Según la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos, la demanda llegó en febrero al mínimo de los últimos 3 años, con 172,9 millones de galones, un volumen que no se presentaba desde la post-pandemia y el paro nacional.

Según la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos – Comce-, desde que comenzó el alza en los precios de los combustibles desde $9.523 en septiembre de 2022 a $15.9063 en junio de este año, la demanda ha caído -14,79% mientras que la contracción es del -8% en los primeros seis meses de 2024. 

La medida fue adoptada por el Gobierno para reducir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fpec), que cerró el año pasado en $37 billones, de los cuales $20 billones corresponden al diésel y los $17 billones restantes a la gasolina. 

David Jiménez Mejía, presidente del gremio que administra la parafiscalidad del sector, Fondo de Protección Solidaria Soldicom, que reúne a las 6.368 estaciones de servicio en el país, dijo que existe preocupación en el sector por la caída en las ventas de combustibles líquidos. 

“Una fuerte contracción en la demanda, como se evidencia en el consumo desde 2023, tiene un persistente y negativo efecto en la generación de empleo, en la rentabilidad de los distribuidores minoristas y la sostenibilidad de las estaciones de servicio”, señaló.

Según el gremio, el sector genera más de 50.000 empleos formales directos, de los cuales más de 9 mil son mujeres; es decir, 2 de cada 10 empleos que se crean en las estaciones de servicio son para mujeres y de éstas, 2 de cada 3 de ellas, son madres cabeza de hogar. Además, en las estaciones se genera empleo para unos 6 mil jóvenes, que en muchos casos es su primer ingreso a la vida laboral.

“Si la tendencia a la baja persiste, en el mediano plazo veremos una contracción en la oferta en el sector, es decir, desinversión”, agregó. 

Según cálculos del gremio, la demanda llegó en febrero al mínimo de los últimos 3 años, con 172,9 millones de galones vendidos, un volumen que no se presentaba desde junio de 2021 (en el marco de la post-pandemia y el paro nacional), con 172 millones de galones despachados.

Jiménez explicó que, aunque el aumento en el precio de la gasolina corriente ha tenido un impacto en la caída en las ventas, no es la única ni la principal causa. 

“El consumo de gasolina o diésel hace parte del costo de la canasta familiar, según el DANE. Luego, la caída en las ventas también está vinculada, y en mayor medida, a la desaceleración en la economía, especialmente en sectores claves como la construcción y la vivienda”.

De acuerdo con el vocero, es imperativo tomar medidas para reactivar la economía y, en consecuencia, mejorar la situación de las estaciones de servicio.

“Hay que cuidar la cadena. Es menester garantizar que la red de suministro de combustibles no se deteriore y se siga brindando un servicio de calidad a todos los colombianos”, señaló Jiménez.