A partir de un negocio de rentas cortas en Cartagena, esta pareja de emprendedores han construido -en menos de 10 años- una empresa que ya genera más de 100 empleos directos.

Julián Gutiérrez y su esposa, Nikol Cobo, se conocieron en Nueva York mientras ambos realizaban estudios universitarios de Administración y Negocios Internacionales y regresaron con la idea de emprender en Colombia, donde la familia del primero es dueña de un hotel boutique en Cartagena.

Como una extensión del negocio familiar, su primer emprendimiento fue una empresa de ‘property management’ que administra un portafolio de propiedades de rentas cortas de la familia y de terceros, que crearon hace 8 años.

“Al hacerlo, nos dimos cuenta de que los clientes nos estaban pidiendo un buen café en Cartagena, donde la oferta era escasa en ese momento”, explica Gutiérrez.

Así, encontraron un hueco en el mercado y después de un viaje al Eje Cafetero y de un tour por una finca productora, regresaron con la idea de abrir una cafetería que no solo ofreciera un producto de calidad sino también experiencias a los clientes. 

Decididos a explotar la oportunidad, tomaron cursos de barismo en Bogotá y entraron de lleno al mundo del café, con un primer local de unos 45 metros cuadrados, situado al lado del hotel boutique de la familia (el Hotel Casa del Arzobispado), gracias a un préstamo de sus padres.

“Queríamos que la gente viviera la experiencia de la finca cafetera en una mesa. Un café de especialidad con una buena gastronomía y todo el escenario del brunch que conocimos en Nueva York”, explica Nikol Cobo que nació en Cali, pero que al igual que su marido jamás había vivido en el país.  

Así, fundaron Época en un local clásico colonial. Incluso restauraron una máquina expresso de 1958 con la idea de recrear la experiencia de los cafés de París o Nueva York y lograr diferenciarse. En el local, los turistas extranjeros vivían la experiencia alrededor del café mientras los baristas les enseñaban los métodos de preparación.

Después de recuperar la inversión inicial montaron un segundo local en el centro de Cartagena, pero entonces llegó la pandemia que cambió sus planes y los obligó a replantear su estrategia e idea original de negocio. Para entonces, ya habían empezado a vender el café Época en bolsas, que compraban a productores de Risaralda y a una cooperativa de Jericó, en Antioquia. Durante la crisis sanitaria, además de cerrar el segundo local, abrieron una tienda en línea y empezaron a vender el producto a Estados Unidos. 

La suerte estaba de su parte y cuando terminó la pandemia, agrandaron el local inicial y empezaron a atender unos 400 clientes al día. Para entonces, la comida (desayunos, almuerzos y cenas) ya representaba entre el 60% y el 70% de los ingresos de la empresa, lo que les permitió hace dos años y medio abrir en Barranquilla, donde residen. 

Allí, en un local situado en el sótano del restaurante, abrieron un ‘sound bar’ donde los clientes pueden disfrutar un coctel, oír música de vinilo y hablar de negocios. Recientemente, abrieron en Medellín un sitio similar y la empresa que crearon registró ingresos por US$2,6 millones el año pasado.

“Ya opera como una marca aparte y este año, entre los diversos negocios, proyectamos ventas por US$4,2 millones este año”, explica Gutiérrez y señala que hoy cuentan con un equipo (gerente general, la directora de recursos humanos y una gerente financiera) y generan unos 120 empleos directos.  

“Los primeros dos o tres años sufrimos por la falta de talento humano adecuado, pero nos dimos cuenta de que era un tema administrativo. Cambiamos la cultura organizacional, hemos creado un equipo humano sólido y nos hemos convertido en coaches motivacionales”, explica Cobo. 

En cuanto a la empresa de rentas cortas, explican que se trata de un negocio pasivo y que el restaurante se convirtió en el proveedor de la comida para el hotel familiar, que fue creado hace unos 18 años. 

Hoy, esta pareja de emprendedores sueña con construir una empresa más grande con 8 ó 10 locales a nivel nacional y, a mediano plazo, aspiran a proyectar la marca a nivel internacional.