La cadena de panaderías nació en Bogotá como un negocio de barrio y hoy ya tiene 22 puntos de venta, que venden más de 7 millones de unidades al año.
Lo que comenzó hace más de 50 años como un pequeño negocio en el barrio Trinidad Galán de Bogotá es hoy es una cadena de panaderías con 22 puntos de venta y una planta de producción. Este 2025 Hornitos se prepara incursionar en un modelo de negocio ‘to go’, como panadería de paso, que se enfoque en los productos horneados que por años han conquistado a los bogotanos.
Actualmente la compañía cuenta con 1.250 empleados. En el último año vendió 7 millones de unidades de pan y ha consolidado un catálogo de 550 referencias de productos entre panadería, pastelería y una carta de desayunos y platos que se sirven a la mesa.
Según David Parra, gerente General de Hornitos, el propósito de la compañía es seguir creciendo a un ritmo de entre dos o tres aperturas de nuevos locales al año, manteniendo la que cree que ha sido la clave de su éxito hasta ahora. “Hemos hecho la diferencia con nuestra capacidad de adaptarnos a los nuevos tiempos sin abandonar los principios de la marca. La innovación sin perder la tradición ha sido nuestro diferencial”.
Un claro ejemplo de esta reinvención son las tortas diversas tortas tradicionales de Hornitos, como la Torta Sacher, con los mejores chocolates, la de Tres Leches en diferentes sabores: Baileys, Milo, cheescakes. Y la Tarta de Queso, la más famosa de su portafolio. “Nuestra Tarta de Queso es un homenaje a la calidad, el sabor y la tradición de Hornitos”, agrega Parra.
La empresa nació de la necesidad de una familia de generar nuevos ingresos para mantener a sus siete hijos. Bernardo Parra, su papá, fundó la panadería hace 45 años. En ese momento, se trataba de un negocio quebrado en el que él y su esposa hacían el pan, ella, recuerda su hijo David, fue su primera inversionista.
Ahora, David Parra, el sexto de los siete hermanos, dirige la compañía pero todos están vinculados a la operación del negocio. Sandra, la hermana mayor, es la líder de calidad en la planta; Javier, el segundo, es gerente de innovación y desarrollo. Alexis, el tercer hermano, es el gerente de logística; Carolina, la cuarta de los hermanos, es la chef corporativa; Luis, el quinto, es el gerente financiero y la menor de la familia, Nataly, es la gerente de gestión humana.
Bernardo, su padre, aunque ya no hace parte de la nómina de la empresa, sigue vinculado a las cuestiones más importantes de Hornitos. “Soñamos con ser la panadería de barrio de Bogotá, donde el pan se parte con las manos y se reparte con el corazón, queremos ser la panadería más apreciada por el consumidor, donde más que pan, seamos la extensión del hogar, donde siempre haya lugar para todos”, agrega David.

El poder de transformarse
La empresa ha incorporado tecnología de punta y ha ampliado su portafolio para ofrecer desde el pan tradicional hasta opciones más modernas como postres gourmet y platos de café-menú.
En ese camino un punto de inflexión para Hornitos fue la apertura de su planta de producción en 2017. Actualmente en los puntos de venta solo se hornea 1% de los productos que se venden en las panaderías, el 99% restante sale desde la planta hasta los 22 puntos de venta.
Su propuesta ‘to go’, explican, estará enfocada en productos calientes, que ofrezcan a los clientes la facilidad de comprar y llevar para el trabajo en las mañanas o para compartir con la familia en las noches. Por ahora, dicen, su sueño es lograr que cada barrio de Bogotá tenga una de sus sedes.