Tomás Sarmiento Carvajal revela a Forbes cómo ha construido una de las cinco mayores agencias de representación deportiva en Colombia, con transacciones cercanas a los 20 millones de euros y su visión para los nuevos talentos del fútbol

En su apartamento, Tomás Sarmiento Carvajal, de 29 años, tiene un gimnasio de boxeo. A ese deporte se acercó cuando estaba en el colegio, porque tenía sobrepeso y quería practicar algún deporte que le gustara. En esa época, también jugaba fútbol con sus amigos y se empezaba a entusiasmar por las estadísticas y los datos en ese deporte.

“A través de estas experiencias, veía en mí una afinidad distinta”, relata Tomás en una entrevista con Forbes, refiriéndose a la expectativa que existía a su alrededor de que se vinculara a alguno de los negocios que su familia ha construido, especialmente en el sector financiero.

Su padre, Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, ahora presidente de la junta directiva de Grupo Aval, que para la época era el presidente del conglomerado financiero, lo respaldó para que estudiara administración deportiva en la Universidad de Miami.

“Tuve una conversación muy real en la que me dijo que mi verdadera pasión era el deporte”, recuerda Tomás. “Cuando me decidí que ese era el camino, sabía que iba a ser un enfoque absoluto, buscándome empapar de la industria del fútbol en Colombia, siempre queriendo regresar a mi país y tener un impacto”.

Por eso, al salir de la universidad, aterrizó en Cali para trabajar en el área administrativa del equipo de fútbol Deportivo Cali, como parte de la cantera, que se encarga de las divisiones menores, en las que se descubren los nuevos talentos del fútbol.

“Lo que me enseñaban en la universidad estaba más enfocado en la industria gringa”, indica Tomás. “Siempre buscaba hacer prácticas en equipos colombianos, veía las diferencias y encontraba mucha información sobre la realidad del país. Hay muy poco profesional preparado para la administración deportiva, pero cada vez más vemos jóvenes entrando con ese enfoque, un desarrollo continuo de la misma industria”.

Observar de cerca los recursos limitados con los que cuentan muchos jugadores, fue el impulso para que Tomás decidiera emprender fundando Top Athlete Management, una agencia de representación e intermediación de deportistas, que en cuatro años de operaciones se ha ubicado como una de las principales cinco agencias en Colombia, con 35 futbolistas representados y cerca de 20 millones de euros en transacciones, según Transfermarkt.

“En el equipo, pensaba que podía ayudar a un jugador que puede llegar lejos, pero en un equipo se tiene que ser justo y no se pueden tener preferencias”, explica Tomás, fundador y presidente de Top Athlete Management. “Encontré la oportunidad de entregar una ayuda más individualizada”.

Entre sus representados están Oscar Cortés, de Rangers FC en Escocia; Gustavo Puerta, de Bayer 04 Leverkusen en Alemania; Juan Portilla de Talleres de Córdoba en Argentina y Andrés Llinás, de Millonarios en Colombia.

Cuando las agencias representan a los deportistas, invierten en ellos y les dan acompañamiento en procesos formativos, con nutricionistas, psicólogos, videoanalistas, abogados, fisioterapeutas y educación financiera.

“Tenemos un equipo de scouting en la mayoría de torneos juveniles del país. Tenemos la oportunidad de que nos acercamos a los jugadores porque han creado una buena sensación a nivel juvenil, les presentamos nuestra idea y los resultados que hemos tenido en estos años”, expresa Tomás. “En Colombia no nos hemos dado cuenta de que los mercados internacionales están buscando al colombiano cada vez más en una edad temprana, por eso se necesitan más jóvenes jugando a nivel profesional. Hoy en día se está dando una cuna de jugadores que pueden llegar al más alto nivel. Vemos jugadores jóvenes que pueden comprarles casas a sus padres”.

En eso coincide Miguel Cardona, el director deportivo de Top Athlete Management, quien está observando una tendencia de jugadores que, desde la segunda división del fútbol colombiano (la B), están logrando ser transferidos a ligas internacionales.

“Tenemos la materia prima porque tenemos jugadores por montones”, anota Cardona. “Nos está faltando mejorar la competencia juvenil, tener más alcance, más torneos y más competencias internacionales. Las competencias en países como Argentina, Uruguay y Brasil empiezan a edades tempranas. Es importante que jueguen en torneos internacionales, que puedan salir”.

Paralelamente, Tomás tiene una compañía que se llama Vision & Entertainment Corp, en la que ayuda a los jugadores a abrir cuentas en Estados Unidos y a conocer las diferentes oportunidades de inversión que existen, con las variaciones de riesgo y retorno que tienen las diferentes inversiones en el mercado.

“Mi papá es mi consejero, a él le pregunto todo sobre el negocio y los números, ha seguido el proceso muy de cerca y mi abuelo (Luis Carlos Sarmiento Angulo) también se alegra muchísimo con todo este tema”, confiesa Tomás.