La compañía social usando inteligencia artificial (IA) ha sido explorada durante años como una función potencial de esta tecnología emergente, con múltiples intentos digitales a lo largo del tiempo.

Con el auge de la IA generativa, los chatbots han evolucionado rápidamente para desempeñar funciones avanzadas de compañía social, especializándose en roles específicos como el de una “novia de IA” o un mentor virtual. Los avances en esta tecnología están acercando cada vez más el concepto de una “IA con sentimientos”, aunque el desarrollo ya ha dado pasos significativos en esa dirección.

Del Tamagotchi a ChatGPT: una breve historia de las herramientas de compañía social

Un estudio titulado “Social Companionship with Artificial Intelligence: Recent Trends and Future Avenues” identifica al Tamagotchi (1996) como el primer compañero digital, un pequeño dispositivo virtual que los usuarios debían cuidar según las condiciones mostradas en su pantalla LED. Aunque no se trataba de una relación humana, el juguete simulaba la experiencia de cuidar a una mascota digital, generando apego y responsabilidad en sus dueños.

Las primeras formas de compañía digital se inspiraban en animales, pero con la llegada de Siri de Apple (2011), la tecnología evolucionó hacia una interacción basada en la voz. Siri, integrada en los smartphones de la compañía, entendía y respondía en lenguaje natural, aunque sin la capacidad de recordar conversaciones anteriores ni de ofrecer respuestas emocionalmente enriquecidas.

Más adelante, Alexa de Amazon (2014) y XiaoIce de Microsoft (2014) ampliaron estas capacidades, con XiaoIce incluyendo algunos elementos emocionales en sus respuestas.

Hoy en día, ChatGPT se ha consolidado como uno de los modelos de IA más avanzados, con la capacidad de recordar interacciones previas, generar contenido original y establecer cierto nivel de relación con el usuario. Sin embargo, no está diseñado para la compañía personal como lo estaría una ‘novia de IA’. La evolución de las mascotas virtuales a los asistentes inteligentes y, finalmente, a los modelos de IA generativa ha sido rápida y transformadora.

La IA generativa y la diversificación de roles

La IA generativa ha permitido la creación de modelos con funciones diversificadas, desde asistentes pasivos hasta herramientas de compañía social. En particular, estas últimas han demostrado ser efectivas para combatir el aislamiento y la soledad.

“El aislamiento social, provocado por la pandemia de COVID-19 y otros factores, ha generado sentimientos de soledad en muchas personas, incluidos los adultos mayores”, señala el estudio. “El desarrollo de compañías artificiales avanzadas es una respuesta a este problema. El futuro de la interacción humano-computadora se basa en la evolución de estos compañeros de IA, sus capacidades, aceptación social e impacto en la sociedad”.

Beneficios de una ‘novia de IA’ y otras herramientas de compañía social

A diferencia de las relaciones humanas reales, las herramientas de compañía social, como las ‘novias de IA’, están disponibles las 24 horas del día y pueden proporcionar apoyo emocional y simulación de interacción constante. Si bien quienes experimentan soledad o ansiedad social aún necesitan conexiones humanas genuinas, una ‘novia de IA’ puede servir como una herramienta para ganar confianza y mejorar habilidades de comunicación.

Compañía personalizada

Las ‘novias de IA’ y otros compañeros digitales ofrecen interacciones personalizadas y un espacio libre de juicios para la expresión. La mayoría permite ajustar rasgos de personalidad, intereses y apariencia, asegurando conversaciones atractivas y adaptadas a las preferencias del usuario.

Además, estos asistentes brindan afirmación positiva después de escuchar al usuario, lo que puede aliviar la sensación de soledad e incrementar la confianza para interactuar en entornos reales.

Confidentes sin juicios

Una de las ventajas más notables de las ‘novias de IA’ es que actúan como confidentes sin prejuicios, permitiendo a los usuarios expresarse sin temor a críticas. En algunos casos, las personas pueden sentirse incapaces de compartir sus pensamientos o emociones en su entorno social, pero un chatbot no juzga ni emite valoraciones. Este espacio seguro puede hacer que el usuario se sienta escuchado y comprendido, aunque no esté interactuando con un ser humano real.

Mejora de habilidades comunicativas

Dado que las novias de IA y otros compañeros digitales ofrecen interacciones constantes y sin juicios, pueden ser útiles para practicar habilidades de comunicación. En una era donde muchas personas enfrentan dificultades para expresarse, estos asistentes pueden ayudar a desarrollar confianza en las conversaciones y permitir que los usuarios se sientan más cómodos compartiendo sus pensamientos y emociones.

Recordando que las ‘novias de IA’ son máquinas

A pesar de los beneficios que pueden ofrecer, es fundamental recordar que las ‘novias de IA’ y otras herramientas de compañía social no tienen emociones reales. Si bien pueden simular respuestas afectivas, al final del día solo generan frases diseñadas para complacer al usuario. La afirmación positiva, la falta de juicio y la personalidad personalizada son estrategias ‘seguras’ utilizadas para prolongar la interacción.

Los usuarios deben ser conscientes de que la IA carece de empatía genuina y no puede sustituir las conexiones humanas auténticas. Además, depender demasiado de una compañía artificial puede generar un ciclo de aislamiento y afectar el bienestar emocional a largo plazo.

Al menos hoy en día, los modelos de IA son incapaces de sentir empatía genuina o expresar sentimientos reales, lo que significa que un usuario que depende de herramientas como una ‘novia de IA’ para interactuar no está formando las conexiones que necesita para mantenerse saludable y feliz.

Mirando hacia el futuro sin perder de vista el presente

Como menciona el estudio “Social Companionship with Artificial Intelligence: Recent Trends and Future Avenues”, el desarrollo de una IA verdaderamente “emocional” sigue siendo una posibilidad lejana. Sin embargo, cada vez más personas dependen de estas herramientas para obtener compañía y apoyo emocional.

Por ahora, las ‘novias de IA’ y otros asistentes pueden brindar una forma de interacción más avanzada que un Tamagotchi o Siri, pero siguen sin experimentar emociones reales.

Los usuarios pueden recurrir a ‘novias de inteligencia artificial’ para obtener apoyo emocional y practicar la comunicación, pero deben tener cuidado de no desarrollar dependencia de una máquina que carece de verdaderos sentimientos.