En los próximos dos años, el par de satélites volará a una distancia de casi 150 metros sobre la Tierra.

Un par de satélites lanzados el jueves por la Agencia Espacial Europea (ESA) creará los primeros eclipses solares artificiales, permitiendo a los científicos estudiar la atmósfera exterior del sol durante períodos más largos. Esto será posible mientras la dupla de naves espaciales vuela a cientos de metros de distancia en la órbita terrestre.

Hechos clave:

La misión Proba-3 fue lanzada a bordo de un vehículo de lanzamiento polar (Polar Satellite Launch Vehicle) desde el Centro Espacial Satish Dhawan en Sriharikota, India, alrededor de las 5:35 a.m. EST del jueves, anunció la ESA. Esto ocurrió después de que un problema con el sistema de propulsión del cohete retrasara temporalmente el lanzamiento el miércoles.

Proba-3 está compuesta por dos satélites, de aproximadamente 550 kilogramos cada uno, que viajarán durante los próximos cuatro meses a una órbita elíptica sobre la Tierra. Según la agencia, alcanzarán una distancia máxima de más de 60.000 kilómetros y una mínima de menos de 640 kilómetros.

Después de un período no especificado, los satélites se separarán y entrarán en una órbita en tándem a casi 150 metros de distancia, marcando la primera vez que naves espaciales vuelan en formación precisa, según la ESA.

Las naves espaciales se alinearán frente al sol para proyectar una sombra de una a la otra, bloqueando la luz solar y simulando un eclipse solar natural durante hasta seis horas por vez.

Al bloquear la luz del sol, la ESA podrá estudiar aspectos de la corona solar, incluyendo por qué la atmósfera exterior es más caliente que el sol mismo, las eyecciones de masa coronal—explosiones de plasma y partículas desde la superficie solar—y cómo se aceleran los vientos solares.

Los dos satélites permanecerán en órbita durante los próximos dos años antes de descender gradualmente a la atmósfera terrestre, un proceso que la ESA estima llevará unos cinco años.

Dato sorpresivo:

Para crear los eclipses solares artificiales, los satélites Proba-3 necesitarán mantener una posición específica con una precisión de un milímetro, o una distancia equivalente al grosor de una uña, según la ESA. Los satélites, de menos de 1,5 metros de ancho, dependen de GPS, rastreadores de estrellas, láseres y enlaces de radio para volar de forma autónoma.

¿Serán visibles los eclipses solares desde la Tierra?

Los eclipses solares artificiales creados por los satélites Proba-3 no serán visibles desde la Tierra, según la ESA. Sin embargo, las imágenes de los eclipses, que se generarán hasta dos veces por semana a partir de marzo de 2025, serán publicadas por la agencia.

Antecedentes clave:

La ESA anunció la misión Proba-3 en 2014, siendo el cuarto vuelo de la agencia en una serie de misiones orbitales de bajo costo. Proba-3, que la agencia estima tuvo un costo de unos US$210 millones, sigue a la misión Proba-V, lanzada en 2012 para mapear la vegetación terrestre. La misión Proba-2 fue lanzada en 2009 con más de 20 instrumentos para estudiar el sol desde la órbita terrestre, mientras que el satélite Proba-1 fue lanzado en 2001 para observar la Tierra. La ESA afirmó que el objetivo de Proba-3 de lograr una órbita precisa abrirá “una nueva era para la ciencia y las aplicaciones” y permitirá nuevas misiones que podrían “montarse a una escala mucho mayor”.

Este artículo fue publicado originalmente en Forbes US