A pesar de las dificultades del sector, Novo Nordisk ha destinado cerca de $4.800 millones en estudios clínicos, repartidos en más de 6.500 sitios de investigación en el país.
Aún en medio de una creciente crisis financiera en el sistema de salud colombiano, Patricia Field, directora general de Novo Nordisk en el país, está liderando apuestas en la industria farmacéutica.
Con más de 15 años de experiencia en el sector y al mando de la filial local desde hace dos años y medio, Field ha dirigido su enfoque hacia la investigación en enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes, al tiempo que preside la junta directiva de la Asociación de Laboratorios de Investigación y Desarrollo (Afidro).
A pesar de las dificultades del sector, Novo Nordisk ha destinado cerca de $4.800 millones en estudios clínicos, repartidos en más de 6.500 sitios de investigación en el país. Además de sus operaciones locales, la empresa exporta talento colombiano a mercados internacionales, con colaboradores que ganan traslados a plazas como Dinamarca, Dubái y Turquía.
“Nuestra visión a largo plazo sobre Colombia es sólida y confiamos en el potencial del país”, señaló Field, en una entrevista con FOrbes.
La compañía, que tiene una trayectoria de 13 años en el mercado colombiano con un portafolio de más de diez productos, generó ingresos por $602.947 millones en 2023, logrando un crecimiento sostenido a doble dígito.
En respuesta a los retos del sistema sanitario, Novo Nordisk ha lanzado campañas como “Tu salud no es un juego”, orientadas a educar al público sobre la importancia de medicamentos de calidad y prescripción médica adecuada, particularmente para la obesidad. Field subraya la urgencia de mejorar el reconocimiento de la obesidad como enfermedad y promover políticas públicas que garanticen acceso a tratamientos efectivos.
Sin embargo, la incertidumbre sobre la reforma de salud genera preocupación en la industria.
“El financiamiento es crítico”, afirmó Field. “Si no encontramos soluciones rápidamente, el sistema podría colapsar”. La empresa, además de perseguir objetivos comerciales, busca dejar un legado sostenible en el tratamiento de enfermedades crónicas, apuntando a “aplanar la curva” de dichas patologías a través de sus innovaciones.
A nivel mundial, Novo Nordisk ha consolidado su posición como líder en diabetes y ha aprovechado la creciente demanda de tratamientos para la obesidad, lo que ha elevado su capitalización bursátil a US$513.725 millones, convirtiéndola en una de las empresas más valiosas de Europa. Los analistas prevén que el mercado global antiobesidad podría alcanzar un valor de US$100.000 millones hacia el final de la década.
Junto a su competidor Eli Lilly, Novo Nordisk enfrenta a empresas emergentes como Viking Therapeutics, que buscan desafiar el mercado con nuevas formulaciones en pastillas, desafiando la dependencia de las inyecciones actuales, como el semaglutide de Novo, comercializado en medicamentos como Ozempic y Wegovy. Si bien estas inyecciones han demostrado ser eficaces, su costo y logística de producción presentan desafíos.
Las dos gigantes farmacéuticas también están recopilando datos para ampliar las indicaciones de sus medicamentos, incluyendo la reducción de riesgos cardiovasculares y el tratamiento de problemas como la apnea del sueño. Estas estrategias buscan fortalecer sus posiciones en un mercado altamente competitivo.
Si bien compañías como Pfizer y Roche ya trabajan en alternativas en pastillas para la pérdida de peso, las versiones orales, aunque prometedoras, aún no representan una solución definitiva. Los analistas coinciden en que las inyecciones seguirán siendo parte esencial del portafolio de tratamientos.
Con un crecimiento en sus acciones del 15% en 2024, Novo Nordisk apuesta a que sus inversiones en investigación y desarrollo no solo generen retornos financieros, sino que también impulsen cambios positivos y sostenibles en la salud pública.
“Nuestra misión es crear soluciones innovadoras que beneficien tanto a los pacientes como al sistema de salud en su conjunto”, concluye Field.