Al menos el 30 % de las pequeñas y medianas estarían en riesgo por el aumento de impuestos en 2025. Los bancos y las industrias extractivas se verán afectadas

El próximo será un año retador para los pequeños y medianos negocios. Una alta inflación generaría un efecto negativo sobre las utilidades nominales de las compañías, aumentando su base gravable hasta un 10%, donde se contempla un incremento de la carga fiscal entre 3% y 5 %, una mayor carga de anticipos y retenciones subirían los recursos destinados para pagar impuestos en 1% al 2 % de las utilidades operativa y una fiscalización más estricta en 2025 ocasionaría otro aumento en la carga tributaria del 1% al 2 %.

“Estos factores amenazarían la supervivencia de al menos el 30 % de las pequeñas y medianas unidades productivas en Colombia”, destacó el más reciente informe de la firma de contadores Crowe Co.

El informe también destacó los sectores que se verán más afectados. Los bancos pagarán una tarifa general del 35% de impuesto sobre la renta y tendrán que asumir una sobretasa del 5%, lo que elevaría el pago a este tributo a un 40%. “Esto podría aumentar los ingresos por colocación de créditos, pero también incrementaría el costo financiero”, explicó Pedro Sarmiento, socio y director de Impuestos y Servicios Legales de la firma.

Además del impuesto sobre regalías que paga el sector minero energético, tendrá que asumir una sobretasa adicional por su impacto ambiental y contribuciones específicas por el uso de recursos naturales. “Esto causaría un incremento en sus costos de producción, mientras que los precios internacionales del petróleo, el carbón y la energía eléctrica podrían inflar artificialmente sus bases gravables”, añadió el experto.

En el sector agroindustrial la inflación podría incrementar sus costos operativos más rápido que los ingresos, disminuyendo sus márgenes de utilidad neta. Por su parte el sector retail sentirá un incremento en el IVA por la inflación que afectará sus flujos de efectivo. Igualmente, tendrán que asumir una sobrecarga administrativa por las necesidades de recaudar impuestos indirectos. “Esto generaría que el comercio minorista, especialmente de bienes de consumo, enfrente una mayor carga por el aumento de sus costos operativos y la imposibilidad de trasladar estos valores al consumidor final para no afectar la demanda”, comenó Sarmiento.

Los pequeños y medianos negocios deberán ser cuidadosos con sus cuentas durante 2025 para sobrevivir a un año en el que los costos subirán y los márgenes se pueden ver afectados.

Siga a Forbes Colombia desde Google News

Lea también: Cómo las pymes y las colaboraciones están siendo cruciales para la digitalización de pagos en Latinoamérica