• En el corazón de Barranquilla, los habitantes del barrio Rebolo están viviendo una transformación histórica liderada por la administración del alcalde Alejandro Char. Este barrio, cuna de la cultura, el deporte, la música, y afectada por años por el caudal del arroyo, hoy vive una política de inclusión social y renovación urbana que le dará una nueva cara: el Malecón de Rebolo.
En el corazón del suroriente de Barranquilla, el tradicional barrio Rebolo, uno de los sectores más emblemáticos, se está renovado por completo. El Malecón de Rebolo es el proyecto más ambicioso que, bajo el liderazgo del alcalde Alejandro Char, promete cambiar la historia de este barrio, una que durante años estuvo relacionada con la pobreza, la violencia, la contaminación y la inseguridad. Hoy, está renaciendo como un espacio de inclusión social, cultural y de desarrollo.
El arroyo de Rebolo, que durante más de un siglo causó inundaciones y fue un foco de contaminación, se convirtió en lo que muchos llamaban una “herida abierta” en la ciudad. Según cifras históricas, más de 100 personas perdieron la vida debido a los peligros que representaba por su estado de abandono total.
A pesar de estas adversidades, el alcalde Alejandro Char tomó como bandera este desafío, anunciando el proyecto de transformación del Malecón de Rebolo. Este ambicioso proyecto busca convertir el arroyo en un parque lineal que se extiende por 1.357 metros, cubriendo el cauce con una losa de concreto que ya está instalada. Este espacio será transformado en una zona para la recreación, la cultura y el deporte, incluyendo senderos peatonales, ciclorrutas, canchas deportivas, skate park, gimnasios biosaludables, y módulos comerciales.

“Con la ejecución de este proyecto, Rebolo no solo se convierte en un lugar más atractivo y funcional, sino en un modelo de cómo la política pública puede contribuir al bienestar colectivo. En su renacer, está demostrando que Barranquilla está a otro nivel, y que su camino hacia el futuro está lleno de oportunidades para todos. El Malecón no es solo una obra de infraestructura; es una nueva esperanza para una comunidad que, a pesar de las dificultades, ha sabido mantener su espíritu de lucha, resistencia y cultura, es decir es por definición lo que somos los barranquilleros”, afirma el alcalde Alejandro Char.
El renacer
Fundado entre los siglos XIX y XX, el barrio tiene una historia rica en cultura, deporte y música. En sus calles nació el Junior de Barranquilla en 1924, cuando Micaela Lavalle de Mejía, a través de la creación del club Juventud Infantil, puso las bases de lo que sería el equipo tiburón, un emblema de la ciudad.
Asimismo, en Rebolo se erigió el Estadio Moderno, considerado la cuna del fútbol colombiano. El barrio fue también el lugar de origen de artistas como Nelson Pinedo, “el Pollo barranquillero”, quien llevó la música tropical a escenarios internacionales, y de otros grandes exponentes que hicieron de la ciudad un referente en la música caribeña. Además, fue pilar para el Carnaval de Barranquilla, contribuyendo con su energía y tradiciones a la riqueza cultural de una de las fiestas más importantes de Colombia.
Sin embargo, los años no fueron fáciles para este barrio. Las inundaciones recurrentes provocadas por el arroyo de Rebolo, la contaminación, la violencia y el estigma de pobreza afectaron profundamente la vida de sus habitantes. A pesar de ello ha mantenido su esencia: un barrio unido, lleno de historias, de resistencia y de un profundo sentido de comunidad.
Un proyecto de inclusión social y renovación urbana

El Malecón de Rebolo es solo una parte de la transformación integral que está viviendo Barranquilla, con obras que resignifican a sus ciudadanos y que impactan directamente en su calidad de vida.
Esta intervención en infraestructura va acompañada de un enfoque social y cultural que tiene como objetivo mejorar las condiciones de vida de los habitantes de allí y sus barrios aledaños, como La Chinita, La Luz, Trupillos, Los Cocos, San Roque y Las Nieves.
A través de programas sociales como ‘Vamos Pa’l Barrio’, la Administración del alcalde Char ha llevado servicios fundamentales directamente a las comunidades más vulnerables, descentralizando la atención y acercando la oferta institucional a los hogares barranquilleros. En estas jornadas, los residentes de Rebolo han tenido acceso a atención en salud, inscripción al Sisbén, orientación educativa y becas, y otros servicios.
Además, el programa Mejora de Vivienda Saludable ha sido clave para transformar la vida de muchos hogares. Un ejemplo de esto es Robinson Espinoza, un cotero y residente de Rebolo, quien expresó su emoción tras recibir mejoras en su vivienda: “Nunca pensé tener una casa tan bonita. Esto es una bendición enorme. Espero que muchos más puedan disfrutar de estas ayudas, porque aquí hay mucha necesidad”.
El futuro de Rebolo: un modelo de transformación

La transformación de la zona es un ejemplo claro de cómo la inversión pública puede mejorar las condiciones de vida de los barrios más necesitados, no solo a través de infraestructura de calidad, sino también con políticas que promuevan la inclusión social, el acceso a servicios básicos y el desarrollo cultural y económico de las comunidades. El Malecón de Rebolo, al igual que otros proyectos impulsados por la administración de Char, es una muestra de cómo Barranquilla ha logrado pasar de ser una ciudad marcada por la desigualdad a convertirse en un modelo de progreso y desarrollo para toda la región Caribe.
“Esta obra es la respuesta a un anhelo que tenemos todos los barranquilleros: vivir en una ciudad más humana, más incluyente, más moderna. Con proyectos como este, no solo estamos transformando un barrio, estamos transformando la vida de miles de personas”, aseguró Alejandro Char, refiriéndose al impacto que el Malecón tendrá en los más de 300.000 habitantes de la zona.
A medida que las obras avanzan, la visión del barrio como un centro de integración social, cultural y recreativa se va haciendo realidad. El Malecón no solo será un referente de infraestructura, sino también un espacio donde las familias podrán disfrutar de un entorno más limpio, seguro y lleno de oportunidades.
La transformación del Malecón de Rebolo es más que un simple proyecto de renovación urbana; es un símbolo de esperanza para los sectores más vulnerables de Barranquilla. Esta iniciativa refleja el compromiso de la administración local con la inclusión y el bienestar social, haciendo de la ciudad un ejemplo de desarrollo y progreso para la región Caribe.