Con el espíritu de una firma independiente en su ADN, H. Moser & Cie expresa su legado a través de piezas relojeras de naturaleza dual: su diseño evoca tiempos antiguos en siluetas contemporáneas.

Preservar la historia de un legado, el cual conduce la mirada hasta 1828, y al mismo tiempo ser relevante en la época actual, es un desafío que enfrenta cada día H. Moser & Cie, casa relojera independiente que encuentra en esta cualidad una amplia libertad para proponer ideas arriesgadas.

“Lo interesante de ser independiente es un poco como lo que hemos visto en la evolución del arte: tiene mucho que ver con la creatividad y la innovación”, afirma con total convencimiento Edouard Meylan, CEO de la firma, quien estuvo presente durante la pasada edición del Salón Internacional de Alta Relojería (SIAR) 2024, celebrada en la Ciudad de México.

Ahí, el directivo de este sello perteneciente a MELB Holding rememora cómo desde el momento de asumir el cargo, en 2013, se enfocó de manera esmerada en comprender la enriquecedora historia de la marca, incluyendo desde su filosofía hasta el diseño. La intención era entender cómo podían seguir honrando este pasado ancestral y tener una mejor comprensión del perfil de sus clientes. Después, supo que había que fusionar ambas visiones para mantener la coherencia en cada una de sus creaciones relojeras.

“En términos de innovación tratamos de ofrecer valor agregado al consumidor. No siempre eso representa una locura que implique 10 años de desarrollo; a veces son pequeñas cosas, las cuales son importantes para el cliente. Es así como respetas la tradición y al mismo tiempo continúas siendo relevante”, asegura convencido de que Moser puede, de esta forma, seguir forjándose una trayectoria memorable en la industria relojera.

Para ello, la casa, que solo produce alrededor de 3,000 relojes cada año, ha desarrollado y diseñado más de 18 calibres.

La intención es clara: atraer a un público cada vez más joven, que ronda los 40 años de edad, de espíritu emprendedor, mismo que los impulsa a buscar referencias de alta relojería que les hablen a ellos mismos, con la finalidad de reforzar una personalidad única.

H. Monser

En este afán diferenciador, muchas de las piezas que componen las cuatro colecciones de la firma no tienen el sello de la casa en la esfera del reloj, como es común ver en referencias de otras marcas. Y en los casos en que sí lo hacen, éste apenas es perceptible; siempre reflejado en diseños exclusivos que, a decir de Meylan, están vinculados a la parte funcional, aunque al mismo tiempo intentan ser lo más minimalistas posibles.

Muestra inequívoca de ello es el Pioneer Retrograde Seconds, la nueva referencia de la firma.
“México es el primer país, en el mundo, donde mostramos esta complicación”, remarcó el entrevistado en el marco del SIAR. Así, reconoce que la marca, llegada hace dos años a ese país, está fortaleciendo su relevancia en todo Latinoamérica.

Su más reciente lanzamiento refleja esta búsqueda incansable por la innovación a través de un diseño deportivo y sofisticado. La exclusiva silueta atrae las miradas con su caja de acero de 42.8 mm y una esfera fumé Midnight Blue que incluye motivos de rayos de Sol, así como agujas de horas y minutos en forma de hojas con SuperLuminova e índices facetados.

H. Monser

En un camino de constante reinvención, el sello relojero también ha buscado impulsar distintas colaboraciones significativas, como aquellas llevadas a cabo con la escudería de la Fórmula 1, Alpine; o también, la desarrollada con Studio Underd0g.

A decir de Edouard Meylan, esta es una estrategia que le permite tanto obtener como probar nuevas experiencias. De esta forma, explica, se logra que la firma continúe su evolución, siempre en una búsqueda irrenunciable de mantener su dualidad característica; esa que se expresa en diseños que evocan, por momentos, tiempos antiguos en siluetas contemporáneas.