Wynn Las Vegas despliega una propuesta de viaje capaz de recalibrar el pulso de “La ciudad de las luces que enceguecen” para convertirse en un remanso de paz.
Desde los enormes ventanales de la habitación, el paisaje desértico del destino (donde se dice que lo que ahí sucede, ahí se queda) adquiere un carácter enigmático que pareciera no guardar recuerdos de la noche. La ciudad despierta, así, para ofrecer un día lleno de emociones y adrenalina desde el Wynn Las Vegas.
Este resort no se decanta entre ser un paraíso para las compras, para el golf, el entretenimiento o las apuestas. Por el contrario, despliega nuevas facetas sofisticadas de naturaleza intimista no obstante sus dimensiones, parecieran bajar el ritmo del destino para posicionarse como un refugio a la vorágine incesante del exterior.
Esto permite admirar, casi de forma contemplativa, una ciudad que, al abrigo de la noche, se enmarca a través de los cristales como si fuera un lienzo inerte de luces destellantes; acorde con las de un paraíso lúdico digno de habitar la llamada capital del entretenimiento mundial.
Próximas a celebrar su 20 aniversario, las dos enormes torres que integran este complejo de hospitalidad albergan una dupla insuperable: Wynn y Encore, que emergen entre un paisaje de frondosos jardines y retadores campos de golf. La opulencia de Las Vegas, reflejada en sus tonos dorados, acoge un interior que se erige en un auténtico e inesperado remanso de paz.
WYNN LAS VEGAS CELEBRA SUS PRIMERAS DOS DÉCADAS DE VIDA CON UNA PROPUESTA DE HOSPITALIDAD QUE SE ALEJA DE LOS CONVENCIONALISMOS DE ESTE FRENÉTICO DESTINO
Para comprobarlo, basta recorrer sus habitaciones y suites, dotadas de una paleta de colores cálidos que parecieran bajar el ritmo del destino para posicionarse como un refugio a la vorágine incesante del exterior. Esto permite admirar, casi de forma contemplativa, una ciudad que, al abrigo de la noche, se enmarca a través de los cristales como si fuera un lienzo inerte de luces destellantes; mismas que esconden los sueños de gloria y romance de sus visitantes.
En esa velada, espacios como Casino Space, Table Games, Sky Casino o Race & Sports se posicionan como auténticos imanes para retar a la suerte; mientras que bares como Encore Beach Club, XS o Wynn Fiel Club despliegan una extensa propuesta nocturna, lo mismo para quienes buscan conquistar la noche como para aquellos dispuestos a vivir un momento más personal.
RESPIRO MATUTINO
Con los primeros rayos del Sol, este destino, enclavado en el paisaje desértico de Nevada, parece adquirir una imagen matizada por instantes apacibles, mismos que sólo bosquejan, como un recuerdo lejano, los vestigios de la noche.
Para ello, Wynn Las Vegas incorpora desde cabañas privadas hasta beach clubs en los cuales es posible tomarse un descanso recostados en una tumbona a la orilla de la piscina y disfrutar de un maravilloso día soleado, aun en los meses de invierno, cuando el cielo, dotado de un azul intenso, refleja una quietud indescifrable.
Para entregarse de lleno al placer del descanso y recargar energía, nada se equipara a una visita al spa. Es un espacio que, en 2019, fue completamente renovado para dotarlo de una estética más contemporánea, vestido con una paleta de colores que evoca la serenidad del anochecer. La intención del diseño es alentar una relajación completa del cuerpo y la mente…. y lo consigue con éxito.
Se trata de un magnífico espacio que supera los 4,000 metros cuadrados, el cual incluye cabinas de masaje, tratamientos para el cuerpo y el rostro, además de terapias de hidromasaje (Good Luck Ritual es su tratamiento insignia).
En tanto, el Spa de Encore incorpora 14 suites con jardines y cuatro suites adicionales de gran tamaño en las que es posible disfrutar del Nalu Body Ritual, tratamiento con influencias polinesias, ideal para parejas. Después de pasar una estancia en Wynn las Vegas, es cierto que el destino parece distinto: si bien mantiene el carácter que lo ha llevado a ser conocido a nivel global, ahora emerge su lado sereno, dejando en claro que la opulencia no entra en contradicción con la renovación profunda.