David Vélez, CEO de Nubank, comparte la historia que lo llevó a crear la institución financiera más valiosa de América Latina. Innovación, tecnología e inclusión financiera.

David Vélez, fundador y CEO de Nu (Nubank), compartió su inspiradora trayectoria empresarial al recibir el Premio a la Excelencia Empresarial de Forbes Colombia 2024 durante el Foro de Economía y Negocios de Forbes Colombia.

El colombiano de 43 años, nacido en Medellín, relató cómo su visión de transformar la banca digital lo llevó a construir una de las instituciones financieras más valiosas de América Latina, desafiando las normas tradicionales de la industria bancaria.

“Mi historia como empresario empezó muy lejos de una sucursal bancaria. Empezó en Medellín, trabajando con mi padre en su fábrica de botones”, recordó Vélez, destacando cómo el ejemplo emprendedor de su familia marcó su perspectiva. “Desde cultivadores de rosas hasta productores de aceites vegetales, en mi familia había un denominador común: innovación, creatividad, disciplina y trabajo duro. Ese fue el ADN que me inspiró”.

Este entorno lo impulsó a soñar en grande, una aspiración que lo llevó a estudiar en Stanford, en Silicon Valley. “Eso realmente me abrió la cabeza. Vi el gran potencial que tenían las empresas para reinventar el mundo, mejorar la vida de las personas”, señaló.

Recordó lo que motivó la creación de Nubank, que surgió en una experiencia frustrante en Sao Paulo, Brasil, cuando intentaba abrir una cuenta bancaria. “Fue una experiencia que no se la deseo a nadie. Entre policías, papeles y burocracia, tardé cinco meses para obtener una tarjeta de crédito con tasas de interés del 500%”, narró Vélez.

Este episodio lo llevó a cuestionarse: “¿Cómo es posible que nadie haga nada al respecto? ¿Cómo es que las mayores instituciones de América Latina puedan ofrecer algo tan ineficiente?”

David Vélez, fundador y CEO de Nu, recibió el Premio a la Excelencia Empresarial de Forbes Colombia. Foto: Diana Rey Melo/ Forbes.

Estas reflexiones, combinadas con su conocimiento sobre el impacto de la tecnología, sentaron las bases para Nubank.

“La tecnología estaba empezando a cambiar la industria. Brasil se estaba convirtiendo en la capital de las redes sociales, y cada persona tenía un celular. Eso nos dio la oportunidad de reinventar la banca, 100% digital, pero colocando al cliente en el centro”, expresó.

David Vélez compartió lo que considera el secreto del éxito de Nubank: “Nosotros tratamos a la gente como nos gustaría que nos trataran a nosotros. Es simple, pero poderoso. Muchas empresas crecen tanto que se olvidan de que hay clientes del otro lado, esperando meses por un producto o servicio. Desde el primer día, el cliente ha estado en el centro de nuestra estrategia de negocios, y solo ganaremos si el cliente nos hace ganar”.

Esta filosofía, acompañada de tecnología, talento humano y capital, permitió que Nubank creciera de manera exponencial. “Lanzamos en 2014 con 12 tarjetas de crédito y hoy tenemos 110 millones de clientes. Pasamos de ser una startup en una casa pequeña en Sao Paulo a ser la institución financiera más valiosa de América Latina”, enfatizó.

El camino no estuvo exento de escepticismo. “Cuando compartí mi idea con expertos financieros en 2013, todos me decían que era imposible competir contra los grandes bancos. Escuché esos argumentos y decidí que la única forma de saber si era imposible era intentándolo”, expresó. Para Vélez, la dificultad no es un obstáculo, sino una oportunidad. “Si algo es difícil, será ejecutable solo por un pequeño grupo. Así que hagamos algo difícil y tratemos de hacer lo imposible”, motivó al público.

Una visión para Latinoamérica

El discurso de Vélez culminó con un llamado a los emprendedores colombianos a aprovechar el poder de la tecnología para transformar industrias.

“La tecnología ha redefinido cómo se puede disrumpir una industria. Hoy, alguien en una playa o vereda de Colombia, con acceso a Internet y a inteligencia artificial, puede reinventar todo un sector”, indicó.

Para Vélez, el potencial de Colombia es inmenso. “Hace 20 años se necesitaban 500 millones de dólares para fundar un banco. Nosotros lo hicimos con menos de un millón, y hoy, con 10.000 dólares y herramientas tecnológicas, cualquier emprendedor puede reinventarse”, recalcó.

David Vélez, Premio a la Excelencia Empresarial de Forbes Colombia 2024

David Vélez, fundador y CEO de Nu recibió el Premio a la Excelencia Empresarial de Forbes 2024 de manos de José Caparroso, editor general de Forbes Colombia y Claudia Jaramillo, country manager de Forbes Colombia. Foto: Diana Rey Melo / Forbes.

Vélez, de 43 años, fundó junto sus socios Cristina Junqueira y Edward Wible el banco digital Nu, que inició en Brasil en 2013. Rápidamente se expandió a México y Colombia, logrando ofrecer servicios financieros a más de 110 millones de clientes, que la convirtieron en la institución financiera más valiosa de América Latina.

De manera constante, Vélez hace uso de la influencia que ha cosechado para impulsar los ecosistemas tecnológicos y promover la inclusión financiera en América Latina.

En Colombia, Nu ha atraído más de 1 millón de clientes, con una tarjeta de crédito y una cuenta de ahorros que ofrece a sus usuarios una de las mayores rentabilidades del mercado, registrando más de $2 billones en depósitos.

Además, junto a su esposa Mariel Reyes, David cofundó VelezReyes+, una plataforma filantrópica que a través de sus distintos programas y becas, ha respaldado a más de 100 estudiantes y a más de 30 organizaciones en su fase inicial.

En el pilar de educación, VelezReyes+ tiene tres frentes: becas universitarias en carreras tecnológicas -ahora hay una convocatoria para otorgar 40 becas nuevas- un brazo de inversión en proyectos tecnológicos de educación; y el tech fellowship, un programa de aceleración de carrera de 10 meses, que vincula a sus becarios a experiencias laborales en compañías aliadas. En el pilar de liderazgo, VelezReyes+ ha creado una red de organizaciones en Colombia, Perú, Brasil, Uruguay, Costa Rica y Argentina, que desarrollan liderazgos políticos comprometidos con la democracia a través de todo el espectro ideológico. 

Este reconocimiento fue otorgado en años anteriores a Luis Carlos Sarmiento Angulo, fundador de Grupo Aval y a Jaime Gilinski, fundador de Grupo Gilinski.

Su historia es un recordatorio de que los límites de lo posible están, muchas veces, en la mente. Como él mismo citó: “Me gusta hacer lo imposible porque hay menos competencia”.