A Francisco le tocó un pontificado anómalo tras la renuncia de Benedicto XVI, con dos papas que convivieron durante casi 10 años en el Vaticano, y, aunque según Bergoglio la relación fue muy buena, en algunos momentos sacó a relucir las dos alas de la Iglesia.

“Con profundo dolor tengo que anunciar que el papa Francisco ha muerto a las 7.35 horas de hoy, el obispo de Roma ha vuelto a la casa del padre, su vida entera ha estado dedicada servicio del Señor y de su Iglesia y nos ha enseñado el valor del evangelio con fidelidad, valor y amor universal y en manera particular a favor de los más pobres y marginados”, anunció Farrel.

Y continúo: “Con inmensa gratitud por su ejemplo como discípulo del Señor Jesús recomendamos el alma del papa Francisco al infinito amor misericordioso de Dios Uno e trino”.

En el vídeo, grabado en la capilla de la Casa Santa Marta también aparecen el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, y el sustituto de la secretaria de Estado, el venezolano Edgar Peña Parra, y el maestro de ceremonias, Diego Ravelli.

A las 9.45 horas llegó un mensaje al canal Telegram de los periodistas acreditados ante el Vaticano en el que se anunciaba una transmisión desde la capilla de la Casa Santa Marta y que se podía seguir por los medios vaticanos.

En la transmisión aparecían con gesto serio y vestidos de oscuro y anunciaba la noticia Farrel, que cómo camarlengo es el encargado de las gestiones en el momento de la llamada Sede Vacante, el periodo que va desde la muerte de un papa hasta a la elección de su sucesor.

Francisco, de 88 años, que había estado ausente en todos los ritos de la Semana Santa al seguir convaleciente tras su hospitalización, apareció este domingo en el balcón de la logia central de la fachada de la basílica de San Pedro para la bendición Urbi et Orbi.

Después recorrió la plaza en papamóvil a pesar de sus condiciones de salud en lo que ahora puede considerarse su último adiós a los fieles.

Francisco no había participado en ninguno de los ritos de la Semana Santa debido a que sigue recuperándose tras haber pasado 38 días en el hospital por una neumonía bilateral y haber sido dado de alta el 23 de marzo.

El papa recorrió la plaza de San Pedro en papamóvil durante varios minutos e incluso detuvo el vehículo para bendecir a algunos niños, aunque se le notaba muy ausente y con dificultad en los movimientos.

Durante la mañana, recibió al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en su residencia de casa Santa Marta para un breve saludo e intercambiar una felicitación por la Pascua, informó la oficina de prensa del Vaticano. 

El papa de los desfavorecidos

 Francisco fue el papa de los desfavorecidos durante sus poco más de 12 años de pontificado, en los que intentó cambiar los mecanismos de una Iglesia demasiado centralizada en la Curia romana, atajar sus abusos y modificar su lenguaje para hablar de misericordia y de los últimos. Sólo el tiempo y su sucesor podrán corroborar si lo consiguió.

El argentino fue el primer papa no europeo y el primer jesuita que resultó elegido aquel 13 de marzo de 2013, después de que durante las reuniones previas al cónclave convenciese a una mayoría de cardenales con un discurso de cambio y de descentralización de la Iglesia.

A los fieles, este cardenal argentino considerado dialogante y moderado -aunque se había opuesto con fuerza al kirchnerismo por la ley del aborto o el matrimonio homosexual-, amante del tango e hincha del equipo de fútbol San Lorenzo, se presentó con un sencillo “buenas tardes” y añadió: “Se ve que los cardenales han querido elegir al obispo de Roma en el fin del mundo”.

A Francisco le tocó un pontificado anómalo tras la renuncia de Benedicto XVI, con dos papas que convivieron durante casi 10 años en el Vaticano, y, aunque según Bergoglio la relación fue muy buena, en algunos momentos sacó a relucir las dos alas de la Iglesia, la moderada y la más conservadora y reaccionaria.

El papa de los pobres

El papa que eligió el nombre de Francisco después de que el cardenal brasileño Hummes le dijese “acuérdate de los pobres”, tras su elección en la Capilla Sixtina, destacó en su primer discurso la idea de una “Iglesia pobre para los pobres” y desde entonces todos sus esfuerzos se han centrado en reformar la Santa Sede, quitar privilegios a los cardenales y hacer más transparentes las finanzas descontroladas, lo que le ha creado más de un enemigo dentro de la Iglesia.

Su gran cambio fue la nueva Constitución “Praedicate Evangelium” (Predicad el Evangelio), que modificó la administración del Vaticano con nuevos ministerios como el de Evangelización o el de Economía, el cual asumió todo el control de los fondos para evitar ilegalidades.

El gran problema que tuvo que asumir fueron los abusos sexuales por parte de sacerdotes. Tuvo claro que uno de sus objetivos era la lucha contra la pederastia en el seno de la Iglesia y la escucha a las víctimas y dio una serie de reglas para que en las diócesis del mundo se pudiera acabar con esta lacra. Aunque algunos recientes casos han dejado claro que aún la Iglesia tiene mucho que hacer.

Con información de EFE