Aunque la COP16 sirvió para comenzar a recuperar el orgullo perdido de la capital del Valle, la actual administración tiene el reto de sacar adelante un cupo de endeudamiento de $3,5 billones para financiar su Plan de Desarrollo de $22 billones que busca cerrar brechas.

“Ni Cali va a ser la misma después de la COP, ni la COP será la misma después de Cali”, dice su alcalde, Alejandro Eder, citando las palabras del vicecanciller, Jorge Rojas.

Aunque las deliberaciones de la cumbre más importante sobre biodiversidad que termina este viernes se realizaron en la Zona Azul, con más de 8.000 expertos y delegados de más de 190 países, todas las miradas estuvieron puestas en la Zona Verde, en el Bulevar del río, que fue visitada por más de 800.000 personas, confirmando el éxito de un evento que ha tenido un impacto económico de más de $100.000 millones en la ciudad y la región y que Eder considera que supondrá un punto de inflexión para Cali.

“Volvimos a redescubrir esa sensación de caleñidad, esa bacanería que siempre nos ha definido”, explica el alcalde cuyo mensaje, no siempre comprendido, ha sido el de la unidad y la reconciliación, en una ciudad polarizada en lo político y lo social.

Pero, ¿qué sigue para una ciudad que comienza restañar sus heridas y a recuperar parte del orgullo perdido por años de malas administraciones? 

“Vamos avanzando con paso firme en nuestra meta de recuperar a Cali con los recursos que tenemos, que la verdad no son los que debería tener una ciudad como esta”, dice Eder en diálogo con Forbes.

“Solo en este año, para dar un ejemplo, vamos a recuperar 125 kilómetros de vías con un recarpeteo completo, y eso es con el presupuesto más bajo de infraestructura de los últimos cinco años”, explica el alcalde, que ya lleva diez al meses en el cargo. 

Y señala que políticas sociales claves como los comedores comunitarios y el programa de alimentación escolar están funcionando sin problemas. En materia de seguridad, uno de los principales problemas de la capital del Valle, destaca una reducción del 10% en la tasa de homicidios del 10% y del 20% en los robos. 

Con 2,2 millones de habitantes, el 18% del aparato industrial del país y el 22% del agroindustrial, Cali tiene un presupuesto anual de $6 billones, del cual solo $1,8 billones se destinan a inversión. 

“Si comparamos a Cali con Barranquilla, una ciudad que tiene un millón de habitantes, ambas tienen el mismo presupuesto de $6 billones de pesos, pero ellos tienen más recursos libres de inversión ($2 billones)”, explica Eder al destacar la “forma audaz” como la capital del Atlántico se ha financiado con recursos de deuda. 

Así, mientras Cali tiene actualmente una deuda de $1 billón, la de Barranquilla es de $3 billones (un nivel que algunos analistas consideran peligroso), y la administración de Alejandro Char consiguió la aprobación de un cupo adicional de $3 billones.

“Lo que eso nos muestra es que si uno utiliza responsablemente las herramientas financieras y las invierte bien, eso genera más valor en la ciudad”, explica Eder, cuya administración solicitó al Concejo de Cali la aprobación de un cupo de endeudamiento de $3,5 billones para financiar el Plan de Desarrollo ‘Cali, Capital Pacífica de Colombia’ 2024-2027, el cual prevé inversiones por $22 billones en proyectos de infraestructura y programas sociales “que buscan transformar la ciudad y reducir las brechas de desarrollo acumuladas”.

Según Eder, luego de poner en orden la casa en los 10 primeros meses, realizaron un inventario de todos los proyectos existentes, que ya están listos en fase tres o en fase dos avanzadas y que puedan ser concluidos.

“Esos proyectos suman alrededor de $3,5 billones e incluyen la recuperación, por ejemplo, de mil kilómetros de la malla vial, que tiene 1.700 kilómetros en pésimo estado de un total de 3.000 kms; fortalecer la infraestructura escolar, recuperar los parques y construir el Parque Central Cañaveralejo”, explica.

Y aunque en el Concejo hay voces a favor y en contra del endeudamiento, el mensaje de Eder es que si “queremos cambiar el destino de Cali, que viene durante tantos años en la dirección incorrecta, tenemos que estar unidos. Esta ciudad tiene una calificación triple A. Hasta el momento, la gran mayoría del Concejo nos ha acompañado con esa filosofía y por eso venimos logrando cambios importantes”. 

Y aunque Cali dispone de 20 veces menos ingresos de capital (dividendos, rendimientos financieros) que Medellín y cuatro veces menos que Barranquilla, el funcionario dice que su administración sigue enfocada en mejorar el manejo financiero, combatir la evasión de gravámenes como el ICA o el predial y en recaudar los impuestos no pagados ($5,2 billones).

“El recaudo del predial era alrededor del 70%. Si facturamos $1 billón quiere decir que hay $300.000 millones que dejan de cobrarse. Este año hemos subido al 74% pero estimamos que vamos a llevarlo al 77%, y espero llegar casi al 80% en el último año de mi alcaldía, que es lo mismo de Bogotá o Barranquilla”.

A lo anterior se añaden los esfuerzos por recuperar las Empresas Municipales de Cali, Emcali, que, según Eder, fue cooptada por intereses particulares y afectada por escándalos de corrupción.

“La situación era muy compleja, pero ya la estamos recuperando, con Roger Mina, un caleño que llegó de Ecopetrol. Él sabe de este sector y ya le estamos dando la vuelta a la empresa”.

Pasada la COP, Eder advierte que la labor de recuperar la ciudad continuará con iniciativas como los ‘Promotores Mi Cali Bella’, que buscarán cambiarle la cara a la ciudad y convertirla en un modelo de referencia mundial en prácticas sostenibles.

“Cada uno de nosotros tiene un papel crucial en la preservación y mejora del entorno. Juntos, con esfuerzo y dedicación, haremos de Cali un ejemplo a seguir en el ámbito medioambiental”, remató.