Juan Carlos Puente, vicepresidente ejecutivo y presidente de Whirlpool en Latinoamérica, conversa con Forbes sobre los resultados que le ha traído a la empresa una inversión acumulada de US$1.000 millones en los últimos 20 años.
Hace más de 27 años, Juan Carlos Puente inició su carrera en Whirlpool. Hoy, el ejecutivo mexicano es quien lidera la estrategia de manufactura y comercialización de la firma estadounidense en Latinoamérica. Y parece que la buena fortuna le sonríe a la empresa de electrodomésticos y línea blanca.
“Ha sido un crecimiento bestial y seguimos [creciendo]… en los últimos dos años invertimos 200 millones de dólares (mdd) para ampliar la capacidad [de producción], nuevas plantas, nuevos productos y ahorita se están ejecutando esas inversiones y debemos acabar el próximo año con el último producto que nos toca lanzar”, asegura, en entrevista, Juan Carlos Puente, vicepresidente ejecutivo y presidente de Whirlpool en Latinoamérica.
De 2004 a la fecha, Whirlpool ha invertido más de 1,000 millones de dólares y han crecido su negocio más de 7 veces en comparación con lo adquirido a lo largo de su historia y crecido en 2.4 veces más el número de consumidores que tenían en el pasado.
“Como negocio hemos tenido una transformación bastante interesante. Poco antes de la pandemia comenzamos a pensar cuál debería ser el modelo de negocio para los próximos 100 años de Whirlpool, así como la estrategia y en dónde deberíamos enfocarnos, etcétera”. Así comenzó la transformación de la firma estadounidense.
En la actualidad, la compañía ha enfocado sus esfuerzos en desincorporar algunos de sus negocios y sumar nuevas unidades a su portafolio. Una ruta que apenas ha sido recorrida a la mitad, con el objetivo de mejorar la experiencia de los consumidores de los productos de Whirlpool.
“Nosotros cedimos nuestro negocio en Europa e hicimos un joint venture con un competidor allá. Tenemos una participación, pero somos minoritarios”, dice el directivo, quien se encuentra convencido que las cadenas de suministro actuales son más regionales y cercanas al consumidor.
Hoy, las regiones en donde se desarrollan los negocios de Whirlpool tienen una mayor autonomía operativa para reaccionar de forma más oportuna a la demanda local, sin dejar de lado la estrategia mundial que marca el corporativo. Esta es la historia de un ciclo de inversiones que ha beneficiado el negocio de la empresa.
Una vida de viajes
Los días de Juan Carlos Puente se dividen entre México, Brasil, Estados Unidos y el país que sea necesario visitar por alguna oportunidad de negocio. Pero el mexicano conserva el acento de su estado de residencia, Nuevo León.

Historicamente, el presidente de la región de América Latina siempre había estado en Brasil, ya que el tamaño del mercado así lo precisa, pero el directivo ha preferido una vida de viajes.
Puente tiene la certeza de que cada país es distinto uno del otro, a pesar de que los une el español como lengua materna, como ocurre en el caso de los mercados latinoamericanos, con excepción de Brasil, que habla portugués.
Sin embargo, el ejecutivo mexicano prefiere prestar atención a las similitudes de la región, para aprovechar las oportunidades que ofrece en términos de negocio.
“Es una región muy diversa y rica en cultura, gustos, preferencias culinarias. Ha sido muy padre”, dice.
Como mercado regional y como presidente de Whirlpool en América Latina, “hemos podido ser mucho más eficientes, más rápidos, más cercanos al consumidor […] ha sido bien retador, pero bien fascinante, divertido, con muchas oportunidades”.
Y es que la economía de la región ha sido bastante volatil y reta los patrones de consumo, así como el precio de los insumos. A pesar de todo, la región parece sonreírle al mexicano con sus variadas oportunidades, como un mayor número de casas en construcción y una población que sigue creciendo.
“Vamos bastante bien en América Latina. Creciendo mejor de lo que pensábamos que la industria nos iba a dar. Ganando mercado y lanzando nuevos productos… [con] inversión en nuestras plantas. Entonces estamos muy contentos”, asegura.
Oportunidades
“Estados Unidos representa la operación más importante en términos de fabricación y como venta; pero México cobra mayor relevancia y ya es el décimo país del mundo en términos poblacionales y es una plataforma exportadora tremenda y es la segunda plataforma de producción más importante para Whirlpool. Tenemos una quinta parte de nuestros empleados [a nivel mundial] basados en México”, explica.
Y es que el T-MEC le permite al país ser una plataforma de exportación relevante para la empresa.

En la década de los ochentas, Whirlpool creció basado en una estrategia basada en adquisiciones bajo el modelo de joint venture y en los siguientes años vino el proceso de compra de la operación de México, que se dio en 2002.
El directivo considera que si México mantiene el Estado de derecho y seguridad, las inversiones seguirán fluyendo, para posicionar al país como un actor relevante en el sector manufacturero.
Por otro lado, Brasil se coloca en la tercera posición como productor e India está en la cuarta posición, seguidos de Argentina y Colombia, países en donde buscan ampliar su penetración entre los consumidores.
En el pasado, el 50% de los componentes de un refirgerador, por ejemplo, eran fabricados en Norteamérica; mientras que este porcentaje ya alcanza un 80%, lo cual muestra la relevancia de la integración y crecimiento de las cadenas de suministro, de acuerdo con Puente.
A principios del próximo año, la empresa inciará una nueva producción en Ramos Arizpe de una de susnuevas categorías de producto que no se hacían en México.
“Fabricamos más producto en México que en cualquier otro país de América Latina, pero vendemos más en Brasil”, explica el directivo.
Mandar un hombre a la luna
Guatemala, Costa Rica, Puerto Rico son otros países que jugan un rol fundamental entre los 52 países que ese encuentran bajo la responsabilidad de Juan Carlos. El objetivo es colocar las mejores marcas en el mercado y posicionarse en las primeras posiciones entre las preferencias del consumidor.
En América Latina, la industria de línea blanca crece a doble dígito. “Todas las categorías está creciendo”, dice.
En México, la participación de Whirlpool en la categoría de lavandería automática es mucho más fuerte que en otros países, mientras que en Brasil la línea de refrigeración es la que lídera la demanda del consumidor.

Parte de los planes también toman en cuenta el uso de tecnologías orientadas al consumidor. Whirlpool cuenta con más de 400 proyectos en ingeniería y desarrollo. Sin embargo, la aplicación de nuevas tecnologías se rige por un criterio de utilidad, es decir, lanzar una tecnología con propósito.
La gente en promedio lava 3 kilogramos y hoy el mercado demanda soluciones para el lavado de ropa para personas que tienen una mascota y que desean borrar las huellas de amor de sus prendas. “No es mandar un hombre la luna”, dice el ejecutivo al ejemplificar sobre la aplicación efectiva de tecnología.
Salvar una vida
Juan Carlos Puente se siente honrado y muy emocionado de estar abriendo la puerta a más directivos latinoamericanos para ocupar los puestos más relevantes en la organización global de Whirlpool.
Junto a sus hijas de tres nacionalidades distintas (mexicana, estadounidense y europea) toma conciencia de las oportunidades que la ha dado la empresa, pero también del rol que juega.
Y es que , recuerda, en los tiempos más álgidos de la pandemia de Covid-19, un cliente de Whirlpool tuvo el infortunio de ver fallar su refrigerador, el cual mantenía a una temperatura adecuada los medicamentos necesarios para preservar su salud. En ese momento, el equipo de la empresa decidió solventar el problema y recatar a este consumidor, dice Juan Carlos Puente, quien sabe que la empresa no solo tiene la oportunidad de crecer, sino de cambiar el destino de una persona. “Así de esenciales somos como producto para salvar una vida”.
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