En República Dominicana el jazz está en pleno auge. Músicos experimentados convergen con talentos emergentes para el deleite de un público que aplaude esta vibrante expresión de unidad.

El jazz es un puente que une culturas porque promueve la integración de ritmos autóctonos y el folclor, enriqueciendo con ello el léxico musical. También es una declaración íntegra de la libertad de expresión y un símbolo de paz, tal como lo ha afirmado la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

“Cuando la milicia estadounidense comenzó la ocupación de República Dominicana, en 1916, este género unió a músicos de ambos países, dejando atrás las diferencias y centrándose en disfrutar de la improvisación, de aquello que les dictaba el corazón para expresarlo a través de sus instrumentos”, narra Fernando Rodriguez De Mondesert con relación al capítulo inicial de la historia de esta manifestación cultural en el país.

FOTO: © CALEBOQUENDO

Él es un entusiasta del jazz en la isla caribeña. Tanto, que durante casi dos décadas ha investigado, difundido y posicionado este tema, además de seguir muy de cerca los pasos de exponentes dominicanos en el mundo.

Así, a lo largo de estos años ha visto, tras bambalinas y en primera fila, el crecimiento del jazz en República Dominicana como un movimiento de innovación artística impulsado en gran medida por la apertura de todos los actores inmersos en este universo musical, así como por el desarrollo de nuevos talentos.

También ha sido testigo del papel fundamental que desempeña en esta cultura el Conservatorio Nacional de Música, con sede en Santo Domingo. Él ha visto cómo los jóvenes artistas crecen con la práctica autodidacta, maduran y encuentran su sonido al participar en sesiones con pioneros del jazz y músicos experimentados dispuestos a compartir sus conocimientos.

Uno de ellos es Michel Camilo, embajador del jazz latino más galardonados a nivel internacional, quien tiene una fundación a través de la cual imparte clases magistrales gratuitas. Además, el programa emprendido por el prestigioso Berklee College of Music, en el que participó como maestro invitado, ha favorecido a cientos de jóvenes con cursos en distintas áreas musicales, además de becas para la formación profesional.

Rodriguez De Mondesert destaca que la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña creó la primera Escuela de Música Contemporánea en aquel país; y esto, para los noveles instrumentistas, representa una puerta hacia el mundo.

Pasión sin fronteras: El pianista, compositor, arreglista y educador Josean Jacobo, junto con el grupo Tumbao, es uno de los principales exponentes del “Afro Dominican Jazz” a escala internacional.

LABOR INCANSABLE

La evolución del jazz dominicano ha sido virtuosa, y la lista de los exponentes que han contribuido a su proyección es extensa.

“El género ha pasado por diversas etapas, pero si nos situamos en las últimas décadas podemos mencionar a Alex Díaz, radicado en Nueva York, que ha hecho un trabajo tremendo para posicionar al merengue jazz; Yasser Tejeda & Palotré, el primer grupo que hizo fusiones profundas y estudiadas de la herencia folclórica y ritmos contemporáneos; Josean Jacobo, quien logró crear una propuesta que defendía la postura del mestizaje. Y los jóvenes que apuestan por una diversidad de fórmulas, como Alfredo Balcacer, Joshy Melo, Ivanna Cuesta y muchos otros”, explica el especialista.

El potencial del talento dominicano dentro y fuera del país se hace sentir por medio de las numerosas entrevistas que Fernando ha escrito para “Jazz en Dominicana”, la plataforma que fundó hace 18 años con el ánimo de fomentar la apreciación de este género musical que lo cautivó siendo universitario.

“Me acuerdo de que, en el otoño de 1974, un amigo me regaló ‘Sunflower’ de Milt Jackson. Ese álbum me lanzó al lado profundo de la piscina del jazz. Desde entonces creció mi sed por escudriñarlo y vivirlo. Pero no fue hasta septiembre de 2006 que descubrí la manera de transmitir esa fascinación”, relata esbozando una sonrisa y continúa con un gesto que anticipa la experiencia que lo llevó a esa revelación:

“Fui a un concierto de jazz y no había público. Estaba solo y la banda en vez de cancelar decidió tocar para mí. Llegué a casa con emociones mixtas porque me pareció un gran concierto y, por otra parte, aún me sentía desconcertado porque no hubo alguien más presenciando ese momento. Así que les escribí a mis amigos invitándolos al próximo evento”.

Para sorpresa de Fernando, el mensaje resultó ser un éxito, pues en pocas líneas transmitió con fidelidad la experiencia de esa noche centrándose en la música.

© PEDRO BONILLA, JAZZ EN DOMINICANA

“Las fusiones con nuestro folclor en el jazz defienden la postura de nuestro mestizaje como un grito de libertad”, Fernando Rodríguez de Mondesert, Jazz en Dominicana.

Así fue que decidió crear el blog que años después le daría la oportunidad de abrir espacios semanales de jazz en vivo. En los 1,450 eventos organizados en sus sedes (Fiesta Sunset Jazz, Jazz Nights at Acropolis y los Jazzy Tuesdays) han debutado numerosas agrupaciones y se han presentado más de 250 músicos y vocalistas de todos los rincones de aquel país, así como artistas invitados de más de 17 países, muchos de ellos con premios Grammy. Oscar Stagnaro, Ed Calle y Néstor Torres, por citar algunos.

Los eventos de jazz en vivo le han permitido constatar que hay un público gustoso de participar en eventos de buen contenido músico-cultural. Pero lo que más alegría le produce es que el promedio de edad de los asistentes se ha reducido en los últimos ocho años.

“Puedo decir, entonces, que el jazz se encuentra en buenas manos”, concluye quien ha sido distinguido por los Ministerios de Cultura y Turismo, así como por el Instituto de Jazz Herbie Hancock, por su papel de organizador del Día Internacional del Jazz en el mundo.

En el 2011, la Unesco proclamó el 30 de abril como el Día Internacional del Jazz para sensibilizar al público sobre las virtudes de este género musical como herramienta educativa y como motor para la unidad, el diálogo y el refuerzo de la cooperación entre pueblos.

#NuestraRevista Este es un artículo publicado en nuestra edición de la revista Forbes Colombia de agosto. Si desea recibir esta información de primera mano en nuestra revista física, ingrese a https://forbesdigital.publica.la/library para suscribirse.

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