El combustible (SAF) se produce a partir de materias primas sostenibles como aceites usados, residuos agrícolas, algas o incluso CO2 capturado y en su ciclo de vida libera menos emisiones de CO2 que combustible tradicional como el queroseno.

Las grandes aerolíneas europeas lanzaron hoy varios mensajes a la Comisión Europea en un foro dedicado a la competitividad del sector, con uno especialmente claro: no se produce suficiente combustible sostenible para la aviación (SAF) para cumplir con los objetivos que exige la regulación europea.

“Estamos pagando precios muy caros y no hay suficiente, es una realidad”, dijo el consejero delegado de International Airlines Group (AIG) y casa matriz de Iberia y British Airways, Luis Gallego.

El combustible (SAF) se produce a partir de materias primas sostenibles como aceites usados, residuos agrícolas, algas o incluso CO2 capturado y en su ciclo de vida libera menos emisiones de CO2 que combustible tradicional como el queroseno.

La normativa comunitaria RefuelEU estipula que las aerolíneas que operen en el mercado único tendrán que cargar al menos un 2 % de SAF en 2025, llegar al 6 % en 2030 y alcanzar el 70 % en 2050.

Sin embargo, las aerolíneas lamentan que no hay suficiente producto en el mercado y que quienes lo producen se están volviendo a orientar hacia los combustibles fósiles.

El directivo español consideró que la única opción “realista” es postergar los objetivos negociados en la UE al calor del Pacto Verde en la pasada legislatura comunitaria.

“No es que queremos mover la fecha, lo que queremos es SAF, pero no hay”, resumió Gallego.

El máximo responsable de IAG aseguró que las aerolíneas están “comprometidas con reducir las emisiones” pero deben ser “un negocio asequible y accesible para todos” y lamentó que el SAF que hay en el mercado, además de insuficiente, es entre tres y cinco veces más caro que el queroseno.

“Necesitamos una estrategia para revisar esa brecha (…). Salvo que se tomen acciones ahora, la única solución realista es mover el objetivo”, añadió Gallego, quien citó un estudio de la firma Boston Consulting para argumentar que en 2030 faltará un 30 % de SAF respecto al volumen que la legislación exigirá cargar a las aeronaves comunitarias.

“Es un problema de oferta”, agregó el presidente de Ryanair.

En términos generales, las grandes compañías europeas aseguraron que se están quedando atrás por un exceso de regulación más exigente que en el resto de jurisdicciones del mundo, que ha llevado a que sus costes operativos se multipliquen por tres desde 2014.

“La aviación europea se está quedando atrás. Europa no puede aceptar eso”, dijo el presidente de Lufthansa, Christian Spoher.

Las aerolíneas piden, entre otros puntos, que se evite que los controladores aéreos nacionales puedan convocar huelgas que distorsionen el tráfico y generen retrasos en todo el mercado único, y también que las normas comunitarias se alineen con las que se aplican fuera de la UE, pues la aeronáutica es una industria global.

El consejero delegado de Air France-KLM, Benjamin Smith, reclamó que se concedan más derechos gratuitos de emisiones para las aerolíneas dentro del sistema ETS que pone precio al CO2 y que no se apliquen políticas verdes que, en su opinión, favorecen a la competencia extracomunitaria.

Puso el ejemplo de un pasajero que quiera viajar de Niza (Francia) a Tokio, conexión para la que no hay vuelo directo. Una opción sería hacer Niza-París-Tokio, pero en ese trayecto las aerolíneas pagan por emitir CO2 y deben llenar parte de SAF en los tanques, lo que encarece el vuelo.

La otra opción es viajar de Niza a Ankara y desde Turquía a Japón, de forma que esos requisitos comunitarios sólo se aplicarían al trayecto más corto (Niza-Ankara) y no al tramo extracomunitario (Ankara-Japón), lo que haría la operación menos costosa para la aerolínea no europea que operase el vuelo.

“Necesitamos encontrar una solución” porque el dióxido de carbono se “deslocaliza”, pero no se evita que llegue a la atmósfera.

El cielo es global, el clima es global, nuestra industria es global… necesitamos una regulación global”, concluyó el presidente de Lufthansa. 

Con información de EFE