Este colombiano ocupa una posición regional en una de las compañías de seguros más grandes del mundo y la más antigua del país, con un volumen de mercado global de 32.700 millones de euros. Encontró su fortaleza más grande para liderar equipos en uno de los momentos más oscuros de su vida. Hoy, más que el negocio, le preocupa su gente, promover la discusión de salud mental e impactar vidas en diferentes espacios.

El liderazgo también está sujeto a estereotipos. Se espera que un líder sea impecable, tenga todas las respuestas y no cometa errores. Debe ser un modelo a seguir, firme pero sin excesiva dureza, debe saber todo de su negocio y tener las mejores habilidades blandas. Lo cierto es que la realidad no podría ser más diferente.

Como humanos, los líderes tienen errores y su grandeza no está en la capacidad de ocultarlos, sino en la valentía de reconocerlos, enfrentarlos y usarlos a su favor para fortalecer sus capacidades. Ese es David Colmenares, un líder que ha encontrado el éxito en la imperfección humana.

Colmenares, de 53 años, es exitoso en una industria en la que empezó desde abajo y en la que nunca imaginó estar. Mientras estudiaba Derecho en la Sergio Arboleda, en Bogotá, quiso generar más ingresos por lo que empezó a trabajar con su padre quien se desempeñaba como intermediario de seguros. Más adelante, casado y con su primer hijo en camino, entró a una aseguradora como ajustador de siniestros vehiculares, era el encargado de visitar la zona del accidente y registrar los pormenores.

Como todo gran líder, conoce transversalmente su negocio. De vehículos pasó a supervisar coberturas en hogares, responsabilidad cívil y transporte, fue ascendiendo poco a poco con un foco especial en catástrofes. Ha liderado equipos en países como Honduras, Argentina, Colombia, Japón, Chile, entre otros. Ha manejado desastres como el terremoto del Eje Cafetero en 1999, el de Chile en 2010, y el tsunami que azotó a Japón en 2011.

El bogotano ha trabajado para firmas globales como Zurich, Chubb y Marsh. Y aunque pensó que no regresaría hasta su retiro, Colmenares volvió a Colombia a finales de 2017 para liderar la operación nacional de Allianz, y en mayo de 2023 fue ascendido a Managing Director para Latinoamérica en Allianz Commercial, basado en México. El año pasado, el volumen global de negocio de la compañía aumentó 7%, hasta 32.700 millones de euros, y fue reconocida como la marca de seguros y de gestión de activos más valiosa a nivel mundial según el ranking Brand Finance Global 500.

En la cúspide de su carrera profesional, tuvo un momento de inflexión en su vida personal. En 2021 Colmenares admitió que estaba perdiendo la batalla contra el alcohol. “Desmoralizado y aterrorizado”, llegó por primera vez a un grupo de alcohólicos anónimos, sin saber que la decisión cambiaría su vida para siempre.

“Todos podemos sufrir dolor, tener problemas, todos podemos necesitar ayuda. Pedir ayuda es algo fundamental en la vida. Muchas veces los líderes por apariencia o los hombres por estereotipos de género no pedimos ayuda y generamos peores problemas”, afirmó en entrevista con Forbes.

Desde entonces, Colmenares no solo habla de seguros sino que también promueve la conversación de salud mental. Le preocupan cifras como que entre el 70% y el 75% de los suicidios se producen en hombres y que algo parecido ocurre con las adicciones. “No hay vergüenza en sentir, expresar el dolor o pedir ayuda. Esa ayuda, sin duda, salva vidas; salvó la mía”, expresó en su columna de opinión en El Tiempo en la que hizo pública su experiencia personal en agosto del año pasado.

Esa sensibilidad por la vulnerabilidad es precisamente lo que hoy lo hace un buen líder. Colmenares pone a su equipo primero, incluso antes que el cliente. “La relación laboral tiene que ir mucho más allá de un salario y una prestación de un servicio”, dice. Define el éxito como la capacidad de vivir un día a la vez impactando la vida de las personas desde su rol como jefe, asegurador, mentor y amigo. El decano, José Luis Sandoval, destacó su “espíritu emprendedor e innovador y su compromiso con la comunidad”, cuando Colmenares llegó a dirigir la mesa del EMBA de la Sergio Arboleda.

Se preocupa por el bienestar de sus empleados y cree en la confianza como la habilidad más importante para conformar un equipo. Recuerda cuando fue llamado a ser gerente en Honduras: “me dijo: ‘no necesitamos a nadie brillante, necesitamos a alguien de confianza’; en ese momento dije: ‘¿cómo así? entonces no soy brillante’. Me dijo, ‘usted me va a entender’. Y en realidad, sí lo entendí. Es mucho más importante ser una persona de confianza, íntegra y con palabra que ser brillante”.

Y es que la confianza es la piedra angular del sector asegurador. En Colombia, la penetración de seguros por primas sobre Producto Interno Bruto (PIB) se ubicó en 3,29% en 2024. Y, aunque sigue siendo un porcentaje bajo, la cifra ha crecido y el año pasado alcanzó su pico más alto en 10 años. Colmenares es consciente de que en el país hace falta un empujón más para los seguros, en economías como Chile el dato supera el 6%, mientras que en países desarrollados puede llegar al 8% o 10%.

“Como aseguradores tenemos una deuda pendiente de seguir trabajando en generar esa conciencia -de adquirir pólizas-. Desafortunadamente, somos economías todavía carentes y esa carencia se refleja en el nivel de penetración del seguro. Creo que también debe ser un esfuerzo del Estado, deben generarle esa necesidad a las personas”.

Más allá del negocio, Colmenares defiende que si algo lo impulsó a seguir esta carrera, es que esta es una industria del cuidado. “La industria aseguradora en Colombia, si mal no recuerdo, pagó US$750 millones en indemnizaciones durante la pandemia. Sin seguro de vida, ¿qué acontecería en nuestro país?”.

El reto del sector asegurador, especialmente en Latinoamérica, es enorme; aún hay un gran potencial de crecimiento. Según el más reciente informe de McKinsey, las tendencias que liderarán en la industria en 2025 tienen que ver con la mitigación de riesgos climáticos y la implementación de inteligencia artificial, pero también habrá una expansión en mercados emergentes. La oportunidad para Colombia dependerá del “crecimiento de la educación en seguros, la población y la inversión externa”, apuntó la firma.

Colmenares está dirigiendo una compañía que va en esa dirección, además de estar explotando la inteligencia artificial para hacer predicciones de cómo el cambio climático impactará las locaciones de sus asegurados, entre otros usos avanzados de la tecnología. Allianz en Colombia y en la región sigue desplegando esfuerzos para promover la educación financiera y democratizar el acceso a los seguros.

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