Solo en 2024, Pizzardi Artigianale logró vender cerca de 70.000 pizzas y atender a más de 80.000 personas en su primer local. Ahora planean su expansión.
Andrea Bornacelli no jugaba cuando se propuso tener una de las mejores pizzerías de Colombia y la región. Desde el principio, cuando tuvo que derrumbar y construir de nuevo el local que había escogido para que pudiera entrar el horno traído directamente de Nápoles, hasta que obtuvo su primera certificación por la fidelidad a la tradicional pizza napoletana, Bornacelli ha sido disciplinada para cumplir con su objetivo.
En un fin de semana festivo pueden salir hasta 1.500 pizzas en el primer punto de Pizzardi Artigianale en Bogotá, ubicado en la calle 81 con carrera 11, donde el rojo vibrante de la entrada y la decoración fusionada entre vintage y moderno invitan a darle una oportunidad a su concepto.
Su historia parece de novela: el idilio de amor de una costeña y un cachaco, que deciden vivir en la capital del país y construir su familia. Andrea Bornacelli y Alejandro Sardi, fundadores de Pizzardi Artigianale, afirman que su sueño era tener un pedazo de Nápoles en Colombia y que los comensales pudieran vivir la misma experiencia que ellos habían tenido en la ciudad italiana, con sus sabores y técnicas tradicionales.
Lograrlo no fue fácil. En una conversación con Forbes previo al primer aniversario de la pizzería, Bornacelli contó que su sueño siempre fue construir la pizzería alrededor del horno tradicional de los napoletanos, así en italiano, para que desde cada mesa se pudiera admirar su imponencia y el trabajo manual de cada uno de los cocineros en la preparación de las pizzas.
Tras la apertura, su meta era vender 30 pizzas al día, cifra que superaron rápidamente, de tal forma que tuvieron que aumentar su capacidad antes de los esperado. Solo en 2024 lograron vender cerca de 70.000 pizzas y atendieron a más de 80.000 personas en su primer local.

“En tan solo un año y medio, Pizzardi Artigianale ha logrado convertirse en un referente indiscutible de la gastronomía colombiana, estableciendo un nuevo estándar para la pizza napolitana en el país”, celebra Bornacelli.
De acuerdo con datos que compartió para Forbes, desde su inauguración han tenido un crecimiento vertiginoso, con un incremento cercano al 650% en las ventas respecto a la proyección inicial, lo que les ha permitido además aumentar su personal.
La pizza honorífica
Hoy por hoy no solo han conseguido tener éxito en su gesta emprendedora, sino que además han acumulado reconocimientos por su propuesta gastronómica. Uno de los más importantes ha sido la certificación como la única pizzería en Colombia que prepara la auténtica pizza napoletana.
Dicha distinción es entregada por la Associazione Verace Pizza Napoletana (AVPN) y tuvo en cuenta el uso de ingredientes importados de Italia (como los tomates San Marzano, los quesos DOP y la harina certificada) así como el horno traído desde Nápoles que alcanza temperaturas superiores a 450°C, lo que brinda las cualidades tradicionales a la pizza preparada en este local de Bogotá.

Asimismo, Bornacelli fue escogida como embajadora de la asociación AVPN para Colombia por su esfuerzo y disciplina para expandir la tradición de la verdadera pizza napoletana en el país.
Entre otros, esta pareja logró que otros platos de su menú obtuvieran distinciones, como la certificación AVPN para la pizza fritta. Ha obtenido dos veces el premio Eccellenze Italiane, galardones que celebran lo mejor de la gastronomía italiana por fuera de Italia.
Recientemente, fueron incluidos en la prestigiosa guía gastronómica 50 Top Pizza Latinoamérica, en la posición número #22 y, durante la ceremonia de premiación, fueron galardonados con el premio New Entry of the Year 2025.
“Nuestro sueño fue traer la auténtica pizza napoletana a Colombia. Este reconocimiento demuestra que la pasión, la calidad y el respeto por la tradición nos han posicionado entre los mejores del mundo”, expresaron Bornacelli y Sardi.



“Somos muy orientados al detalle. No se trata solo de tener una buena pizza, sino de ofrecer una experiencia completa. Esa exigencia es la que nos ha llevado a estar en el 50 Top Pizza”, añadió Bornacelli.
Con este impulso, la pareja se propone abrir su segundo punto en Bogotá y proyecta triplicar sus ventas durante el 2025. Además, buscan fortalecer el canal de domicilios con Rappi, donde se han posicionado como una de las favoritas de la plataforma en el sector de Chapinero.
“Sabíamos que queríamos ir más allá de una buena pizza: queríamos construir una marca con propósito, amor por los detalles y visión global”.