Según Leonardo Villar, los costos de la política de tasas de interés del Emisor no han sido grandes para la actividad económica que, a juicio suyo, comienza a levantar cabeza.
El gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, dijo que llegar a la meta de inflación del 3% es la única manera de lograr una reducción permanente en las tasas de interés que pagan las empresas y los colombianos y, de esa forma, promover el crecimiento.
“La autonomía del Banco suele chocar con los objetivos de corto plazo de todos los gobiernos, que quieren tasas bajas e impulsar el crecimiento, pero nuestro mandato está diseñado para tener una visión de largo plazo”, dijo Villar al intervenir en la IV Jornada de Economía e Infraestructura, de la Cámara Colombiana de Infraestructura, CCI.
En ese sentido, recordó que llevan cuatro años sin cumplir la meta de inflación, lo cual afecta la credibilidad del Emisor y de la política monetaria.
“No siempre somos los más populares, pero la disyuntiva entre crecimiento e inflación no existe en el largo plazo, si queremos que el país crezca de manera sostenible”, explicó el funcionario.
De hecho, admitió que han tenido que tomar medidas duras en los últimos tres años, luego de que la inflación superara el 13%, en 2022, pero destacó la reducción hasta el nivel actual de 5,22% en enero.
“Los costos para la actividad económica no han sido tan grandes, la economía está levantando cabeza”, señaló Villar, que enumeró los factores que llevaron a la Junta a frenar la reducción de tasas de interés.
“Sigue por encima del 5% y no ha bajado en los últimos tres meses. Bajar la inflación requiere credibilidad, pero factores como el alza del salario mínimo (11% contando el subsidio al transporte) y el elevado déficit fiscal ayudan poco”.
Villar recordó que, descontando los casos de Argentina y Venezuela, Colombia tiene la inflación más alta de la región, lo que ha redundado en un aumento en las expectativas del mercado.
También mencionó la incertidumbre generada por la guerra comercial desatada por Estados Unidos, que ha llevado al banco central de ese país a frenar su reducción de tasas.