aceite crudo de palma, es decir 72 mil toneladas más y un crecimiento del 4,1% frente a 2022.

Nicolás Pérez Marulanda, presidente de Fedepalma.

A esta resultado se sumó el buen nivel de precios que, aunque no tan altos como los de 2022, sí representó una buena combinación que ayudó al desempeño del sector, gracias también a la mejora en las prácticas agrícolas y de fertilización y a la mejor distribución de las lluvias, entre otras razones.

Según Fedepalma, la cotización en Malasia estuvo en promedio en US$ 834 por tonelada frente a US$ 1.126 en 2022 para una caída del 26%, que fue trasmitida al mercado local donde el precio del aceite de palma estuvo en promedio en $3,9 millones por tonelada, un 21% menos que lo registrado en 2022, contribuyendo así a la reducción de los precios de los alimentos.

Reflejando la estacionalidad de la producción de aceite de palma, en el 2023 el 56% estuvo concentrada en el primer semestre del año. De otra parte, la productividad del aceite de palma llegó a 3,66 (ton/ha) en 2023, cifra superior a la estimada del promedio a nivel mundial que alcanza 3,31 (ton/ha).

Las ventas de aceite de palma al mercado local alcanzaron 1,36 millones de toneladas, con un alza de 3,2%, siendo el segmento de aceites y grasas comestibles el principal destino con una participación del 49%, seguido por el biodiésel con el 42%. Es decir, que la producción de aceite de palma nacional atiende alrededor del 75% del mercado local de aceites y grasas comestibles del país.

En cuanto al mercado de exportación, las ventas llegaron a 498.000 toneladas, con un incremento del 6,5% frente al 2022. Los principales destinos de las exportaciones fueron: Brasil, la Unión Europea, México, República Dominicana y Estados Unidos.

A pesar de ello, el sector ha enfrentado el reto del clima con un fenómeno de El Niño agudo en el primer trimestre, lo que redujo la producción en un 10% en el mismo período, lo que podría traducirse en una caída de 100.000 toneladas para el año completo.

En cuanto a los precios, Pérez explica que han estado en niveles inferiores a los del año pasado, no solo por un aumento en la oferta del sudeste asiático sino también por las buenas cosechas de soya en los países productores.

2024: un año prometedor

En un sector heterogéneo, conformado por pequeños, medianos y grandes productores, los extranjeros están llamados a jugar un papel cada vez más importante para convertirlo en uno de los motores de la economía.

Xavier Vargas, presidente de Cargill Centroamérica y Colombia, una multinacional con 55 años de presencia en el país, explica que el año pasado la compañía alcanzó un crecimiento de doble dígito en ingresos y califica a 2024 como un año prometedor.

Con tres líneas de negocio en Colombia (comercialización de granos y aceites, alimentos balanceados y el negocio de proteína animal, a través de la adquisición de Pollos Bucanero y Campollo) y unos 7.000 empleados, Cargill cuenta con 12 plantas en el país, que abarcan el procesamiento de pollo, producción de alimento y plantas de incubación, incluyendo una planta de alimentos balanceados y tres nodos de gallinas reproductoras.

“En el negocio de proteína, invertimos más de $350.000 millones en la compra de Pollos Bucanero para garantizar eficiencia e innovación en la cadena de suministro”, explica el directivo y señala que el crecimiento de la operación “se debe a nuestro enfoque en el negocio, en el trabajo con el agricultor colombiano y en la conexión directa con los cliente y productores”.

Y aunque la producción está enfocada en el mercado local, Vargas sostiene que tienen planes para exportar para lo cual vienen trabajando con varias entidades para abrir nuevos mercados.

“Creemos que conectar a los agricultores con los mercados y a los consumidores con productos de calidad es esencial para el desarrollo. Nuestra estrategia se centra en crear una cadena de suministro más eficiente y accesible, ayudando a los agricultores locales y minoristas”, señala y explica que la clave para enfrentar la incertidumbre propia de mercados como el colombiano es desarrollar la capacidad de adaptación.

“Hemos adoptado una visión a largo plazo que nos permite ser resilientes ante desafíos y aprovechar nuevas oportunidades”, remata.