El reciente informe 'Lideroscopio: Perspectivas para impulsar a Colombia' ofrece un diagnóstico revelador sobre cómo los colombianos perciben, practican y aspiran al liderazgo, destacando al sector empresarial como un protagonista clave en este proceso.

En Colombia, un país en el que las dinámicas sociales y económicas están marcadas por su diversidad, el liderazgo se erige como un pilar esencial para la transformación.

El reciente informe ‘Lideroscopio: Perspectivas para impulsar a Colombia’ ofrece un diagnóstico revelador sobre cómo los colombianos perciben, practican y aspiran al liderazgo, destacando al sector empresarial como un protagonista clave en este proceso.

El estudio, liderado por la Fundación Origen en colaboración con Fundación Corona, Escuela de Gobierno – Universidad de los Andes, Escuela de Gobierno – Universidad de la Sabana, Fundación Ideas para la Paz (FIP), Reframe It, Tecnoquímicas, Vélezreyes+, Comfama, Extituto, Grupo Prisa, Aspen Institute, Mamalai y Emergente, deja claro que los colombianos ven en el liderazgo empresarial una fuente de inspiración y empoderamiento.

Un 22 % de las narrativas recogidas mediante la metodología SenseMaker se relacionaron con empresas, posicionándolas como catalizadores de cambio social. Estas historias no solo reflejan emociones positivas, como confianza y esperanza, sino que también destacan la capacidad del sector privado para incidir en problemas estructurales, desde la protección de derechos humanos hasta la promoción de la sostenibilidad.

El mensaje para los líderes empresariales es contundente: su papel no se limita a maximizar beneficios económicos. Tienen la oportunidad —y la responsabilidad— de asumir un liderazgo que fomente la cohesión social, fortalezca la confianza y genere valor público. Esto, según el informe, debe lograrse a través de la colaboración con comunidades locales y una comunicación transparente que reconozca las necesidades de los territorios más vulnerables.

El informe resalta que los colombianos valoran profundamente un liderazgo transformador. Para el 30 % de los encuestados, la inspiración es el atributo más importante en un líder, seguido de la confianza (21 %) y la esperanza (20 %). Estas cualidades son particularmente relevantes para el sector empresarial, donde los líderes tienen la capacidad de marcar una diferencia tangible.

Ejemplos de empresas que lideran con estos principios abundan en las narrativas del informe, mostrando cómo el emprendimiento puede ser un vehículo poderoso para empoderar comunidades y generar impacto sostenible. Sin embargo, también se identifican desafíos significativos: la confianza en las empresas sigue siendo moderada, particularmente en sectores como el minero-energético, donde los proyectos de alto impacto económico enfrentan tensiones con las comunidades locales.

Uno de los hallazgos más significativos del informe es que el 69 % de los encuestados asocia el poder con la capacidad de “ponerse de acuerdo para cambiar algo”.

Esto refleja una transición hacia un modelo de liderazgo colectivo, que valora la participación activa y la horizontalidad. Las empresas que deseen ser líderes efectivos en este contexto deberán adoptar estrategias que involucren a todas las partes interesadas, incluyendo a jóvenes, líderes comunitarios y otros actores clave.

Aunque el liderazgo empresarial está bien posicionado, el informe señala que aún hay camino por recorrer. La falta de confianza interpersonal e institucional es un obstáculo que limita el impacto del sector privado. Solo el 12 % de los encuestados confía en liderazgos autoritarios, lo que refuerza la necesidad de prácticas más participativas y transparentes.

Además, en regiones rurales y zonas PDET, donde la vulnerabilidad económica y social es más aguda, las empresas tienen la oportunidad de marcar la diferencia al invertir en proyectos que prioricen el bienestar comunitario. Aquí, la clave radica en generar valor compartido que no solo beneficie a las empresas, sino también a las comunidades locales.

Como destaca el informe Lideroscopio, el liderazgo empresarial no se trata solo de administrar recursos, sino de ser un motor de transformación que inspire, incluya y empodere.