En entrevista con Forbes, Manuel Bravo, director de Bayer Crop Science para el norte de Latinoamérica, explicó a Forbes las apuestas de la compañía para la modernización agrícola y para enfrentar los retos del cambio climático.
Bayer Crop Science, la división agricola de Bayer que representa casi la mitad de todos sus ingresos, prevé invertir unos10 millones de euros (entre 2 y 3 millones de euros anuales) en los próximos cinco años para impulsar la producción agrícola en Colombia, aseguró Manuel Bravo, director de la división Crop Science para el norte de Latinoamérica y director general de Bayer México, en una entrevista con Forbes.
Esta inversión se centrará en la modernización de su planta en Soledad (Atlántico), que tiene una capacidad de producción de 13.200 toneladas, de las cuales el 60% está destinado a la exportación.
Según Bravo, esta inyección de capital se destinará a mejoras en automatización y calidad del producto, “para mantener la planta a tope.”
Bravo también resaltó la impotancia que tiene su centro de investigación estratégico en La Tupia (Valle del Cauca), que ha sido seleccionado como uno de los dos centros de innovación en Sudamérica, junto con otro ubicado en Brasil.
Allí, la empresa llevará a cabo pruebas aceleradas para el desarrollo de nuevos ingredientes activos y mezclas, así como el desarrollo de híbridos de semillas de maíz.
“Esperamos que duarnte segundo semestre tengamos nuestro primer resultado del piloto”, anotó Bravo.
Uno de los mayores desafíos que enfrenta la industria agrícola es el clima, un factor que, según Bravo, es impredecible y genera grandes incertidumbres para los agricultores.
“Hemos visto sequías, temperaturas récord e inundaciones que hacen que los agricultores no sepan qué cultivar, cuándo sembrar o cómo enfrentarse a las plagas”, expresó Bravo, para contextualizar que están haciendo inversiones en tecnologías que proporcionen datos específicos de parcelas, permitiendo tomar decisiones más precisas sobre cuándo y cómo sembrar.
La compañía, que invierte entre el 11% y el 12% de sus ventas globales en investigación y desarrollo, está enfocada en la innovación.
“El agricultor toma entre 50 y 60 decisiones por ciclo agrícola, arriesgando su patrimonio año tras año. Nuestra misión es ayudarles a tomar esas decisiones con datos, sensores y algoritmos basados en la realidad de sus parcelas”, dijo Bravo.
Entre las soluciones tecnológicas, mencionó FieldView, una plataforma que permite a los agricultores acceder a información clave sobre sus cultivos, como la siembra, pulverización, y cosecha, todo en una experiencia visual sencilla, la cual va a ser lanzada este año en México, para er lanzada después en el resto de la región, con casos de uso como la dispersión de semillas y control de residuos.
Bayer está aprovechando la diversidad de climas y cultivos en la región de Norte de Latinoamérica para mitigar los riesgos inherentes a la agricultura.
“Es como un portafolio de inversión. No quieres solo renta fija; quieres una mezcla que te permita mitigar riesgos,” dijo Bravo.
Esta estrategia permite que Bayer implemente prácticas de referencia en distintos países. Por ejemplo, las técnicas de control de plagas utilizadas en los cultivos de banano en Colombia y Ecuador podrían ser aplicadas en Costa Rica o México.
El jefe regional de Bayer Crop Science también se refirió a las prácticas agrícolas sustentables, como la labranza cero, que permite mantener la humedad del suelo y reducir su erosión.
“La agricultura tradicional provoca una erosión terrible del suelo, pero con la labranza cero podemos mitigar este problema y, a largo plazo, mejorar la productividad”, comentó Bravo.
En línea con esta visión, Bayer está impulsando la agricultura regenerativa, que busca restaurar la naturaleza mientras se incrementa la producción agrícola.
“En Bayer creemos que el reto es tan grande que no debemos centrarnos solo en la competencia. Debemos colaborar para que los agricultores cambien su forma de operar y podamos producir más alimentos con menor impacto ambiental”, concretó Bravo.
Bayer Crop Science, que compite por la atención de los agricultores con compañías como Yara, Corteva y Basf, en lo últimos años se ha sometido a un proces de trasnformación cultural que ha implicado cambios en el modelo operativo, con el objetivo de tener, para los diferentes cultivos, soluciones que les permitan ser más productivos, más rentable y más sustentable.
Esta estrategia no solo tiene como objetivo mejorar la rentabilidad, sino también atraer talento innovador a la empresa y, en última instancia, contribuir a un crecimiento sostenible en la región.
Una de las prioridades es implementar prácticas que permitan secuestrar carbono y mejorar la gestión del agua, ayudando a los agricultores a ser más productivos y sostenibles. Además, Bravo subrayó la importancia de reducir la burocracia dentro de la compañía para estar más cerca de los agricultores y proporcionar soluciones rápidas y eficaces.
“Queremos crecer a doble dígito en Latinoamérica Norte y llegar a servir a 5 millones de agricultores para 2030, con el apoyo de tecnologías como los seguros agrícolas digitales y asistencia técnica remota”, concretó Bravo.