La mandataria mexicana marcó un hito en ese país al llegar al máximo cargo de elección popular. Paradójicamente, la Constitución mexicana aún no reconoce el término femenino del cargo presidencial.
Claudia Sheinbaum asumió este martes como la primera mujer presidenta de México para el sexenio de 2024 a 2030 en una ceremonia en la Cámara de Diputados a la que asistieron casi una veintena de mandatarios internacionales y cientos de representantes de países y organismos multilaterales.
“Honorable Congreso de la Unión, pueblo de México, protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de presidenta de la república que el pueblo me ha conferido”, declaró Sheinbaum al tomar protesta (juramentar).
El mandatario saliente, Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), entregó la banda presidencial a la presidenta de la Cámara de Diputados, Ifigenia Martínez, quien colocó la prenda tricolor a Sheinbaum, la primera mujer que gobernará el país tras más de sus 200 años de ser república.
Sheinbaum asumió entre gritos de “presidenta, presidenta” y “¡es un honor con Claudia hoy!”, como un eco de “¡es un honor estar con Obrador!”.
Tras la sesión en el Congreso, Sheinbaum se dirigirá al Palacio Nacional, donde comerá con los mandatarios invitados, entre quienes destacan los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Chile, Gabriel Boric; de Colombia, Gustavo Petro; de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y de Honduras, Xiomara Castro.
También asistirán personalidades como la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, y el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
El discurso de la presidenta
Fueron 45 minutos en los que Sheinbaum repasó los logros del sexenio anterior, realizó la mencionada reivindicación feminista, trató temas como la certeza económica y recriminó políticas de seguridad fallidas, como la ‘guerra contra el narco’ del expresidente Felipe Calderón (2006-2012).
Durante el saludo a las distintas delegaciones extranjeras presentes en el acto, destacó el recibimiento que el público dispensó a los diputados españoles que acudieron, encabezados por Gerardo Pisarello de Sumar, ya que aún colea el conflicto diplomático con el Gobierno español derivado de la no invitación a Felipe VI.
Muy efusivas fueron también las reacciones a cada mención que la presidenta hizo sobre la aprobada reforma al Poder Judicial, celebrada al grito de “sí se pudo” por los diputados del gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Previamente, los partidos de la oposición hicieron un recibimiento ligeramente conciliador a la presidenta, con la diputada de Movimiento Ciudadano (MC) Yvonne Ortega hablando de “tiempos de sororidad” por la llegada de una mujer a la presidencia.
Menos benevolente fue la representante del Partido de Acción Nacional (PAN), María Guadalupe Murguía, quien afirmo no querer a una “presidenta tutelada” ante la supuesta influencia que López Obrador podría ejercer en la recién aupada mandataria.
*Con información de EFE.
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