En 2023, el 94% de los colombianos mayores de 18 años contaban con al menos un producto financiero. Herramientas como los pagos digitales e inmediatos son claves para facilitar las transacciones de los colombianos.
La inclusión financiera, es decir la capacidad de las personas y empresas de acceder a productos y servicios financieros útiles y asequibles de manera responsable, ha crecido en los últimos años y hay avances por resaltar en ese camino.
Por ejemplo, el porcentaje de personas en Colombia que cuentan con al menos un producto de entidades financieras llegó al 94% en 2023, según un estudio de la Superintendencia Financiera. Este dato no es nada menor cuando se tiene en cuenta que es crucial para las metas 2030 a la que se han comprometido países como Colombia.
De hecho, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, recalca que una buena inclusión y salud financieras aumenta la sensación de seguridad, y es apalancador de seis Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluidos el ODS 1 (Fin de la pobreza), el ODS 5 (Igualdad de género), el ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), el ODS 9 (Industria, innovación e infraestructura), el ODS 10 (Reducción de las desigualdades) y el ODS 17 (Alianzas para los objetivos).
Según el Banco Mundial, el acceso al sistema financiero ofrece mayores oportunidades para abandonar la pobreza y crecer el patrimonio de las familias, así como absorber de mejor manera posibles impactos.
¿Qué productos tienen los colombianos?
De acuerdo con el reporte de la Superfinanciera, el mayor número de productos se encuentra en cuentas de ahorro, algo que se podría explicar, en parte, por más personas que entran a trabajos formales y a los emprendedores. Otro de los principales productos son los depósitos de bajo monto como billeteras virtuales, una tendencia que aumentará al aparecer más usos en el día a día, incluido el comercio informal, y en negocios y tiendas que antes solo recibían efectivo por las barreras de acceso a terminales de pagos con tarjeta.
Aunque existen más de 82 millones de cuentas de ahorro en el país, los colombianos adquieren cada vez más depósitos de bajo monto, usándolos como un reemplazo al dinero en efectivo. Los productos de financiamiento han tenido crecimientos moderados impulsados por el crédito de consumo y las tarjetas de crédito.
Para acceder a estos mercados se necesita más que crear una cuenta, sino ofrecer una plataforma de confianza que permita usarlos de manera adecuada. La Superfinanciera destacó que el siguiente paso está en ofrecer servicios digitales y transaccionales, como pagos contactless a través de chips NFC y plataformas de pago instantáneas, que permitan una conversión más rápida y sencilla del dinero en efectivo a los servicios financieros.
Otro punto nada menor es que un grueso de las instituciones financieras se ha sumado a plataformas de servicio que democratizan el consumo, como la red PSE de pagos en línea, y entidades que ahora ofrecen productos como tarjetas de débito y crédito, conectadas a sus redes que permiten su uso en todo el mundo, como Mastercard.
Tecnología, la clave para más oportunidades
El reto ahora es seguirle el paso a los saltos tecnológicos que obligan a las instituciones del sector a ofrecer soluciones más alineadas con las necesidades del cliente como la omnicanalidad, donde la persona quiere que la institución tenga una aplicación, que sirva como banca 24/7, pero también atención al cliente permanente, como con chatbots, donde los usuarios tienen acceso a su información de manera inmediata, garantizando la seguridad de sus recursos.
Santiago Peñaranda, vicepresidente Comercial de Coltefinanciera, dice que apostarle a la inclusión financiera ha sido clave para el bienestar de los colombianos, y que el desarrollo que da el tener productos financieros, que antes eran de difícil acceso, tiene un impacto positivo tangible en las personas.
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