Los audaces negocios que Jaime Gilinski ha protagonizado en la última década están dando los frutos esperados. Así es como el caleño se convirtió en el colombiano más rico:
Ha sido un gran 2025 para Jaime Gilinski Bacal. En febrero, el empresario caleño pasó de tener una fortuna de US$8.200 millones el lunes 3 a sumar más de US$10.700 millones para el lunes 24, una cifra que supera la fortuna de David Vélez, CEO de Nubank, quien a la fecha tiene en su cuenta US$10.500 millones, según estimaciones de Forbes. Así las cifras, el magnate se convierte en el colombiano más rico.
Con este nuevo valor, Gilinski reafirma la supremacía de su poder adquisitivo que hace un tiempo también superó las cifras del magnate del Grupo Aval, Luis Carlos Sarmiento Angulo, quien a pesar de haber ocupado la posición del más rico del país durante más tiempo, hoy está en un tercer lugar con una fortuna de US$8.000 millones.
Este hito llega después de que a finales de enero el millonario se convirtiera en el presidente y representante legal de Grupo Nutresa, el conglomerado de 60 marcas y ventas de más de $13 billones de pesos, que compró en años pasados junto a su socio Tahnoon bin Zayed Al Nahyan, de Abu Dhabi, por más de US$3.000 millones, una de las movidas empresariales más relevantes de la última década en Colombia.
Aunque Gilinski ha dado de qué hablar con la compra de Nutresa y su reciente cargo, no es el único negocio en su portafolio. El magnate es el principal accionista del banco GNB Sudameris, que opera en Colombia, Perú y Paraguay. Además, en octubre de 2023, se convirtió en el accionista mayoritario del banco británico Metro (con una participación cercana al 53%) e ingresó a su junta directiva tras inyectarle US$124,6 millones.
El empresario y banquero, que empezó a emprender desde los 11 años, tiene otras inversiones como la finca raíz, es la persona con más propiedades en Indian Creek -la isla en Miami; la industria del cacao, destinó más de $10.000 millones en el sector cacaotero para apoyar a erradicación de cultivos ilícitos y se comprometió a realizar compras por $1,5 billones a las cooperativas y asociaciones de campesinos productoras durante los próximos 10 años. Además, desde 2015, el magnate trabaja en el desarrollo de una antigua base de la Fuerza Aérea de EE. UU. cerca del Canal de Panamá, que Forbes una vez llamó “El proyecto inmobiliario más audaz del mundo”.
El mercado está a la expectativa del rumbo que tomará Nutresa bajo el liderazgo de Gilinski, mientras que él y sus socios árabes de billeteras infinitas siguen afilando su olfato para los negocios para aprovechar oportunidades que sigan ampliando su portafolio y su cuenta bancaria.
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