En entrevista con Forbes, Marcos Djinishian, nuevo gerente de Nespresso para Colombia, Perú y Centroamérica, explicó que 41.000 productores de café colombianos hacen parte de su cadena de valor.
Con una trayectoria de 26 años en el grupo Nestlé, con hitos en su carrera como el lanzamiento de marcas como Nescafé Dolce Gusto en Brasil, el brasileño Marcos Djinishian ha llegado a Colombia, para asumir su rol como nuevo gerente de Nespresso para Colombia, Perú y Centroamérica.
“Hoy el 80% de las cápsulas de Nespresso en el mundo llevan café colombiano”, dijo Djinishian en una entrevista con Forbes, lo que refleja el impacto y la calidad del grano nacional, que se ha convertido en la esencia de miles de millones de tazas de café que se consumen en más de 80 países.
La relevancia del café colombiano no solo se limita a la exportación, sino que también es motivo de satisfacción para el mercado local. “Tenemos café colombiano para los colombianos, y existe una demanda creciente en el país”, enfatiza Djinishian.
Su enfoque no solo es comercial; el compromiso con los productores y las prácticas sustentables es clave en la misión de la compañía, que tiene una operación independiente a la de Nestlé.
“Trabajamos con 41,000 productores en Colombia y contamos con un equipo de más de 200 agrónomos que apoyan prácticas de cultivo responsables y sostenibles”, explica.
Además, Nespresso impulsa un esquema de asesoría que garantiza que los agricultores cumplan con los estándares ambientales, permitiendo un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.
Nespresso no solo busca llevar el café a consumidores globales, sino que también se esfuerza por minimizar su huella ecológica. Con un enfoque en la eficiencia, las máquinas de Nespresso están diseñadas para utilizar solo la cantidad de agua y energía necesaria por taza. Además, en Colombia, el reciclaje de cápsulas ha alcanzado un notable 51%, comparado con un promedio global del 30%
“Nos enorgullece ver que el aluminio reciclado se convierte en productos como chaquetas y zapatos, colaboramos con empresas locales para aprovechar esta materia prima en diferentes industrias”, recalcó Djinishian.
Djinishian también resalta la importancia de adaptarse al consumidor colombiano, quien aprecia y se enorgullece de su café.
Las cuatro tiendas de Nespresso en Colombia (dos en Bogotá, una en Medellín y otra próxima en Chía) representan un canal de venta significativo, ya que dos tercios de las ventas se dan en puntos físicos. En total, hay 17 puntos de venta en distintas ciudades del país. En plataformas de comercio electrónico también tienen presencia.
Con la expansión de la categoría de café premium y la innovación en servicios y productos, como las líneas de café frío y accesorios especiales, Djinishian busca conectar con un consumidor que opciones diferenciadas.
“Queremos que el café colombiano sea motivo de orgullo, que los consumidores puedan vivir una experiencia sensorial completa, entendiendo el trabajo y la dedicación que hay detrás de cada taza”, comenta.
El mercado corporativo
Una de las áreas de crecimiento más significativas para Nespresso en Colombia es el mercado B2B, que representa entre el 15% y el 20% del negocio local. Este segmento, que incluye sectores como Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías) y oficinas, ha mostrado un dinamismo notable, impulsado en parte por el retorno a las oficinas tras la pandemia.
“El café se ha convertido en un elemento clave para atraer a los empleados de vuelta a la oficina, y las empresas lo están adoptando como un beneficio laboral”, anota Djinishian.
La marca también ha obtenido la certificación B Corp, una distinción que evalúa el impacto de toda la cadena de valor.
“Mi reto es seguir desarrollando Nespresso en Colombia, fortaleciendo la experiencia del cliente y promoviendo la categoría de café premium en un país que tiene el café en su esencia”, concluye Djinishian.