El periodista Jorge Ramos presenta su nuevo libro en donde le cuenta a la gente las vivencias que ha recolectado a lo largo de cuatro décadas de trayectoria, historias que forman parte del llamado “detrás de cámaras”.

Hay dos rasgos que definen la vida de Jorge Ramos: ser periodista e inmigrante. “Pero mi pareja Chiqui bien me dice que cuando llego a la casa, las noticias no me van a abrazar”, confiesa, por lo que su definición se extiende a ser pareja, hijo y papá.

Después de cubrir siete guerras, las noticias más importantes de nuestro tiempo y de haber entrevistado a los personajes que han marcado el ritmo del mundo, Jorge Ramos presenta su libro “Así veo las cosas. Lo que nunca te conté”, en el que retrata los pedazos de su vida que reflejan lo vivido detrás de cámaras porque escribir es una forma de terapia.

“[En Afganistán] íbamos en el carro que me estaban llevando a la zona de combate y [uno de los guerrilleros] me apunta al cuello y me dice: ‘soy seguidor de Osama [bin Laden]’. Lo único que se me ocurrió fue darle 15 billetes de un dólar. Él nunca había visto uno. Y mi vida en ese momento, en Afganistán, costó 15 dólares. Hay muchas cosas que nos toca vivir como periodistas que no salen [en tu trabajo periodístico que se presenta al público]. El libro tiene momentos que me marcan a nivel personal”, recuerda.

También cuenta lo que ha sido para él ser inmigrante, pues desde entonces su identidad está rota. “Está fracturada. Yo hubiera querido vivir mi vida en México. Pero en ese momento no había libertad de expresión. Se me quedaron muchas vidas pendientes. Pude haber sido concertista, quise ser atleta olímpico. Creo que hubiera sido un hombre muy feliz en México, pero uno no escoge ser inmigrante y no me arrepiento de lo que hice”, dice.

Foto: jorgeramos.com
Foto: jorgeramos.com

Sin embargo, sus ojos no mienten cuando cuenta lo que es haber vivido 40 años lejos de su mamá, no haber estado en la muerte de su padre y de su hermano Alejandro. “Como inmigrante no estuve donde tenía que estar. Hay cosas que se me quedaron pendientes y cosas que nunca más voy a poder recuperar”, comenta.

Ser inmigrante también ha impactado en su visión como periodista, le ha dado una sensibilidad distinta y la obligación de darle voz a otros, pues considera que el trabajo principal de la prensa es reportar la realidad tal como es y cuestionar a los que tienen poder.

“Si nosotros no hacemos las preguntas difíciles y no confrontamos a los poderosos, nadie lo va a hacer. Ese es nuestro trabajo. Y en ciertas circunstancias, en violación a los derechos humanos, dictaduras, destrucción del medio ambiente, racismo, corrupción, discriminación, estamos obligados a tomar partido. Muchas veces estamos obligados a dejar la neutralidad a un lado. Siempre hay que luchar contra el poder vertical y el abuso del poder. Para eso servimos los periodistas”, dice.

Ser contrapeso

Le apasiona hablar de su visión de México, país que, después de las elecciones del pasado 2 de junio, tiene a Morena como el “partido hegemónico”. “Estamos en una democracia imperfecta y el principal problema que tenemos es que no hay contrapesos suficientes para la figura presidencial. ¿Qué haces? Que la oposición se reinvente o puedes tú, como periodista, empezar a hacer contrapoder y contrapeso a esa figura presidencial que está abusando de su poder”.

Ante el triunfo de Claudia Sheinbaum, el periodista explica que es un logro de las mexicanas que han roto barreras y se han rebelado en contra de la estructura machista que hay en México, pero es algo que trae consigo una responsabilidad para la presidenta electa, como la de evitar los feminicidios. “Esa debe ser su principal obligación y hay que recordárselo. Hay que darle espacio y tiempo para gobernar. No mucho. Hay que darle el beneficio de la duda”, dice.

Por otro lado, reconoce que si Donald Trump vuelve a la presidencia de Estados Unidos, sería “terrible” para México, pues ha mantenido una postura agresiva ante los migrantes con insultos y la promesa de realizar la mayor campaña de deportación en la historia del país del norte.

“México se ha convertido en el muro, en la patrulla fronteriza y en la sala de espera de Estados Unidos. [Entonces] lo primero es una advertencia a Claudia Sheinbaum porque gane Trump o gane Biden, actualmente Estados Unidos vive una ola antiinmigrante muy fuerte, que va a tener enormes consecuencias para México, en donde van a tirarles cientos de miles de inmigrantes que [el país] no quiere”, comenta.

El futuro del periodismo es digital

Jorge Ramos coincide con lo que el escritor Gabriel García Márquez decía: “el periodismo es el mejor oficio del mundo”, porque te permite estar en los lugares donde se hace historia y conocer a los que hacen la historia. Pero reconoce que los medios de comunicación tradicionales viven una crisis que está demandando una transformación hacia el mundo digital.

“Estamos en plena transición, en donde los medios tradicionales (televisión, radio, prensa escrita), se tienen que transformar para encontrarse de nuevo con las audiencias. Estamos obligados a convertirnos en creadores de contenido, pero ser surfistas y lograr poner ese contenido en las distintas plataformas”.

Ramos aegura que lo único que diferencia a los periodistas de los influencers es la credibilidad y manda un consejo a las siguientes generaciones que busquen dedicarse a esta profesión: “no se les olvide que tenemos que ser siempre contrapoder”.

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